Un millón de euros. Se dice pronto. ¿Cuántas hipotecas puede solucionar esta cuantía? ¿Y cuántas cuotas de autónomo se pueden pagar con tan magna? Bueno, para empezar hay que tener en cuenta que el Estado se va a quedar una buena parte del premio, y eso que ellos, escribir, poquito. Por lo tanto, y ahora que llegan los rumores sobre el posible ganador o ganadora, los primeros “afortunados” son los muchachos de Hacienda, tan agradecidos y literatos ellos, con esas cartas que sin abrirlas ya se leen amenazantes. Dicen que no hay que juzgar un libro por su portada, pero los sobres de la Agencia Tributaria, a pesar de su pálida sobriedad, merecen un juicio (a algunos inspectores y ministros -vaya aquí la osadía de ofender a este colectivo- habría que procesarlos de manera sumarísima; cuanto antes, mejor).
Va aquí otra cuestión: ¿Cuántos títulos “planetarios” han pasado a la Historia? Actuales, a poder ser. Tómese su tiempo y, si procede, responda con esa altanería tan prodigada del que comenta en Facebook (con torería y valor). Contestación: ninguno, al menos a corto plazo. Esto -ojo- no denota falta de calidad, pero para que algo sea histórico ha de pasar primero a la historia habiendo dejado huella. Basta con hacer un repaso de las dos últimas galardonadas (ganadora y finalista):
(2020) Aquitania, de Eva García Sáenz de Urturi: 601.000 euros. La finalista, Sandra Barneda, se llevó los 150.250 euros por quedar finalista. En las estanterías de las grandes superficies, ambas obras se mostraban juntas, con los correspondientes retratos de las dos autoras. ¿En qué han quedado, sobre todo para el público general, que conoce a “la Barneda” más por su papel de presentadora que por los libros que ha publicado? Con razón en Telecinco saben antes el resultado de un juicio antes de la deliberación del juez.
Con el Planeta, de hecho, sucede parecido, pues se sabe el nombre del agraciado o agraciada antes de que se pronuncien oficialmente los jueces o el fallo del jurado, como es el caso (José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López). No era una excepción la de hoy, por supuesto, ya que a media tarde el comentario era “el premio de este año MOLA”. El chiste se hace solo. La finalista es Pilar Sánchez Garnica, pero eso se supo en el salón, antes de embucharse los cavas, vinos y demás bebidas espirituosas.
654 textos se han presentado para la LXX edición del Planeta de este año. De esos 654, diez han pasado a la final, como si de El juego del calamar se tratara (¿y si al recoger las mesas después de la cena dejan los camareros solo un cuchillo?):
-Cadáveres insepultos, de Escolarca de Clazómenes (seudónimo)
-Descalza voy contigo, de Antimio Cruz Bustamante
-Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo)
-La llama del pasado, de Aurelio González González
-Barbarie, de El Arlequinado (seudónimo)
-El túnel de Oliva, de Jorge Sánchez López
-El viaje, de Camilla Seymour (seudónimo)
-El canto del grajo, de Fermina Cobos (seudónimo)
-Hijos de la ira, de Yuri Zhivago (seudónimo)
-Donde el recuerdo nos lleve, de Elahanleys (seudónimo)
En la primera votación, la primera criba, han pasado cinco:
-Descalza voy contigo, de Antimio Cruz Bustamante
-Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo)
-El viaje, de Camilla Seymour (seudónimo)
-Hijos de la ira, de Yuri Zhivago (seudónimo)
-Donde el recuerdo nos lleve, de Elahanleys (seudónimo)
Segunda votación, caen otros tantos (sigue El juego del calamar):
-Descalza voy contigo, de Antimio Cruz Bustamante
-Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo)
-El viaje, de Camila Seymour (seudónimo)
-Hijos de la ira, deYuri Zhivago (seudónimo)
En la tercera, se empieza a ver el resultado (el ruido del murmullo de los presentes lo dice todo):
-Descalza voy contigo, de Antimio Cruz Bustamante
-Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo)
-Hijos de la ira, de Yuri Zhivago (seudónimo)
A estas alturas, ustedes, lectores, de encontrarse en el lugar del firmante de este texto, deberían
deducir ya quién es Sergio y quién Yuri:
-Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo)
-Hijos de la ira, de Yuri Zhivago (seudónimo)
Sube el jurado, uno a uno, presentados por la presentadora de Antena 3 Noticias Esther Vaquero. Había cierta tensión, pero esto estaba cantado. El presidente de Planeta, José Crehuera, se arrancó con un discurso previo a la noticia, no sin antes bromear con Juan Eslava Galán. Bromear… Con algo de acidez para algarabía de los presentes (“¿Te acuerdas, Juan? Todavía tenías pelo”) y un mensajito para el ministro Iceta (“Un plan de ayuda para las librerías, por favor”). Bravo por el discurso de Crehuera. Buen previo, mejor que los violines del comienzo (para la próxima unos mariachis, sisplau):
Finalista:
-Hijos de la ira, de Yuri Zhivago (seudónimo), que en realidad es Últimos días en Berlín, de Paloma
Sánchez-Garnica.
Ganador:
-Ciudad de fuego, de Sergio López (seudónimo), que en realidad es La bestia, de Carmen Mola,
cuyas identidades son las de Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero. Tres hombres. Esto
sí que no se podía saber.
Escribir en España es llorar, que diría Larra. ¡Rayos! Pero ya que se llora, que al menos haya billetada para sonarse el apéndice nasal. No empezó el “sarao” hasta que SS MM no llegaron al Museu Nacional d'Art de Catalunya, donde se celebró el evento, con la presencia del ministro de Cultura Miquel Iceta (ha tenido que competir con Flash Gordon para llegar a tiempo a Barcelona), la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, la consellera de Cultura de la Generalitat Natàlia Garriga… y un puñado de celebridades y otras personalidades de la fauna política, española y catalana.
Ganó Carmen Mola (sorpresa en Las Gaunas), el seudónimo sobre el seudónimo, el traspaso de Alfaguara a Planeta, Figo dejando el Barça para fichar por el Real Madrid (cobra fuerza la fantasía
del cuchillo en la mesa). Pero resulta que son tres hombres. Queda desvelado uno de los grandes misterios de la literatura nacional.
Pero frivolidades y chanzas aparte, a Carmen Mola se le reconoce el talento (esto no quiere decir que los anteriores nombres sufran escasez de tal habilidad), pero es que su trilogía (La novia gitana, La red púrpura y La nena) es digna de elogio, porque si es dos veces bueno lo breve, aquí el refrán no funciona y falla a favor de la escritora.
Paloma Sánchez-Garnica es de la casa, de Planeta, y ya fue nombrada ganadora del Premio de Novela Fernando Lara en 2016 con Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido, obra que tuvo cinco ediciones. ¿Pasarán a la historia? Pues vaya usted a saber, pero aquí se sigue utilizándose la etiqueta de “mítico”.
Ojalá se presente Pepe Colubi con seudónimo. Él, si ve que usted se tropieza jugando a Luz verde/Luz roja, tenga por seguro que le agarrará por el pescuezo. Que igual luego le tima con las canicas, pero de momento no va a dejar que muera fusilado. ¡Eso sí que sería mítico! El Premio Planeta es como la primera edición de Operación Triunfo: ganó Rosa, pero quien de verdad lo acabó petando fue David Bisbal. Gana el autor, no el libro, y la gente aplaude más el premio que al premiado.