Aunque conscientes de la importancia que tiene una buena alimentación para nuestra salud, los expertos aseguran que, gran parte de la población, todavía no lleva una buena dieta. Así, insisten en la necesidad de revisar y mejorar nuestros hábitos alimenticios, e incluir buenos ingredientes que nos ayuden a estar sanos y evitar enfermedades. Es el caso del jengibre, un superalimento admirado por sus propiedades nutricionales, o de frutas como el limón, que además de dar sabor a los platos combate conocidas dolencias; o del arándano.
De origen desconocido aunque cultivado en gran parte del mundo, incluido España, donde se cuenta con importantes producciones como las de Huelva, el arándano es considerado un superalimento por sus múltiples propiedades nutricionales. Y es que, a pesar de su pequeño tamaño, estas bayas ofrecen numerosos beneficios para la salud.
Las enfermedades que los arándanos ayudan a combatir
De color azul oscuro, aunque también se pueden encontrar rojizos, y de dulce sabor, los arándanos son una auténtica bomba nutricional. Son ricos en vitaminas A, C y K y del grupo B (B1, B2, B3, B 5 y B3). Además, contienen altos niveles de minerales como cobre, zinc, manganeso, selenio, sodio, calcio, potasio, magnesio, hierro y fósforo. Tampoco hay que olvidar su aporte de fibra y que son bajos en calorías (60 por cada 100 gramos).
Pero sin duda, es su alta concentración de antioxidantes (compuestos fenólicos o polifenoles) los que mayor popularidad han dado a esta fruta, considerada por los expertos una de las más completas y con más beneficios que hay.
Además de antioxidantes, los arándanos tienen también, entre otras, propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que contribuyen a combatir algunas conocidas enfermedades como estas:
-Enfermedades cardiovasculares: los arándanos tienen propiedades cardiosaludables que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas. Tal y como señala la Fundación Española del Corazón (FEC), el consumo de esta fruta, al igual que de otros frutos como las fresas, podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir un infarto gracias a su alto contenido de antocianinas.
-Hipercolesterolemia: como decíamos, los arándanos son importantes aliados del corazón, ya que favorecen algunos de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es el caso de la hipercolesterolemia. El consumo regular de esta fruta ayuda a reducir la absorción de grasas y controlar así los niveles de colesterol.
-Enfermedades neurodegenerativas: según aseguran diferentes estudios, los arándanos ayudan a mejorar las tareas cognitivas, a retrasar el envejecimiento del cerebro y a reducir el riesgo de demencia. Según una investigación de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos, esta fruta también ayudaría a prevenir el Alzheimer.
-Hipertensión: al igual que mejoran los niveles de colesterol malo, los arándanos también ayudan a controlar los de la tensión arterial, reduciéndola.
-Problemas oculares: gracias a su alto contenido en vitamina A, los arándanos ayudan a cuidar de la salud visual y previenen problemas como los ojos secos. Además, rebajan la fatiga ocular y, gracias a los flavonoides, ayudan a reparar las células nerviosas de la retina.
-Diabetes: según estudios recientes, el consumo habitual de arándanos mejora los indicadores de la diabetes tipo 2. Gracias a su alto contenido en flavonoides, con acción antioxidante, mejoran la acción de la insulina ayudando a equilibrar los niveles de glucosa en la sangre.
-Infecciones urinarias: aunque aún existen dudas sobre la ayuda de los arándanos para aliviar y evitar infecciones del tracto urinario, lo cierto es que numerosos estudios aseguran que su consumo sí es eficaz para esta dolencia. Al igual que otros frutos rojos, tanto los arándanos como los suplementos que contienen esta fruta, son buenos aliados en las infecciones del tracto urinario.
