La Obra Social de la Caixa presenta por quinto año consecutivo el estudio con el que pretende diagnosticar cuál es el estado de salud del mercado del arte en España. Dependiendo del punto de partida, esta puede ser una magnífica o una pésima noticia. Por eso quienes han elaborado el tercer informe El mercado español del arte en 2017 optan por aparcar el optimismo y llamar a botón. Durante el año pasado galeristas y casas subastadoras facturaron 385 millones, a todas luces una recuperación con respecto, por ejemplo a 2009, cuando alcanzó 271 millones. Sin embargo estamos lejos de los 479 millones de 2007.
El mercado facturó en 2016 385 millones. Una cifra buena si se compara con los 271 de 2009, pero terrible con respecto a los 479 de hace diez años
Con respecto al último informe, 2016 experimentó un aumento del 19% de ventas. Sin embargo, los precios medios del arte en España continúan situándose muy por debajo de la media europea. Además, durante la última década se intensifica una la tendencia a que las obras más caras de los artistas españoles se vendan mayoritariamente fuera de España, informó Clare McAndrew, fundadora y directora general de Arts Economics y autora del estudio.
Durante la última década se intensifica una la tendencia a que las obras más caras de los artistas españoles se vendan mayoritariamente fuera de España
Las ventas de algunos de los artistas principales, como Picasso, Miró y Dalí, en España representan un 1% o menos de los valores totales mundiales en 2016. Ese año, se cerraron ventas privadas de obras de Picasso por un valor de varios millones de dólares fuera de España, incluyendo Mujer sentada, que se vendió en Sotheby’s de Londres por 64 millones de euros. En cambio, el precio más alto que se pagó en España durante ese año se situó por debajo de los 20.000 euros, en una subasta en Segre, por la obra.
En Londres PIcasso llegó a subastarse por 4 millones de dólares. En España ninguna pieza suya sobrepasó los 20.000
Hay varios elementos que inciden en estas cifras: la falta de n política de mecenazgo que incentive el coleccionismo; las condiciones de debilidad de un mercado al que le cuesta competir y en el que los aranceles de importación son menores que los de exportación, en otras palabras: comprar arte en España o a un galerista español es comparativamente más caro.
En lo que respecta a las exportaciones, se redujeron un 6%: un total de 94 millones muy por debajo de os 154 millones de 2009.
El IVA sobre la importación que se aplica en operaciones extracomunitarias pasó en 2012 del 8% al 21% y en 2014 esas se redujeron a un 10%. Eso tuvo un impacto en el aumento de las importaciones hasta un 54% desde 2014 hasta 2016. Sin embargo, en lo que respecta a las exportaciones, se redujeron un 6%: un total de 94 millones muy por debajo de os 154 millones de 2009.
Las galerías mostraron su predominio frente a las subastas. Pero lo más significativo no es eso, sino el hecho de que el 63% de los compradores eran locales, no extranjeros. Según Clare McAndrew la mayoría de esos compradores están basados en el país, sin embargo provienen de América Latina, lo cual matizaría un poco la endogamia del mercado pero continúa apuntando al mismo problema: la poca competitividad que supone la estructura tributaria.
En 2016, en el mercado de subastas de obras de arte, casi la mitad de las ventas efectuadas se pagaron a un precio inferior de mil euros
En 2016, en el mercado de subastas de obras de arte, casi la mitad de las ventas efectuadas se pagaron a un precio inferior de mil euros. El 97% de los lotes se vendieron por menos de 50.000 euros y sólo una pequeña porción, 0,5% se vendió por cifras superiores a 250.000 euros. Uno de los ejemplos citados acredita, por ejemplo, cómo las obras de Miquel Barceló han alcanzado precios de más de 4 millones de euros en una subasta fuera de España mientras que en España no superan los 200.000 euros.