La alimentación juega un papel importante en la salud, incluida la salud cerebral. Así, mientras el consumo de algunos alimentos puede dañar el cerebro, el de otros favorece su buen funcionamiento, ayudándole a mejorar sus capacidades, como la concentración, la memoria y la motivación. Así lo aseguran los expertos que insisten en la necesidad de llevar una dieta sana y equilibrada que aporte los nutrientes necesarios para evitar problemas de salud y enfermedades.
Son muchos los estudios que confirman el impacto, tanto positivo como negativo, de la alimentación en la salud. Así, al igual que ocurre con otros órganos, el cerebro necesita nutrientes como son las grasas de buena calidad, las vitaminas y minerales, y los antioxidantes. Y es que, un cerebro bien alimentado, funciona correctamente.
Así lo señala la Dra. Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional de la Universidad de Harvard y autora del libro ‘Lo que la comida hace a tu cerebro’: “Lo que comes puede influir, y de hecho influye, en la salud de tu cerebro, incluida tu capacidad para evitar la enfermedad de Alzheimer. Hay ciertos alimentos, como las pipas de girasol y los cereales integrales, que apoyan mayores beneficios”.
En un artículo publicado por la experta, en colaboración con la neurocientífica y compañera en la misma universidad, la Dra. Lisa Genova, recalca la importancia de algunos nutrientes necesarios para mejorar la memoria y la concentración. Es el caso de los ácidos grasos omega-3, los flavonoides y vitaminas como B12, E y K, que podemos encontrar en alimentos como las frutas, verduras, mariscos y frutos secos.
Sin embargo, para la experta de la Universidad de Harvard, hay un alimento clave para cuidar de la salud mental: las verduras de hoja verde.
Las verduras de hoja verde, el alimento para mejorar la memoria y tener un cerebro sano
Es importante vigilar la salud cerebral en todas las etapas de la vida: en la edad infantil, para fomentar el desarrollo cognitivo de los niños; en la adulta, para prevenir afecciones; y entre los más mayores, para frenar el deterioro.
Para ello, las expertas de la Universidad de Harvard recomiendan comer verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas, el repollo, la col, la lechuga o los berros. Unos alimentos cuyo consumo, al igual que el de otras frutas y verduras, ha bajado en los últimos años en España, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Tal y como señalan las doctoras Uma Naidoo y Lisa Genova, existen tres poderosas razones por las que debemos comer verduras de hoja verde:
-Son ricas en vitamina B: son una gran fuente de vitaminas del grupo B, “clave para la salud cerebral y neurológica, la función óptima de los neurotransmisores y una salud psicológica equilibrada”, señala Naidoo.
Entre ellas, encontramos la B9 (ácido fólico) vitamina cuyo déficit, al igual que ocurre con la B12, los estudios relacionan con enfermedades como la depresión o la demencia. Sin embargo, mientras que la vitamina B12 se encuentra en alimentos como el pescado, el pollo, el cerdo, los huevos o la leche, la B9 la encontramos en alta concentración en las verduras de hoja verde, clave para la salud cerebral.
No hay que olvidar, la importancia de esta vitamina durante el embarazo, ya que ayuda a evitar defectos en la formación del tubo neural y defectos graves del cerebro del bebé.
-Cuentan con nutrientes que estimulan el cerebro: tal y como apunta la doctora Lisa Genova, las verduras de hoja verde están llenas de “nutrientes potenciadores del cerebro” como el folato; la luteína, relacionada con una mejora de la función y estructura cerebrales en personas mayores; y el betacaroteno, que los expertos relacionan con una mejora de la memoria verbal y cognitiva.
-Tienen un alto contenido en fibra: las expertas también destacan que las verduras de hoja verde son ricas en fibra dietética, cuya ingesta se asocia con una menor probabilidad de desarrollar depresión, como también apuntó un estudio publicado en 2021 en la revista ‘Complementary Therapies in Medicine’.