El lugar común 'Madonna se reinventa' no aplica esta vez. Con MDNA, un álbum que en el que Madonna repite con el dance y la rutina de la provocación, Madonna podría comprobar que el escándalo que causa ahora ya no surte el mismo efecto y que ser rebelde a los 50 no es lo mismo que serlo a los 25.
El título del disco, MDNA - alusión a la sustancia MDMA o éxtasis - ha levantado ronchas, sí es cierto. También es verdad que el vídeo musical del segundo single, Girl Gone Wild, ha sufrido un revés en YouTube al restringirse para menores de 18 años. Pero la verdad es que en materia musical, el disco no ha logrado el mismo golpe de efecto que el vídeo grabado en blanco y negro que muestra a la cantante contorsionándose y frotándose con hombres ligeros de ropa como en sus mejores días de Erotica.
Madonna ha dicho que el título de su duodécimo álbum de estudio une tres cosas: una reducción de su nombre, una abreviación de Madonna DNA y una referencia al éxtasis y a la euforia que a menudo experimentan quienes lo usan.
Lo cierto es que algunos críticos musicales no se han emocionado, pese a que Madonna ha reclutado a un destacado grupo de productores de música de baile, incluido el DJ Benny Benassi, el dúo electro-pop LMFAO y a su productor ganador de un Grammy por Ray of Light, William Orbit.
Randall Roberts, de Los Angeles Times, dio al disco dos de cuatro estrellas, diciendo que no "ofrece mucho en lo que respecta a innovación" y que la cantante "ya no marca el ritmo de un género que esencialmente inventó".
Las canciones están unidas con golpes de bajo y melodías de sintetizador en canciones dance como Gang Bang y Girl Gone Wild, donde la matriarca de la música pop canta en sus letras cosas como 'Sé que las chicas buenas no se portan mal, no se portan mal, pero de todos modos soy una chica mala'. Falling Free es uno de los pocos temas que rompen el ritmo de baile del álbum y ha sido descrita por el crítico de Billboard, Caulfield, como una "balada preciosa".
La cantante no deja a un lado su vida personal, con letras como: 'Intenté ser tu mujer, haciéndome más pequeña, y me tragué mi vida', en I Dont Give A, con la rapera Nicki Minaj, considerada una alusión a su matrimonio fracasado con el director británico Guy Ritchie.
Alexis Petridis, del británico The Guardian, dio al disco tres de cinco estrellas, calificándolo como "más de lo mismo" de la estrella del pop. "Lo que sorprende no es tanto que Madonna aún esté con nosotros, sino que lo siga haciendo de esta manera, como una presencia dominante en el centro absoluto del pop, un género de música de lo más caprichoso y cambiable".