El cerco judicial sobre la senadora Pilar Barreiro se estrecha en el 'caso Púnica'. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregó el pasado martes al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, un nuevo informe sobre las 'andanzas' de la trama en la Región de Murcia. Se trata, en concreto, de un documento policial "ampliatorio" de otro anterior "sobre supuestas irregularidades cometidas en el Ayuntamiento de Cartagena" cuando la hoy parlamentaria nacional -y por tanto aforada- era regidora de esta localidad. Las pesquisas intentan aclarar si la red de corrupción realizó trabajos de reputación 'online' para la política 'popular' que fueron camuflados como publicidad para poder ser pagados con fondos públicos. Por ahora, el magistrado sólo ha dado traslado de dicho informe a la Fiscalía Anticorrupción, según consta en una providencia del propio juez a la que ha tenido acceso este diario. Quiere conocer la opinión de ésta antes de decidir si redacta una exposición razonada para elevar sus sospechas al Tribunal Supremo para que éste decida si se investigue a la senadora.
El nuevo documento es "ampliatorio" de otro anterior "sobre supuestas irregularidades cometidas en el Ayuntamiento de Cartagena cuando la hoy senadora era alcaldesa
El nuevo informe se produce después de que a finales del pasado mes de mayo se conociera otro de la UCO sobre la trama 'murciana' de Púnica en el que ya se recogían numerosos indicios sobre los tratos de la senadora Barreiro y el hoy presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, con el experto informático Alejandro de Pedro y su socio, el ex alcalde socialista de Cartagena, José Antonio Alonso Conesa. Aquel documento policial reproducía hasta trece correos electrónicos, una docena de llamadas de teléfono, seis documentos en formato digital, 35 mensajes de telefonía y la declaración de un testigo para concluir que ambos políticos presuntamente habían cometido varios delitos. El máximo dirigente del Ejecutivo Regional, fraude. Barreiro, malversación y tráfico de influencias. La Guardia Civil concluía que los dos dirigentes 'populares' habían llegado el 24 de octubre de 2014 a cerrar un acuerdo para que la trama realizara trabajos de reputación 'online' para ambos, pero que éstos no se llegaron a materializar porque comenzaron las detenciones de los principales implicados en la trama, entre ellas las de De Pedro y Alonso Conesa.
Tras aquel informe la investigación sobre las 'andanzas' de Púnica en Murcia pareció ralentizarse. Sin embargo, en septiembre el juez Eloy Velasco la reactivó. Primero, para citar al autor de una carta llegada a la Audiencia Nacional en la que se daban nuevos datos sobre los supuestos amaños. No pudo ser localizado porque había utilizado un nombre falso para enviar la misiva. Poco después dictaba dos autos por los que citaba como imputados para los pasados 4 y 5 de octubre a nueve personas y a los representantes legales de cuatro empresas. Su objetivo era recabar los últimos testimonios antes de dar el primer paso para concluir esta pieza del sumario y enviarla a juicio. Entre los citados se encontraban, precisamente, tres asesores de Pedro Antonio Sánchez y Pilar Barreiro. Uno de ellos era Francisco Ferreño, jefe de Gabinete de la entonces alcaldesa de Cartagena y la persona con la que, siempre según las llamadas interceptadas durante la investigación, trataba a menudo el 'gurú' informático para negociar sus servicios para la política 'popular'. En su declaración como imputado ante la Guardia Civil, Ferreño admitió que Pilar Barreiro consideraba en 2014 un "producto interesante" la oferta de De Pedro para 'lavar' su imagen, entonces algo maltrecha por el caso de corrupción urbanística conocido como 'Novo Carthago'.
'Banners' de publicidad
En aquel testimonio Ferreño negó, sin embargo, que para pagarlos se pensara recurrir al desvío de fondos públicos, sino que iba a ser el PP local el que iba a correr con los gastos. Algo que no coincide con otros testimonios e indicios recogidos por los investigadores, entre ellos el de un arrepentido. De hecho, durante la hora y media que duró el interrogatorio como imputado del antiguo jefe de Gabinete de Barreiro, los agentes le preguntaron insistentemente cómo se pagaban dichos trabajos y si se habían camuflado con las facturas abonadas a empresas de Alejandro de Pedro por la inclusión de 'banners' de publicidad en un periódico digital, 'Noticias Cartagena', que éste había creado para difundir exclusivamente noticias positivas del Ayuntamiento de Cartagena y su alcaldesa, y que éstas salieran bien posicionadas en los buscadores de Internet. Ferreño se escudó en que los pagos realizados por el Ayuntamiento a las empresas de los dos presuntos integrantes de la trama eran exclusivamente por incluir publicidad sobre una exposición y la celebración de las fiestas de Cartagineses y Romanos en la localidad "en medios digitales" de De Pedro, pero no por trabajos de reputación 'online' para la alcaldesa.
