Se llama Irlanda Tambascio, aunque firma como Eire. Hace ya dos años se aventuró a convertir a los pasajeros del metro en aves. Lo hizo en las páginas de Aves metropolitanas (Alianza editorial), ahora la realizadora e ilustradora venezolana regresa con una novela gráfica en la que narra la relación que tiene una mujer con su gato. Se trata de Adelaida & Coco (Grijalbo), una entrega llena de ternura, humor y una melancolía latente que recorre cada viñeta. Este no es un cómic cualquiera sobre gatos. Aquí hay algo más, acaso esa forma de soledad que adquiere la naturaleza humana en su relación con los animales.
Hace ya dos años se aventuró a convertir a los pasajeros del metro en aves. Ahora despliega esta hermosa novela gráfica sobre el binomio Chica-gato
El argumento es el siguiente: Adelaida –a todas luces un trasunto de Irlanda- es una joven freelance que trabaja en casa. Está enganchada al ordenador, bien sea porque no para de trabajar o porque no puede dejar las redes sociales. ¡Hasta la compra la hace por Internet! Y aunque es cierto que tiene un novio y recibe amigos, su vida está volcada en ese encierro doméstico en el que una figura es indispensable: Cocó, un gato que tiene por mascota y que intenta desengancharla de su existencia banda ancha. En sus páginas y viñetas, el libro desgrana el día a día del binomio chica-gato, del que la ilustradora habla en esta entrevista.
-Adelaida es adicta al trabajo y a las redes sociales; su mayor compañía, su gato Coco. No dista mucho de la vida real. ¿Es ésta una novela 'gráfica' sobre la soledad?
-Sí, creo que esa es una de las razones por las que tenemos mascotas, para paliar esa soledad. Da igual que estemos acompañados, tengamos pareja, amigos... pasamos mucho tiempo solos, sobre todo cuando trabajas en casa. Por eso Adelaida no para de hablar y establece un diálogo-monólogo particular con su gato. A través del humor, puedo contar todas estas cuestiones más existenciales.
"Creo que esa es una de las razones por las que tenemos mascotas, para paliar esa soledad"
- ¡Hasta la compra la hace Adelaida por Internet! ¿De qué forma nos hemos hecho poco empáticos?
-Las estructuras sociales van cambiando en Occidente. Ya no hay familias numerosas, esto no es ni mejor ni peor. La necesidad de reafirmar nuestra identidad está cambiando. Pasamos más tiempo solos en nuestras casas y al poder "conectar" con el mundo a través de la tecnología de un modo rápido y sencillo, nos volvemos adictos a ella. Nos da miedo la soledad y mirar en nuestro interior y en cuanto sentimos ese vacío... ¿Cómo lo llenamos? con Internet. Pero esa conexión, paradójicamente, nos desconecta con nuestra verdadera esencia, nos aleja de nuestro interior. Nuestros animales de compañía saben mucho de eso. Ellos están mucho más centrados, pero como también son sociales, les afecta percibir esa evasión en sus dueños, y sufren por ello. En el cómic Adelaida llega a darse cuenta de esto y por primera vez juega con Coco y conecta con él. Y como es una relación de ida y vuelta, ella se siente mejor y él también. Así es la vida.
-Usted es guionista, ilustradora, ha trabajado en cine. ¿El auge de la novela gráfica de un tiempo a esta parte obedece a qué?
-La novela gráfica y el cómic han sido considerados durante mucho tiempo un arte menor al margen del establishment. Creo que la crisis ha hecho proliferar este medio por ser mucho más económico de producir. Una sola persona puede hacer un cómic, pero no una película. El cine es el arte más complicado y caro de producir. En mi caso fue definitivamente lo que me empujó al cómic. Yo sólo quería expresar mi visión de las cosas y como siempre me gustó dibujar, vi que podía hacerlo de un modo más rápido y barato, sin necesitar toda esa infraestructura y hacerlo de un modo visual.
"Hoy por hoy el cómic permite locuras a las que el cine no se atreve por su necesidad de ser rentable"
-¿Puede considerarse más creativo como soporte?
-Hoy por hoy el cómic permite locuras a las que el cine no se atreve por su necesidad de ser rentable, lo que lo ha hecho muy conservador. En el terreno del arte y la creatividad hace falta algo de locura y riesgo, si no se vuelve predecible y muere. Creo que a eso se debe el auge de la novela gráfica. Además, hay libros con ilustraciones maravillosas que a uno le gusta tener como objeto artístico entre sus manos. A la vez, pueden tener un lenguaje muy afín a los jóvenes. Adelaida y Coco es una novela gráfica para todas las edades y la puede disfrutar cualquier persona y es un libro muy bien editado, da gusto tenerlo en las manos.
"Como los animales somos territoriales, voraces, y como hay todo tipo de personalidades, es fácil encontrar algún comportamiento animal al que parecerse"
-Coco llega a tener un lenguaje propio. ¿Qué posibilidades ofrecen los animales narrativamente?
-Los animales están muy presentes en nuestra vida aunque no nos demos cuenta. Es algo en lo que me fijo mucho. Desde el lenguaje (algo que exploté en Aves Metropolitanas) hasta en cómo les imitamos. Creo que el ser humano es el único animal que quiere ser otro animal. Nuestra evolución se podría narrar como un intento desesperado por adquirir todas las cualidades animales: volar como pájaros, correr cual guepardos, sumergirnos hasta las profundidades, etc... A veces la gente les adjudica cualidades humanas, pero yo soy más dada a hacer lo contrario. Tenemos mucho de ellos: somos territoriales, voraces, y como hay todo tipo de personalidades, es fácil encontrar algún comportamiento animal al que parecerse. Mi gato tiene mucha personalidad y lo adoro y ha sido el 'muso' que me ha inspirado para crear esta pareja de chica-gato "Adelaida y Coco". Ellos son mucho más dignos que nosotros y por eso dan tanto juego, porque en la comparación, nos ponen en evidencia. Son un espejo en el que podemos reflejarnos.