Cultura

La prostitución en el cine: lo 'naif' de 'Vivir su vida', la idealización de 'Pretty Woman' y la realidad de 'La maison'

Las prostitutas han sido personajes recurrentes en el cine, especialmente en sus principios. Mujeres con un pasado -y presente- traumático como la Iris de Jodie Foster en 'Taxi Driver', "un arquetipo de Cenicienta" como la Vivian de Julia Roberts en 'Pretty Woman' o la experiencia real a través de los ojos de Emma en 'La Maison'

La prostitución en el cine: lo 'naif' de 'Irma la dulce', el cuento de hadas de 'Pretty Woman' y la cruda realidad de 'Anora'
Vanesa Nérida

"Si ha existido un papel femenino fundamental en la historia del cine, ese ha sido el de la prostituta", manifiesta Juana Gallego en 'Cine y prostitución: una lectura del sexo de pago en la ficción cinematográfica'. La representación de las trabajadoras sexuales en el séptimo arte ha ido vagando por diversos caminos. Desde una visión más 'naif' en sus inicios, como en 'Irma la dulce' (Billy Wilder, 1963), hasta una imagen más cruda y realista, como en 'Joy' (Sudabeh Mortezai, 2018).

'Anora' (Sean Baker, 2024), cuya protagonista es una trabajadora sexual, ha sido la última película en ganar la Palma de Oro. Y aunque ya ha habido cintas con personajes dedicadas a este sector que han conseguido alzarse con este galardón, como 'París, Texas' (Wim Wenders, 1984) o 'Taxi Driver' (Martin Scorsese, 1976), ni Nastassja Kinski ni Jodie Foster ocupaban el papel principal, como es el caso de Mickey Madison.

Fotograma de 'Anora'

Así como la ficción se nutre de la realidad, el cine también influye, en cierta manera, en la opinión pública y el imaginario social. "La experiencia de la ficción siempre produce unos efectos en nuestra forma de mirar la realidad", expresa Juana Gallego en su investigación. Actualmente, en la sociedad pueden identificarse dos movimientos ideológicos en torno a la prostitución.

Por un lado, una visión regulacionista, "para la que la prostitución es trabajo sexual, una actividad o servicio dentro de un conjunto más amplio configurado por las actividades relacionadas con el sexo", plantean Federico Pozo Cuevas y Beatriz Cruz Márquez en su estudio de perspectivas sociológicas de esta profesión. Asimismo, señalan que el problema son "las condiciones y la estigmatización que soportan muchas de las personas que se dedican a ella y que, por eso mismo, precisan de un estatus jurídico".

La otra perspectiva es abolicionista, "para la que la prostitución implica necesariamente violencia y explotación sexual y sólo existe porque las relaciones entre hombres y mujeres se plantean en términos de dominación y sumisión dentro de un sistema capitalista patriarcal", indican Pozo Cuevas y Cruz Márquez. En este sentido, Gallego apunta a que su representación en el cine es una "aproximación" al "doble rasero" que "la sociedad ha elaborado del discurso sobre la sexualidad masculina y femenina".

La prostitución como cuento de hadas

Los inicios de la prostitución en el cine se caracterizan por tener un punto de vista más inocente, como en 'Party Girl' (Victor Halperin, 1930). Además, al principio, las trabajadoras sexuales aparecían principalmente en trabajos privados. Esta visión 'naif' se extiende a lo largo de la historia cinematográfica en distintas películas, ejemplo de ello es 'Irma la dulce', 'París, Texas' o 'Vivir su vida' (Jean-Luc Godard, 1962).

Fotograma de 'Irma la dulce'

Varias de estas narrativas afrontan la figura de la prostituta como una mujer que necesita ser salvada por un hombre e, incluso, encontrar el amor verdadero. Así ocurre en 'Poderosa Afrodita' (Woody Allen, 1995); el periodista que interpreta el director intenta ayudar a la madre biológica de su hijo -que es una trabajadora sexual-. Otro ejemplo es 'Noches de Cabiria' (Federico Fellini, 1957), donde la protagonista busca ese amor auténtico.

Debido a que estos filmes suelen ser tratados desde el género de la comedia romántica, representan una imagen idealizada de la prostitución. 'Pretty Woman' es la cinta que mejor encaja en este canon, la cual, de hecho, acostumbra a ser líder de audiencia cuando se emite en televisión. Antonio Cuadri, director de cine con quien ha hablado Vozpópuli, define al personaje de Vivian, interpretado por Julia Roberts, como un "arquetipo de Cenicienta".

Según el director, 'Pretty Woman' "es la prostitución en color de rosa". Antonio Cuadri defiende que, en este caso, la profesión de Vivian está en un segundo plano del guion, simplemente "es un pretexto". "En esa película, quizás lo que se toca de una manera casi inconsciente es el deseo de los seres humanos de ser felices", comenta. "No hay una conciencia en el espectador de que se esté abordando este tema" porque "el trasfondo es la prostitución, pero podría ser cualquier cosa", añade. En este sentido, compara la narrativa de 'Pretty Woman' con la de 'Oficial y Caballero'.

Fotograma de 'Pretty Woman'

Una visión más cercana a la realidad

Los filmes realizados en las últimas décadas que tocan la prostitución han tendido a representar una imagen más realista de lo que viven las trabajadoras sexuales. Esto se debe en parte a los documentales y reportajes producidos, en los que mujeres que han ejercido esta profesión comparten sus experiencias. "Se ve la sordidez, las dificultades emocionales que representa", ya que en "un trabajo así siempre hay 'una dependencia, una esclavitud, un proxenetismo'", apunta Cuadri.

Cada vez son más los directores y guionistas que cuando van a crear el personaje de una prostituta, lo hacen inspirándose en hechos reales. Un ejemplo es 'La Maison' (Anissa Bonnefont, 2022), basada en la novela autobiográfica de Emma Becker; una novelista que quiere escribir un libro sobre trabajadoras sexuales y para ello consigue trabajo en un burdel.

Según apuntan diversas investigaciones, las cintas dirigidas por mujeres suelen tener una visión más cruda y realista de la prostitución. 'Joy' (2018) narra la experiencia de una joven nigeriana que trabaja las calles para poder pagar la deuda que le debe a la madame que le trajo a Europa. Otras películas que siguen esta línea son 'Gritos de Silencio' (Megan Griffiths, 2013) -sobre una red de trata- y 'Alanis' (Anahí Berneri, 2017) -una trabajadora sexual que lucha por mantener a su hijo-.

Fotograma de 'Joy'

La imagen social que se tiene de la prostitución ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. El hecho de que las trabajadoras sexuales hayan tenido un micrófono para poder contar sus vivencias ha ayudado a la sociedad a entender lo que realmente se esconde detrás de esta profesión y, por lo tanto, también ha contribuido a que se haga una mejor representación de ella en el cine.

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