Hace pocas semanas, la Fundación Thyssen-Bornemisza celebraba los 20 años del museo y lo hacía con buenas noticias: daba a conocer las cuentas de la institución, que había registrado en 2011 sus primeros beneficios en, al menos, cinco años. Las cuentas, muy satisfactorias, mostraban ganancias de 661.894 euros en 2011, frente a las pérdidas de 620.000 euros de 2010 o las de más de tres millones de pérdidas registradas en 2008 y 2009, pero todo ello, gracias a patrocinadores que elevaron sus aportaciones hasta los 2,9 millones, y especialmente a las subvenciones millonarias que cada año recibe y se imputan a su cuenta de resultados.
Sin embargo, puede que existan otros pequeños recortes, ahorros y motivos por los cuales el Thyssen haya llegado más holgado a su aniversario, entre ellos, el ahorro que supuso la condonación de 38.596 euros del Ayuntamiento de Madrid por concepto de la tasa de basuras correspondiente al año 2007. En aquellos años Carmen Thyssen tuvo algunos desencuentros con el encontonces alcalde Alberto Ruiz Gallardón debido al proyecto de remodelación (actualmente paralizado) planteado para el paseo el Paseo del Prado. El asunto llegó a tal punto que la baronesa se encadenó a uno de los árboles frente al Museo Thyssen para expresar sui desacuerdo y, de paso, darle caldo mediático.
Entretanto, el tema impuestos municipales seguía su curso. Tras la salida de Alberto Ruiz Gallardón y la llegada de Ana Botella al cargo, se tomaron medidas para un Plan de Ajuste, entre ellas, el alza del impuesto de plusvalía y del impuesto de bienes inmuebles, sin tocar el impuesto para la gestión de residuos, reintroducido por Gallardón hacía tres años. Durante ese tiempo, la Fundación cerró el con unas provisiones por pagos de impuestos de 104.186 euros, que respondían a distintas reclamaciones del Ayuntamiento de Madrid. Este dinero aparece reflejado en el Balance de 2010. Sin embargo, en las cuentas de 2011, la cantidad aparecía reducida a 38.596 euros.
Todavía queda una provisión por la misma cantidad correspondiente al 2008.
Una parte corresponde a los pados del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) del año 2005 y otras dos resoluciones sobre las tasas de vehículos entre los años 2006 y 2010. Pero otros 38.596 euros, correspondientes a la tasa de residuos, aparecen dados de baja. Transcurridos cinco años (la tasa tiene su origen en 2007) el Ayuntamiento de Madrid no ha solicitado el pago ni ha hecho intervención alguna, lo que supone el vencimiento de la deuda al prescribir la reclamación. Todavía queda una provisión por la misma cantidad correspondiente al 2008, que si no se realiza ninguna impugnación en 2012, significará otros 38.596.