Son solo dos plantas de un local en Doctor Esquerdo, una de las calles emblemáticas de Madrid. Es un espacio bonito, bien aprovechado, repleto de libros, juegos y mesas. También hay una cafetería y una pantalla gigante por donde se siguió con emoción el último campeonato del mundo de ajedrez. Hablamos de la primera sede de Liceum, una idea sencilla que tiene todas las papeletas para revolucionar el mercado de las franquicias y -más importante- aportar sustancia a miles de horas de nuestra vida.
Aunque suene raro, estamos en un gimnasio, pero un gimnasio de la mente. Nos atiende Pedro López, director del proyecto: "El dueño, el gerente y yo nos conocimos en un club de ajedrez. Los tres éramos seguidores de Leontxo García, el mayor divulgador del juego en España. Alguien recordó que Leontxo tenía una conferencia titulada 'El ajedrez es el mejor gimnasio de la mente'. Esa frase, en realidad, es del matemático Blaise Pascal. Hace años se demostró que el ajedrez contribuye a mantener la reserva cognitiva, que es algo que te ayuda a resistir cuando aparecen enfermedades como el alzhéimer", recuerda.
Sector semivirgen
Al principio, la gente del barrio desconfiaba, especialmente los jubilados. "Nuestros precios, desde dieciocho euros al mes, les parecían demasiado baratos. Pensaban que éramos de la Cienciología, ya que esa secta te hacen un test de inteligencia para ingresar. Poco a poco, se dieron cuenta de que no. Por desgracia, vivimos en una sociedad tan mercantilizada que la gente sospecha de cualquier proyecto donde el ánimo de lucro no esté en primer plano", lamenta.
En realidad, Liceum viene a cubrir la necesidad de centros culturales donde fomentar la actividad social y cultural. Por extraño que parezca, es un sector semidesierto. "En el mundo anglosajón existe lo que se llama brain training o brain gyms, que se pusieron de moda hace unos años. La diferencia es que no son locales, sino listados de ejercicios para el móvil o las tablets. No sé si recuerdas que los llegó a anunciar la actriz Amparo Baró. Por desgracia, los últimos estudios no respaldan la eficacia de estos métodos. Hacer sudokus no te ayuda a nada, más allá de hacer sudokus cada vez más rápido. Lo que dejaban claro todos estos fenómenos es que existe una demanda de actividades articuladas en torno a lo intelectual. Es algo que se sabe desde los años ochenta, con la fiebre del cubo de Rubik, que hoy muchos padres han transmitido a sus hijos", recuerda López. "En España no hay proyectos parecidos al nuestro, fuera supongo que sí. Lo que existe es el brain fit, pensado para gente con lesiones cerebrales. Esa disciplina usa incluso electrodos, por eso algo totalmente distinto, que entra en la categoría de tratamientos de rehabilitación médica", precisa.
Maestros de la mente
¿Cuales son los referentes intelectuales de Liceum? "Por supuesto, Leontxo García, que tiene un libro buenísimo titulado 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas' (2013). Ofrece un compendio de todos los estudios que hay sobre los juegos y sus beneficios sobre la salud mental. Por ejemplo, algo que yo no sabía es que el bridge también resulta muy beneficioso para el cerebro. El ensayo de Leontxo hace un resumen de todas las investigaciones sobre el ajedrez de los últimos veinte o treinta años. También nos basamos mucho en Howard Gardner, que es el profesor de Harvard que desarrolló la teoría de las inteligencias múltiples. Recibió el premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales en 2011. Se puede decir que amplió el concepto de inteligencia a los psicólogos y a los pedagogos, demostrando que no existe un solo tipo, sino muchos", afirma. "Unos están conectados con las matemáticas, otros con la narración, las relaciones sociales, la compresión del espacio o la relación con el entorno natural", subraya.
