Cultura

‘Néstor, la película’, un documental de 98 minutos y un millón de dólares para alimentar el mito kirchnerista

Dos semanas después de la primera huelga general hecha por los sindicatos de oposición a la presidenta Cristina Kirchner, se estrena un documental que intenta alimentar el mito de su esposo,  Néstor Kirchner, como mártir político y figura popular a la vez que intenta allanar el camino de su hijo, Máximo, como sucesor de la saga familiar.

Además de sus seguidores, ¿quién más podría estar interesado en Néstor Kirchner, la película? Con esta pregunta abría el diario The New York Times su demoledora crítica al documental que sobre el fallecido presidente argentino que se estrenó –dos semanas después de la primera huelga general contra Cristina Kirchner- en 120 salas de Argentina y en cuya realización se invirtió un total de 1 millón de dólares.

El filme, de 98 minutos, es la versión cinematográfica de lo que ha ocurrido en Argentina desde la muerte de Kirchner: la profunda voluntad de alimentar un mito. Desde el fallecimiento de Néstor Kirchner, el 27 de octubre de 2010, se han bautizado con su nombre calles, monumentos, escuelas, torneos de fútbol  y centros culturales. Su esposa, la actual presidenta de la República, no se ha quitado los pesados vestidos negros con los que resalta el mensaje de su ausencia. Néstor, el mártir. El hombre que dejó su corazón hecho flecos mientras intentaba cambiar el rumbo económico de una nación económicamente colapsada.

Según informa The New York Times, la directora de la película, la kirchnerista Paula de Luque, "fue contratada porque la versión del director anterior -Adrián Caetano- no era los suficientemente aduladora", mientras que los productores -un legislador y un publicista- "se niegan a discutir públicamente por qué cambiaron el director".

En cuanto a los asuntos puros y duros del guion, la película elude convenientemente cómo los Kirchner construyeron una pequeña fortuna en la Patagonia durante los peores años de la dictadura militar de 1976-93 y cómo forjaron una alianza en la década de 1990 con el gobierno del presidente Carlos Menem, ahora el chivo expiatorio de todos los males económicos del país", analiza.

El único aspecto realmente novedoso de la película que rescata la crítica - además del material de archivo nunca antes revelado de los Kirchner como pareja- es el papel protagónico Máximo Kirchner. Aunque el hijo mayor de la pareja presidencial fundó un grupo juvenil progubernamental que ha asumido un papel más político desde la muerte de Néstor, ha evitado en gran medida el centro de atención. Y pone en evidencia que el documental intenta retratar a Máximo como el heredero político natural de Kirchner, algo que muchos no ven del todo claro en la Argentina actual, por más que en el filme se intente darle algo más que un empujón como heredero de la saga política de Kirchner.

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