Es el tercer año consecutivo que el actor y humorista Dani Rovira (Málaga, 1980) presenta la gala de los Premios Goya, una ceremonia en la que aterrizó con "inconsciencia" y a la que ahora trata de "tú a tú". Aunque nació el Día de Todos los Santos no le tiembla el pulso a la hora de bloquear usuarios en las redes sociales. La cifra ya asciende a 3000 personas, un número que ha ido creciendo después de la experiencia vivida en 2016, cuando recibió un aluvión de críticas a través de Twitter sobre su actuación durante la entrega de los galardones otorgados por la Academia de Cine. "Cada vez que alguien me falta al respeto o me da clases de moral en las redes pienso que no tengo por qué aguantar eso", defiende.
Pese a haber reconocido que no le había merecido la pena presentar el evento por aquel entonces, el malagueño, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada, volverá este febrero a tomar las riendas de la versión más "austera" de la velada cinematográfica. No ha querido dar "poder" a sus detractores. Además de presentar, el protagonista de Ocho Apellidos Vascos -interpretación que le valió el Goya 2015 a Mejor Actor Revelación- integra el equipo de guionistas de la gala junto a J.J. Vaquero (El hormiguero) y el presentador Iñaki Urrutia (No le digas a mamá que trabajo en la tele), con quienes se ha desplazado "lejos del mundanal ruido" para que fluya un guion que han entregado hace dos días. En una casa en el campo, en chándal y con la posibilidad de tomarse unas "cervecitas" con berberechos y patatas, los tres profesionales han creado un argumento con "cero" comentarios políticos con el que están "muy contentos".
Aunque en esta ocasión no está nominado, el joven actor celebra que gracias a la película 100 metros ha abierto la primera puerta a otro registro: el drama. "No quiero huir de la comedia porque ha sido la madre que me ha criado y me parece que tan difícil es hacer una cosa como la otra, pero te abre toda la paleta para interpretar. Me gustaría hacer todo tipo de personajes", asegura el malagueño, quien también se ha pronunciado sobre la polémica en torno al cineasta Fernando Trueba y sobre España, un país al que ha descrito como el "único donde vamos a pegar un tiro a la gente a la que le va bien para que se caiga": "El mayor enemigo de los españoles somos los españoles".
- Es el tercer año consecutivo que presentas la gala de los Goya, ¿qué hiciste en las dos ediciones anteriores que no repetirías?
- Este año vamos a hacer cosas que no hicimos el año pasado, pero no porque nos arrepintamos, sino por ir cambiando y cubriendo las necesidades de cada momento. Va a ser todo más austero, primero por una realidad económica de la Academia y segundo porque hemos llegado a la conclusión de que la gente disfruta con este tipo de galas a través de la emoción y la comedia.
- ¿Qué pensabas de este evento la primera vez que lo presentaste y cómo lo ves ahora, cuando tienes más experiencia?
- El primer año lo afronté desde una inconsciencia bastante grande, cosa que me ayudó a tener cierta solvencia y tranquilidad. Lo peligroso de este tipo de actos y de los grandes eventos es ser consciente de la repercusión que tienen, pero si eso te lo quitas de la cabeza es muchísimo mejor a la ahora de afrontar una gala donde tiene que haber comedia y donde tienes que transmitir tranquilidad, carisma y una energía guay. Al ser el tercer año, no es que le pierdas el respeto, pero ya conoces la Academia, conoces cómo funciona una gala y cómo funcionan los compañeros cuando están o no están nominados, así que tengo cierta información que me ayuda a restar importancia, aunque la tenga. Como presentador me tengo que convencer de que es una gala de cine donde a los profesionales del sector se le dan premios porque si me pongo a pensar que tengo delante a Pedro Almodóvar, a Juan Antonio Bayona... Pues claro, me empiezan a temblar las piernas, pero en el momento que normalizas todo, uno está relajado y surge la espontaneidad.
-Entonces, ¿te sigue gustando presentar la gala a pesar de las críticas recibidas el año pasado y de tu tuit diciendo que no merecía la pena?
-Aquel tuit fue un poco por aquel feedback que me llegó cuatro días después. Es verdad que me asomé a ventanas donde no me tenía que haber asomado porque todas las críticas fueron personales, de hecho, críticas artísticas había muy pocas. ¿Podía haberlo hecho mejor artísticamente? Sí. También lo podía haber hecho peor. En ese momento sentí que no me había merecido la pena presentar los Goya porque sentía decepción y tristeza.
- ¿Qué pasó para que cambiases el chip y accedieras a conducirla de nuevo?
- Me quité la idea de presentarla y quería ir a sentarme en la butaca, estando o no nominado, que también es una opción maravillosa, pero luego llegó el verano y pude desconectar durante un mes y medio en una casita en el campo y eso me desintoxicó de muchas cosas. Empecé a pensar, desde la distancia, que yo me lo paso muy bien presentando los Goya. Creo que la gente se lo pasa muy bien cuando presento los Goya y creo que sería un error no presentarla por tercera vez porque sería dar poder a estas cuatro o cinco personas anónimas que te atacan y atacan a todo aquel al que la vida le va bien. Como dice mi gran amigo Luis Alegre, es "la sociedad del tiro al plato", en el momento en el que alguien las cosas le van bien, parece que es lícito que podamos insultarle porque como es feliz y yo no... No haberla presentado sería dar poder a alguien que no lo tiene, me niego a dar poder a cuatro borrachos de un bar con respecto a una ciudad entera.