Estrategia específica
López aclara el enfoque del proyecto: "Normalmente se trabaja el método de Gardner con los niños, pero nosotros también lo utilizamos con las personas mayores. Los principios son los mismos y funciona igual de bien. Muchas veces se habla del alzhéimer y la demencia como si afectasen solo a la memoria, pero tienen consecuencias múltiples, desde el sentido de la orientación al carácter o las emociones, que es algo que también se enseña a los críos También nos apoyamos en Daniel Goleman, aunque su concepto de 'inteligencia emocional' se ha ido pervirtiendo mucho con el tiempo. En realidad, Goleman no es nada coach, sino más pedagogo, pero muchos profesionales con menos talento han simplificado su discurso. En España, tenemos expertos como Hilario Blasco en el hospital Puerta de Hierro, que es un psiquiatra de prestigio internacional que también ha estudiado los beneficios del ajedrez en la salud mental. Lo que intenta Liceum es unificar todo esto, difundir la idea de que es tan importante estar activo mentalmente como en el plano físico. Te digo una cosa que suena muy cruda: hay cursos para personas mayores donde no les hacen listados de lecturas para todo el curso por si se mueren antes. Aquí diseñamos proyectos a largo plazo para ellos, les damos una perspectiva de aprendizaje y crecimiento personal", afirma.
Soledad urbana
En el siglo XXI, sobre todo en las ciudades de Occidente, vivimos una epidemia de soledad no deseada. Solo en Madrid, se calcula que 240.000 personas sufren esta situación. "Espacios como Liceum están diseñados para combatirla, ya que el alzhéimer también tiene que ver con trastornos emocionales causados por el aislamiento. Si vives en un gran ciudad y se independizan tus hijos, por ejemplo, lo normal es que empieces a hablar menos, dormir mal y desarrollar rasgos depresivos. Muchas veces se confunde el alzhéimer con un proceso depresivo. Hay que dejar de tratar a los mayores como enfermos o como personas en trance de morirse. También sería deseable dejar de pensar a los niños como si fueran seres estúpidos. El cerebro se desarrolla toda la vida y en todos los sentidos", defiende López.
¿Qué pueden aportar centros como este, especialmente en el plano práctico? "Aquí trabajamos la memoria, que es algo de lo que abominan muchos pedagogos. En realidad, lo malo no es la memoria, sino usarla para cosas como la lista de los reyes godos. A los mayores que vienen a Liceum les entusiasma un juego donde te ponen diez segundos de canción y tienes que adivinar el título, autor y año. Eso activa sus recuerdos. La memoria es una de las cosas que más nos distingue de los animales. Nuestras dos neuropsícólogas, que son maravillosas, piensan que todo funciona mejor cuando actividades te apelan un poco, te llegan al corazoncito", destaca.
Crecimiento ambicioso
Liceum tiene un plan a cinco años. Su objetivo es abrir cincuenta centros en todo el país. En 2019 se inaugura otro en Madrid y uno en Murcia. "A partir de municipios con treinta mil habitantes, creemos que este tipo de propuesta puede funcionar. Nos han preguntado de muchos sitios y creemos que va a ir bien, ya que es algo necesario". En estos días, llegan muchos curiosos para preguntar el precio de una franquicia (sobre 18.000 euros) o para espiar si se puede copiar el modelo. Mientras conversamos con un café, están esperando unos señores de Palencia. Les atrae el amplio abanico de actividades, que va desde conferencias hasta ajedrez para niños con fichas gigantes, pasando por un club de lectura. "Desde ahora hasta abril, vamos a participar en las cuatro o cinco grandes ferias de franquicias, a ver qué tal nos va. Personalmente, como ciudadano de a pie, me sorprende ver centros públicos de mayores que están desiertos por las tardes y centros de niños vacíos por las mañanas. ¿Por qué no se aprovecha el espacio para las dos funciones? ¿Por qué no se aprovechan las instalaciones de institutos por las tardes? ¿Por qué no los fines de semana? Estas carencias hacen que tenga sentido una iniciativa privada. Hay un par de señoras mayores que ya nos han dicho que le hemos cambiado la vida. Los hombres somos más huraños para admitir estas cosas. Esta bien hacer sudokus, pero la oferta debe ser más amplia. El problema de los sudokus es que son muy aburridos", concluye López.