Cultura

Libros y documentales sobre el atentado de Carrero Blanco, entre el rigor y la conspiración

Documentales recientes han abrazado la teoría de la conspiración en torno al magnicidio del presidente franquista

  • Varios agentes junto al cráter que dejó la explosión del coche de Carrero Blanco. -

Es muy probable que el recuerdo que tengan muchos de ustedes sobre el asesinato de Luis Carrero Blanco sea la escena de una obra de ficción. El impacto en el imaginario colectivo español de la película Operación Ogro de Gillo Pontecorvo ha sido tal que miles de españoles tienen clavadas en su memoria varias escenas de la película como si de una pieza informativa se tratase. El vuelo hasta la cornisa del Dodge de Carrero recreado de manera fidedigna  en esta película ha quedado como la imagen oficial del atentado. 

El atentado contra Carrero es uno de los acontecimientos que ha mantenido su vigencia desde las distintas teorías de la conspiración a recientes casos judiciales que llevaron a los tribunales chistes o tuits mofándose del asesinato. El más reciente y mediático fue el de Cassandra Vera, una joven que fue condenada a una pena de prisión por una serie de tuits como: “ETA impulsó una política contra los coches oficiales combinada con un programa espacial” o “Película: A tres metros sobre el cielo. Producción: ETA films. Director: Argala. Protagonista: Carrero Blanco. Género: Carrera espacial”. Pero que finalmente fue absuelta por la Sala Segunda del Tribunal Supremo que consideró que la repetición de chistes fáciles y de mal gusto sobre un atentado ocurrido hace 44 años es "reprochable social e incluso moralmente en cuanto mofa de una grave tragedia humana", pero no resulta proporcionada a una sanción penal.

En la historiografía también ha sido un tema recurrente y algunas de las obras de referencia sobre el magnicidio fueron escritas recientemente. Una de las más concisas y clarificadoras es la del Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad del País Vasco, Antonio Rivera, publicada en 2021. 20 de diciembre de 1973. El día en que ETA puso en jaque al régimen franquista, perteneciente a la colección de obras que se centran en fechas señaladas de la historia de España como el 18 de julio de 1936 o el 11 de marzo de 2004.

La principal tesis niega la idea tan extendida de que el atentado allanara el camino hacia la democracia, ya que no era la intención de los terroristas, cuyo objetivo último siembre había sido la independencia y no la salud democrática española. Rivera también sostiene que lo que sí que consiguió el atentado fue consolidar la identidad de la joven banda en la violencia y el militarismo.

El libro también explica las gravísimas deficiencias en la seguridad del presidente del Gobierno que permitieron que un grupo amateur en magnicidios, consiguieran matar al número dos de la dictadura y escapar de Madrid. Las carencias en la seguridad del presidente del gobierno demostradas hace décadas por la historiografía sirvieron como mina para algunas de las teorías de la conspiración que negaban a ETA la operatividad necesaria para lograr tal fin. 

También muy interesante por los diversos enfoques que aborda es El atentado contra Carrero Blanco como lugar de (no-)memoria. Narraciones históricas y representaciones culturales, una obra colectiva dirigida por Patrick Eser y Stefan Peters. Este ensayo sostiene que fue el atentado más importante de la banda y con el que más legitimidad logró, y que según los historiadores ha sido infrarepresentado por el triunfo del discurso del "espíritu de la Transición". La obra repasa algunos puntos como la influencia del atentado dentro del nacionalismo vasco, la justificación del mismo y de la violencia política etarra, el tratamiento mediático del mismo y su representación en la ficción.

Estos asuntos también tienen cabida en Carrero Blanco. Historia y memoria, del profesor de historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha, obra publicada recientemente en la que aborda la biografía del almirante y dedica capítulos a asuntos como la memoria dentro del espacio público y las fronteras entre humor y justicia. 

Documentales y conspiración

Sirvan estos tres libros como buen ejemplo de una historiografía rigurosa publicada por investigadores reputados en torno al atentado. Sin embargo, el gran interés sobre el magnicidio abrió las puertas a decenas de obras de carácter especulativo y conspiranoico escritas por periodistas. No vamos a señalar todas aquellas obras, pero les recomendaríamos huir de aquellas en cuyo título, subtítulo o primer párrafo de la contraportada hacen mención a una posible implicación de la CIA.

La excelsa producción académica sobre el atentado no se ha visto reflejado en el mundo de la producción audiovisual, que nuevamente se han visto inundadas por las teorías conspiranoicas. Curiosamente, dichas hipótesis no aparecen o no tienen un peso sustancial en las obras más cercanas a los hechos, sino que es a partir del siglo XXI cuando la conspiración se adueña de muchas de las producciones, tal y como recogieron los historiadores Gaizka Fernández Soldevilla y Pablo García Varela en El asesinato de Carrero Blanco. Historia, teorías conspirativas y ficciónEl último caso lo analizamos hace unos días con el estreno de la miniserie de documental Matar al presidente, disponible en Movistar Plus+. Un batiburrillo especulativo que abraza todas las teorías conspirativas y en el que se hacen acusaciones tan graves como que la CIA colocó cargas explosivas de C4, o que "alguien mucho más poderoso que ETA lo sabía y lo dejó hacer".

En la serie continuamente se asevera que ETA no estaba preparada para llevar a cabo el magnicidio de Carrero, a pesar que la Historia ha demostrado que la seguridad en torno al almirante distaba mucho de ser infalible. Y el espectador del documental saldrá del visionado con la idea de que Estados Unidos sabía que se iba a atentar y lo permitió, o que directamente lo instigó o planificó. Obras más recientes, de ficción como El asesinato de Carrero Blanco (2011), o el documental Víctimas: la historia de las víctimas, emitida en 2006 en Telemadrid, insistieron en la conspiración.

Entre el escaso número de documentales rigurosos, destacamos el primer capítulo de la serie documental La Transición (1995) que hace un seguimiento a las primeras del atentado, el silencio inicial del régimen, el funeral de Carrero y las posteriores tensiones entre el núcleo duro del Franquismo y la Iglesia. Por último, también merece ser mencionada producciones más generales como Memoria de España (2004, TVE) que en su capítulo dedicado al franquismo huyen de cualquier especulación sobre los responsables del atentado, afirmando la autoría única de ETA. 

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