Puede que tenga la suerte de pasar la Nochebuena en paz y armonía o que, por el contrario, cuente los días que quedan hasta que los langostinos se le atraganten en cuanto empiece el primer dilema familiar. Una herencia, una deuda, el color de las cortinas, la llegada a la presidencia argentina de Milei, la ley de amnistía, la tala de árboles en Madrid, la renovación del CGPJ, las incoherencias históricas del Napoleón de Ridley Scott o el nuevo ministro de Cultura. Cualquier excusa puede hacer saltar por los aires la velada más importante del año.
Para quitar hierro al asunto y demostrar que en todas las familias cuecen habas, en Vozpópuli hemos recopilado algunas cenas o comidas familiares que no terminan del todo bien después de la primera o segunda copa de champán y que hacen saltar por los aires lo que en principio iba a ser una reunión tranquila. Así, cuando llegue la Nochebuena, cualquier discusión parecerá tan solo un intercambio apasionado de opiniones y se hará realidad aquello que dice el protagonista de la última película de Ken Loach: "Quienes comen juntos permanecen juntos".
Agosto (2013)
Meryl Streep, Julia Roberts y Ewan McGregor, entre otros, protagonizan esta película, basada en la obra teatral de Tracy Letts del mismo título que John Wells se encargó de llevar al cine hace ya diez años. En ella, durante una reunión familiar tras la muerte del padre, todas las miserias y secretos salen a la luz de la peor de las maneras -cómo no, durante una comida-, a pesar de ese deseo que en algunas ocasiones resulta utópico de permanecer unidos como una familia.
Sieranevada (2016)
El rumano Cristi Puiu arrancó los peores calificativos de Carlos Boyero con Sieranevada y solo este motivo es suficiente para despertar la curiosidad de la que fue para muchos una de las mejores películas de 2016. En esta tragicomedia familiar, y al igual que en Agosto, una familia se reúne para recordar al padre fallecido en el primer aniversario del difunto. En este ecosistema todo parece torcerse mientras esperan que el pope oficie una ceremonia antes de empezar la comida.
Celebración (1998)
¿Se acuerdan del movimiento Dogma, que impulsaron cineastas como Lars Von Trier? Aquel cine experimental que huía de los artificios arrancó con la película Celebración (1998), una comedia negra del danés Thomas Vinterberg en la que durante el 60 cumpleaños del padre de familia el hijo mayor revela una verdad un tanto incómoda. Ninguna Nochebuena, por mucho que se complique, puede terminar peor.
Adivina quién viene esta noche (1967)
Sidney Poitier, Spencer Tracy, Katharine Hepburn y Katharine Houghton protagonizaron esta película romántica, dirigida por Stanley Kramer, en la que la hija de un matrimonio acomodado lleva a su casa a un apuesto médico con el que pretende casarse. Sin embargo, sus padres, que presumen de tener una mentalidad abierta, no ven con buenos ojos esta unión.
La cena de los idiotas (1998)
La cena de los idiotas fue una de las comedias más divertidas del cine francés, basada en la obra teatral homónima de Francis Veber. En ella, un grupo de amigos organiza una cena cada miércoles a la que siempre llevan a un idiota, en una especie de concurso por ver quién gana. Uno de ellos lleva a un trabajador de Hacienda, sin saber que en realidad se trata de un maestro de la provocación.
Perfectos desconocidos (2017)
Álex de la Iglesia dirigió una de las muchas adaptaciones que se hicieron del filme original del italiano Paolo Genovese (un total de 23, el mayor número de la historia del cine). En ella, un grupo de amigos se reúnen para cenar y uno propone la gran idea de colocar los móviles en el centro de la mesa y leer en voz alta los mensajes que llegan durante la cena. Pronto la histeria se desata y quienes creen conocerse en realidad no se conocen tanto. Ágil, divertida y dinámica.
Plácido (1961)
En un pueblo de provincias, unas mujeres deciden, en un acto de caridad, organizar una campaña navideña bajo el lema: "Siente un pobre en su mesa". De esta forma, las familias más acomodadas abrirán las puertas de su casa a quienes menos tienen durante la cena de Nochebuena. Plácido, un chófer del evento en cuestión, conduce un motocarro que aún no ha terminado de pagar y se ve envuelto en varios incidentes, al tiempo que trata de terminar de pagar la letra que le queda. Esta película es una de las mejores sátiras de Luis García Berlanga y una peculiar forma de imaginar las cenas navideñas.
Fanny y Alexander (1982)
La miniserie de Ingmar Bergman que también llegó al cine en un montaje de tres horas y media contaba la vida de dos hermanos, Fanny y Alexander Ekdahls, en su infancia. En la primera parte del filme, la familia se prepara para una cena de Nochebuena en la que amos y criados comen en la misma mesa. Bajo esa capa de aparente felicidad, se ocultan secretos: infidelidades, adulterios y relaciones de odio.
El ángel exterminador (1962)
La joya de la corona de las películas con comidas que se tuercen es, si duda, El ángel exterminador, la película con la que Luis Buñuel imaginó un drama surrealista en el que los invitados de una cena no consiguen salir de la casa por algún extraño motivo que desconocen, una situación que se alarga durante días y que apela al instinto de supervivencia de los protagonistas.