Considerado uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, la hipertensión afecta cada año a más personas. Así lo señalan los expertos que advierten del notable aumento de los casos y de las consecuencias que tiene para la salud.
Así, según la Fundación Española del Corazón (FEC), en nuestro país, el 42,6 por ciento de la población adulta tiene hipertensión. Y más preocupante aún, el 37,4 por ciento aún está sin diagnosticar. Unas cifras que no mejora fuera de nuestras fronteras. Así lo señala la Organización Mundial de las Salud (OMS), que estima que 1.280 millones de personas en todo el mundo tienen hipertensión, lo que provoca más de 8,5 millones de muertes al año.
Unos preocupantes datos ante los que los expertos recomiendan actuar. Para ello, existen algunas reglas básicas como practicar ejercicio físico de manera habitual, controlar el estrés, limitar el consumo de bebidas alcohólicas, no fumar, dormir las horas necesarias, mantener un peso saludable y llevar una dieta saludable.
Dentro de esta alimentación equilibrada podemos incluir algunos alimentos que ayudan a reducir la tensión arterial alta, como los pescados grasos ricos en omega-3, frutas y verduras ricas en potasio y antioxidantes, o granos enteros ricos en fibra. Pero además, podemos incluir infusiones de admiradas plantas que, gracias a sus propiedades, también nos ayudan a controlar la hipertensión.
Es el caso de la infusión de orégano, una conocida bebida recomendada para combatir esta enfermedad de manera natural.
La infusión de orégano, la bebida que ayuda a controlar la hipertensión
Según la FEC, la hipertensión es “la elevación de los niveles de la presión arterial de forma continuada o sostenida”, siendo la presión arterial aquella que “el corazón ejerce sobre las arterias para que estas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano”.
En los últimos años, son muchos los que recurren a alimentos naturales para cuidar de su salud. Algo que ha devuelto a las infusiones la popularidad y el poder del que gozaban en la antigüedad. Así, bebidas como el té de orégano vuelven a dar de qué hablar.
Con propiedades antiinflamatorias, diuréticas, antioxidantes, analgésicas y antimicrobianas, esta planta aromática es muy utilizada en la cocina mediterránea. Pero además, es perfecta para combatir dolencias y enfermedades.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el orégano cuenta con proteínas, hierro, calcio, potasio, magnesio, zinc, fósforo, niacina, vitamina A, timol y carvacrol. Unos compuestos que hacen que la infusión de orégano ayude a cuidar de la salud. Así, mejora los trastornos del tracto respiratorio como la tos, el asma o la bronquitis; ayuda con algunos trastornos estomacales como la acidez y la hinchazón; combate ciertas bacterias y virus; y alivia los dolores menstruales y de cabeza.
Pero además, la infusión de orégano contribuye a aliviar la hipertensión. Así lo apuntan diferentes estudios que señalan que algunos de sus compuestos activos, como el carvacrol y o el potasio, ayudan a limpiar las arterias para evitar problemas circulatorios.
Además, preparar esta bebida es muy rápido y sencillo. Tan solo hay que poner agua a hervir, y añadirle un par de cucharadas de orégano. Después, dejar reposar la mezcla durante unos minutos, y colar la bebida. Para disfrutar de sus beneficios, recomiendan tomar esta infusión una o dos veces al día.
A pesar de ser una saludable planta, los expertos aconsejan tener precaución en algunos casos. Así, no está recomendado para mujeres embarazadas, en periodo de lactancia o para las personas con alergias conocidas a algunas hierbas similares. Además, el orégano puede interferir en la coagulación sanguínea, por lo que no se debe consumir si se están tomando medicamentos anticoagulantes. Ante la duda, lo mejor es consultar con un especialista antes de consumir esta planta o su infusión.