- ¿Qué es lo que menos te gusta del fenómeno de las redes sociales? ¿Crees que hay mucho hater?
- Yo personalmente, si ya estamos con los anglicismos, los llamaría unhappy people (gente infeliz). Creo que el odio gratuito viene porque hay mucha gente que no es feliz, no como insulto, sino por posibles frustraciones, por estar en un contexto hostil, por inseguridades, por faltas de lo que sea... Eso crea gente infeliz que busca la felicidad intentando destruir al que sí lo es. Yo estoy seguro de que muchos haters que me han puteado por las redes sociales me han visto por la calle y me han pedido una foto, pero yo no les puedo localizar, juego con desventaja.
- Además de presentar, eres guionista junto a J.J. Vaquero e Iñaki Urrutia, ¿cómo es el proceso de creación de un guión para los Goya?
- Nos juntamos y empezamos a verter ideas en un cajón de sastre y cuando ya quedan dos o tres semanas para la entrega nos reunimos en una casita lejos del mundanal ruido y empezamos a vomitar todo lo que tenemos y a darle forma. Es una manera de estar cómodo, el que no haya estrés de coche y gente ayuda muchísimo. Echamos horas, pero eso no quita que haya unas cervecitas, unos berberechos, unas patatitas... y vamos creando un ambiente de comedia con talento. Estamos contentos con el guion.
- Aparte de guiños a las películas de este año, ¿tiene también menciones a la actualidad política? ¿Repasáis los 'momentazos' del año?
- Sí, suelen salir, pero este año ni a la presidenta ni al director ni a la Junta ni a nosotros nos ha apetecido. Para tres horas que una gala de cine tiene de protagonismo en televisión, no vamos a perder el tiempo en dar protagonismo a quienes lo tienen cada día en todos los periódicos y en todos los informativos. Nos parece de bobos dar protagonismo a alguien que no nos lo da a nosotros. Creo que las galas que yo he presentado ya han sido poco políticas, porque no es mi estilo, aunque aún así nos han criticado, pero este año, cero, nada, y nos criticarán porque 'no nos mojamos y hemos perdido una oportunidad maravillosa para poder reclamar y criticar', pero oye, ¡da igual!
- ¿Ha influido en esta decisión que los comentarios de los actores y directores sobre política afectan a la taquilla como ha podido ocurrir con Fernando Trueba y el supuesto boicot?
- Esta polémica es muy injusta, no sé hasta qué punto hablar de boicot, no sé hasta que punto ha influido en la taquilla... Quiero pensar que ha sido una película menos acertada en lo que la gente esperaba y no por un boicot en redes sociales, pero sí me da muchísima pena que el odio es lo que se propaga más rápido. Este hombre ha hecho películas y gracias a él, la gente ha puesto España en el mapa, pero eso no vende. Este hombre hizo un discurso que, seguramente, el 99% de la gente que le pone a caer de un burro no ha visto entero. Quizá el discurso de Fernando va más allá de ser o no ser español y viene a decir que él es ciudadano del mundo y que no cree en fronteras, que no se siente español porque no siente que el mundo tenga que estar dividido. Somos todos españoles porque físicamente hemos nacido aquí.
- ¿Crees también que se sacó de contexto?
- La prensa tiene bastante culpa en esto porque sacas un titular que fue 'no me siento español' y todo eso es carnaza para toda esta gente que tiene que estar hablando de algo. Me parece muy injusto porque este hombre ha hecho muchísimo más por españoles que cualquiera de los que lo han criticado y yo no es que este ni a favor ni en contra, me parece que cuando algo es injusto hay que dar la cara. Quizá estuvo desacertado en no pensar que quizá todo esto se podíaa descontextualizar en un lugar donde se daba un Premio Nacional... En fin, es verdad que si él pudiera dar marcha atrás, lo haría de otra manera, pero la gente esta deseando que alguien diga algo así para sentirse parte de una patria que muchas veces piensas... ¡Todo lo que estáis liando por España! ¿Y qué cojones ha hecho España por ti para que la defiendas como la defiendes?. Todo por la patria, pero ¿qué cojones ha hecho la patria por ti? Creo que tenemos que ser bastante más maduros y críticos. Los medios de comunicación pueden hacer mucho daño porque un titular tiene mucha fuerza y las redes sociales son yesca... Apoyo completamente a Fernando, sobre todo porque es alguien que ha llevado a España a ser un país más respetado.
- Ana Belén ha asegurado que esta polémica le hace retrotraerse a tiempos pasados. ¿Tu sector se siente censurado?
- Todo esto de las redes sociales no es tanto como parece, es como si tienes una ventanita a un bar y lo que se dice en el bar va a misa, pero no es así. Un bar no es una ciudad. El mayor enemigo de los españoles somos los españoles, es el único país donde vamos a pegarle un tiro a la gente a la que le va bien y crea cosas para que España se conozca en otros lugares para que se caiga. Por ejemplo, la película Ciudadano Ilustre es un ejemplo perfecto de lo que pasa en muchos sitios sobre la gente que evoluciona y traspasa fronteras como Penélope Cruz, primero ¡qué guay es! y después, se va a Hollywood y ya la criticamos porque le esta yendo bien. ¿De verdad tenemos tanto tiempo libre y somos tan infelices?