Los investigadores sospechan que pagos por los trabajos de reputación 'online' para Pilar Barreiro se camuflaron como publicidad en un diario digital de De Pedro
Sin embargo, dichas afirmaciones chocan con otras declaraciones y diversos documentos incorporados a la causa. Así, en su declaración ante la Guardia Civil un día después de su detención, De Pedro reconoció haber realizado "servicios de reputación de la alcaldesa y de Cartagena" y que los mismos se habían facturado al Ayuntamiento "en concepto de publicidad, pero que ha tratado de solucionar esto" para que pasasen a facturarse "al partido". Unas afirmaciones que confirmaban las de uno de sus empleados imputado, Francisco Javier Bueno, quien recientemente ha declarado para dar nuevos datos en este sentido. De hecho, el pasado 5 de octubre detallaba al juez el encuentro que celebraron el 22 de septiembre de 2014 en el Hotel de Las Letras, de Madrid, Barreiro y el hoy presidente de la Región de Murcia con el experto informático. Este trabajador aseguró que aquel día él estaba junto a su jefe en dicho establecimiento de la capital cuando éste le pidió que se fuera porque iba a tener una reunión. En su testimonio, el ahora colaborador de la Justicia aseguró que cuando salía del establecimiento se cruzó con los dos cargos públicos.
La primera sospecha
La sombra de la sospecha sobre Pilar Barreiro salieron a la luz hace ya año y medio. En concreto, en mayo del año pasado, cuando se levantó el secreto de sumario de los primeros tomos del sumario. Entonces salió a la luz que tres trabajadoras del 'gurú' informático Alejandro de Pedro, la habían citado en sus declaraciones como uno de los cargos públicos para los que supuestamente habían hecho trabajos para mejorar su imagen en Internet en 2014, Una de estas empleadas de De Pedro admitió, de hecho, que estaba a punto de iniciar el trabajo para ella cuando la redada que acabó con su jefe en la cárcel lo impidió. Un tercer testigo, en este caso la secretaria de una empresa de Murcia a la que acudía a trabajar otro presunto cabecilla de la trama, José Antonio Alonso Conesa, exalcalde socialista de la misma ciudad murciana, fue interrogada por la relación existente entre Pilar Barreiro y éste último. El motivo fue el hallazgo en un bolsillo de la chaqueta que vestía Alonso Conesa cuando fue detenido de una tarjeta para el pago de peajes expedida por el Congreso para que lo utilizara la entonces diputada en sus desplazamientos. El magistrado tildó esta circunstancia como "una cosa tan irregular".
En el sumario figuran dos conversaciones telefónicas mantenidas por la senadora con el 'gurú' informático, además de testimonios que confirman reuniones entre ambos
En agosto del pasado año, y cuando la ahora senadora ya había perdido las elecciones a la alcaldía de Cartagena, el juez Velasco levantó el secreto de sumario sobre otra parte importante del sumario y se conocieron nuevos datos sobre los supuestos tratos de Barreiro con la trama. En concreto, dos llamadas de teléfono y una cita con el 'gurú' informático de la trama que apuntaban a que los mismos fueron a iniciativa de la hoy senadora. Aquellas dos conversaciones telefónicas se produjeron el 23 de julio de 2014 con pocos minutos de diferencia. La primera, a las 13:38. La segunda, sólo cuatro minutos después. En las dos, incorporadas al sumario, la entonces alcaldesa de Cartagena le reclamaba a Alejandro de Pedro un encuentro cuando pasase por la ciudad murciana dos días después. La Guardia Civil destacaba en el informe sobre aquellas conversaciones que junto a la diputada se encuentra un tal "Paco", supuestamente Francisco Ferreño, su jefe de gabinete ahora imputado.