Bienestar

Llega el frío: así puedes aumentar tu deseo sexual aunque estemos a bajo cero

El deseo sexual tiende a disminuir cuando bajan las temperaturas. Te contamos cómo puedes hacer para mantenerlo a tope también en invierno

El deseo sexual cuando llega el frío puede quedarse igual que la temporada invernal: bajo cero. Pero no siempre tiene que ser así y el invierno puede ser también un gran momento para recuperar el deseo sexual y disfrutar plenamente de las noches en casa, con la calefacción a tope y con tu pareja cerca. 

Según el Estudio Nacional de Sexo de EasyToys, un 62 por ciento de españoles tienen en verano su etapa de mayor actividad sexual del año. Altas temperaturas, menos ropa y vacaciones son ingredientes imparables para mantener más sexo, pero, ¿qué pasa después cuando llega el otoño y luego el invierno?

La vuelta a la rutina significa “menos tiempo, de peor calidad y tener que priorizar otras actividades y necesidades”, señalan los expertos de la marca. “El otoño trae días más cortos y melancólicos, y la oxitocina generada en verano se modera. Sin embargo, diversos estudios aportan datos que demuestran que en otoño se incrementa el apetito sexual. Según Smell & Taste Treatment and Research Foundation, el nivel sanguíneo hacia el pene aumenta en un 20 por ciento, mientras la concentración de espermatozoides es más alta que en los meses de verano, tal y como apunta la Division of Reproductive Health Center”, añaden.

¿Por qué cae el deseo sexual en invierno?

Aunque en cuestiones de relaciones sexuales no siempre hay una ciencia exacta, es cierto que hay algunos motivos por los que el deseo sexual puede verse afectado con la llegada de las bajas temperaturas en invierno:

Hay menos luz. Esto reduce los niveles de vitamina D en el cuerpo. Esta vitamina está relacionada con la producción de testosterona, una hormona que influye en el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres. La disminución de la luz solar también afecta la producción de serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo, y puede aumentar la producción de melatonina, que nos hace sentir más cansados o somnolientos.

Los cambios en la cantidad de luz solar también pueden afectar el ritmo circadiano y la producción de hormonas sexuales, lo que impacta el deseo sexual. A esto le añadimos las bajas temperaturas que pueden llevar a muchas personas a sentirse menos inclinadas a desvestirse o estar físicamente activas. 

El deseo sexual en invierno puede caer por la falta de energía.El deseo sexual en invierno puede caer por la falta de energía. Foto: Pixabay

El invierno puede contribuir al desarrollo del Trastorno Afectivo Estacional (TAE), un tipo de depresión que ocurre en los meses fríos debido a la falta de luz solar. La depresión y la ansiedad suelen estar asociadas a una disminución del deseo sexual, ya que afectan la motivación general y la energía emocional. Además, en esta época del año se suele dar un período en el que muchas personas experimentan más estrés debido a la cercanía de las fiestas navideñas, de nuevas responsabilidades laborales o de posibles cambios de rutina. El estrés elevado y la fatiga pueden disminuir significativamente la libido.

Aunque no lo creas, incluso la dieta puede influir en el deseo sexual. Una alimentación rica en carbohidratos y grasas, que suelen aumentar durante los meses de invierno, puede hacer que las personas se sientan más pesadas y con menos energía. Esto también puede reducir el deseo sexual.

Deseo sexual a tope con el frío

¿Qué es lo que falla entonces? La falta de tiempo y la rutina pueden ser frenos para que este apetito no se materialice, por lo que los expertos nos dan algunos consejos para dar rienda suelta a nuestro deseo sexual en las próximas semanas con la bajada de las temperaturas.

Saca tiempo para escucharte. Según el mencionado Estudio Nacional de Sexo, el 56 por ciento de las personas considera muy importante tener una buena vida sexual para su propio bienestar, y el 72 por ciento afirma sentirse satisfecha con su vida sexual actual. “Tener sexo es importante para nuestro bienestar general, por lo que es importante encontrar tiempo diario entre el trabajo y otras responsabilidades para preguntarnos qué tal estamos y qué nos apetece”, señala Emily Clayson, portavoz de Easytoys.

Si el deseo sexual decae, habla con tu pareja para buscar soluciones.Si el deseo sexual decae, habla con tu pareja para buscar soluciones. Foto: Pixabay

Dale una oportunidad a la experimentación. El lado positivo es que durante el otoño y el invierno seguramente tenemos más tiempo de estar en casa, por lo que puede ser una buena opción para probar nuevas dinámicas. “El uso de juguetes pueden ser un incentivo para pasar tiempo íntimo con nuestra pareja, a la vez que podéis descubrir algo nuevo juntos y os vais a conocer aún mejor”, explica Clayson. También es un buen momento para dar rienda suelta a nuestras fantasías siempre que lo habléis y estéis los dos de acuerdo con llevarlas a cabo.

La importancia de la buena comunicación. Es importante hablar sobre sexo y también durante. El deseo sexual puede tener un momento de bajón, por lo que es importante saber qué sucede, si es algo puntual o si es necesario acudir a un profesional que os ayude a mejorar ese momento en el que la libido no está en lo más alto. Una buena experiencia sexual es clave para “querer más”, por lo que comunicar tus gustos y preferencias es clave para que cada encuentro sea satisfactorio. La comunicación no sólo da confianza y elimina barreras o tabúes, sino que además potencia los momentos de intimidad en pareja.

Cuida y entrena tu cuerpo para mejorar el deseo sexual. Otra consecuencia de la falta de tiempo puede ser descuidar nuestro cuerpo físicamente. Para Raquel Garrigós, fisioterapeuta y especialista en bienestar de Bewoman360, “ejercitar nuestro cuerpo con actividades como entrenar ejercicios de fuerza o estiramientos puede ayudar a sentirnos más vivos y activos sexualmente. Hacer ejercicios dirigidos al suelo pélvico nos permite tener un mayor control sobre los músculos durante la excitación y el orgasmo, lo que puede potenciar las sensaciones placenteras”.

Hacer planes y dar sorpresas a tu pareja. Improvisar planes en solitario o en compañía para conocer gente o estrechar lazos con tu pareja es también clave para frenar la rutina. “Planear una escapada o un plan divertido al mes, aunque sea en tu misma ciudad, puede ayudar a encontrar un momento para disfrutar y limitar el impacto negativo de la falta de tiempo de los próximos meses”, concluye Clayson.

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