Con el avance de las tecnologías, de la medicina y la ciencia, el número de pruebas médicas y tratamientos no ha hecho más que crecer en los últimos años, pero esto no siempre ha sido así. Lo que ahora parece básico antes no lo era, tanto es así que en muchas ocasiones se creía fallecido a personas que aún seguían con vida.
La terrible y fatal confusión llevó al desarrollo de auténticas tragedias. En el siglo XIX fueron muchos los casos en los que se enterró por error a personas vivas, y ha sido posible comprobarlo: al abrir distintos ataúdes, muchos tenían marcas de manos y uñas, señales de lucha para intentar salir a la superficie. Así, para evitar que esto ocurriera se inventó un nuevo mecanismo.
¿Qué es la catalepsia?
El motivo por el que este tipo de accidentes ocurrían es la ausencia de pruebas concluyentes para verificar la muerte de una persona. Actualmente contamos con el electrocardiograma o, en caso de estar indicada, la autopsia, opciones que en tiempos pasados no estaban disponibles. Así, personas con catalepsia podían confundirse con fallecidos, pero, ¿qué es la catalepsia?
La Real Academia Española (RAE) define la enfermedad como "accidente nervioso repentino, de índole histérica, que suspende las sensaciones e inmoviliza el cuerpo en cualquier postura en que se le coloque". De esta manera, y al no responder a ningún estímulo, puede parecer muerta, pero no lo está.
Tras las respectivas investigaciones, se ha determinado que el origen de esta patología puede encontrarse en otras enfermedades, como el Párkinson, trastornos psicológicos, la epilepsia o la esquizofrenia. También puede radicar en el consumo de distintas sustancias, como la cocaína.
Una campana y una cuerda
Tal y como ha informado el enfermero Jorge Ángel en sus redes sociales -profesional de la salud con casi 800.000 seguidores- el mecanismo ideado consiste en atar una campana a una cuerda. De esta manera, la campana se situaba en la superficie, mientras que la cuerda bajaba hasta el interior del ataúd, de forma que si la persona enterrada despertaba, podía tirar de la cuerda y hacer sonar la campana. Con esta señal saltaban todas las alarmas y era posible acudir a socorrer al afectado.