Con la llegada del frío, inevitablemente, comienzan a aumentar los casos de gripes y resfriados. Y es que, en esta época del año, coger este tipo de infecciones y virus es algo de lo más habitual.
Aunque muy comunes y por lo general sin mucha gravedad, los síntomas de resfriados y gripes son de lo más incómodos. Dolor de cabeza, congestión, tos, estornudos, fiebre y malestar general son algunas de las molestas manifestaciones de estas afecciones.
Dicen los expertos que el paso de los días y unos buenos hábitos son los mejores remedios para aliviar estos síntomas. Sin embargo, también aseguran que podemos acelerar el proceso de cura para liberarnos cuanto antes de ellos siguiendo unos sencillos consejos.
Consejos para curar un resfriado de forma rápida
Aunque el proceso de curación depende de cada persona, y el tiempo de si se trata de un resfriado común o una gripe, llegando incluso a alargarse hasta diez días, encontramos algunos remedios caseros para sentirse mejor lo más rápido posible:
- Tomar duchas calientes: aunque pueda no apetecerte mucho, darse una ducha con agua caliente es un excelente remedio para aliviar los síntomas del resfriado. El vapor del agua ayuda a expulsar la mucosidad y a reducir la congestión nasal. Según los expertos del Centro para el Resfriado Común, en la Universidad de Cardiff, darse un baño caliente de 20 minutos activa las defensas y puede frenar el avance del virus.
- Usar pañuelos desechables: olvídate de los pañuelos de tela y opta por los desechables. De esta manera, evitarás estar tocando continuamente el foco del virus. No reutilices los pañuelos, una vez utilizados, deshazte de ellos.
- Hacer ejercicio suave: aunque creas que no es lo más apetecible del mundo, hacer algo de ejercicio físico, aunque solo sea un corto paseo, unos estiramientos suaves o una sesión corta de yoga, estimulará tus defensas.
- Beber mucha agua: mantenerse hidratado es más importante que nunca, ya que ayuda a eliminar las toxinas y a expulsar la mucosidad. Además, alivia el dolor de garganta.
- Hacer gárgaras: uno de los trucos favoritos de las madres y abuelas son las gárgaras con miel o con alguna infusión (manzanilla, salvia, limón…) para aliviar la inflamación y el dolor de garganta.
- Tomar alimentos calientes: cuando estamos resfriados no solemos tener mucho apetito, y lo que más apetece es comida caliente. Consumir platos calientes, como sopas, cremas o guisos ligeros ayuda a reducir la inflamación de las mucosas aliviando los síntomas. Las infusiones pueden convertirse en tus grandes aliadas.
- Lavar sábanas y toallas: al igual que los pañuelos pueden convertirse en foco de los virus, las sábanas y las toallas que utilizamos a diario también. Por eso se recomienda cambiarlas y lavarlas constantemente hasta que nos recuperemos del resfriado.
- Tomar alimentos ricos en vitamina C: alimentarse bien cuando se está enfermo es necesario para recuperarse. Según los expertos, es importante incluir alimentos ricos en vitamina C para evitar la inflamación de las mucosas de la nariz, la faringe y la laringe. Además de la popular naranja, otros alimentos ricos en vitamina C son el caqui, el brócoli, las fresas, el kiwi o el pimiento rojo.
- Utilizar suero fisiológico o agua de mar: despejar las fosas nasales durante el resfriado no solo es un alivio, también una manera de facilitar la expulsión de la mucosidad. Para ello, puedes utilizar suero fisiológico o productos comerciales de agua de mar.
- Descansar: tu cuerpo está combatiendo, por lo que necesita descansar el máximo tiempo posible para reponerse cuanto antes.
- Humedecer el aire: es importante mantener húmedo el aire de la habitación donde estemos, para evitar que el ambiente seco irrite la nariz y la garganta. Para ello, puedes utilizar un vaporizador y colocar un recipiente con agua cerca de alguna fuente de calor, como un radiador, para que desprenda vapor.