El orgasmo femenino ha estado rodeado de mitos y desinformación durante muchos siglos, relegando el placer femenino a un segundo plano. Cada año, el 8 de agosto, se celebra el Día Internacional del orgasmo femenino pero aún queda mucho por hacer, derribar y compartir en este aspecto. Comprender y desmentir algunas informaciones erróneas es crucial para promover una conversación más sana e inclusiva sobre el bienestar sexual.

Al acabar con estas ideas equivocadas, podemos fomentar una cultura en la que el placer sexual de las mujeres se reconozca y valore tanto como el de los hombres. Uno de esos mitos, por ejemplo, es que el clítoris tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas.

“Seguramente lo habrás oído muchas veces, pero no es del todo cierto. La idea de que el clítoris tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas procede en realidad de estudios realizados en ovejas. Investigaciones recientes demuestran que, en el caso de los seres humanos, la cifra se aproxima a 10.281 terminaciones nerviosas, lo que lo hace aún más sensible de lo que pensábamos”, explican desde Womanizer.

Como dato curioso, en los últimos años, los productos que estimulan el placer sexual han experimentado un boom, a la vez que se ha roto con los tabúes asociados a ellos. De esta manera, se ha normalizado la adquisición de juguetes sexuales tanto para su uso personal como en pareja. Según un informe de Idealo, las españolas gastan de media 50 euros para comprar juguetes sexuales.

Mitos sobre el orgasmo femenino

Alba Povedano, sexóloga clínica y encargada de Amantis Gràcia, nos ayuda a poner de relieve los diferentes mitos y verdades más comunes que giran en torno al orgasmo femenino, con el objetivo de fomentar una conversación abierta y honesta sobre la sexualidad de las mujeres y alentarlas a explorar y expresar su sexualidad de manera libre y segura:

“Hay más de un tipo de orgasmo”. Falso: Existe un mito persistente que sugiere que hay diferentes tipos de orgasmos basados en la zona de estimulación, como el vaginal y el clitoriano. Sin embargo, la realidad es que solo hay un tipo de orgasmo que se origina en el cerebro, acompañado de una respuesta sexual del cuerpo. Es cierto que existen diferentes estímulos que pueden llevar al orgasmo, pero la experiencia orgásmica en sí, es única y no varía según la zona de estimulación. Este mito sobre el orgasmo femenino se ha lleva difundiendo desde hace mucho tiempo, causando confusión sobre la naturaleza del orgasmo femenino.

“Si no tienes un orgasmo, no has disfrutado de la relación sexual”. Falso: Para nada esto es así y deberíamos borrarlo desde ya de nuestra mente. Disfrutar de una relación sexual no está necesariamente ligado a alcanzar el orgasmo. La satisfacción sexual puede encontrarse en el acto completo, desde la conexión emocional hasta las caricias y la intimidad compartida. Muchas mujeres experimentan placer y disfrute sin llegar al clímax, y es importante reconocer y valorar estas experiencias como parte integral de la vida sexual.

“Los orgasmos son mejores cuando son en pareja”. Falso: Otro mito que debemos derribar sobre el orgasmo femenino (y masculino). Aunque los orgasmos en pareja pueden ser intensos y satisfactorios, los orgasmos individuales también pueden ser profundamente placenteros. La calidad del orgasmo no depende de la presencia de una pareja, más bien, se trata de la respuesta personal y la conexión con el propio cuerpo. La masturbación es una forma válida y enriquecedora de experimentar orgasmos, permitiendo un mayor autoconocimiento y autonomía sexual.

“Las mujeres tardan mucho en llegar al orgasmo”. Verdad: Existe la percepción de que las mujeres tardan más en alcanzar el orgasmo que los hombres. Aunque hay factores que pueden influir en la excitación y en el tiempo necesario para alcanzar el orgasmo. En la masturbación solitaria, muchas mujeres pueden llegar al orgasmo en cuestión de minutos, similar a los hombres. En contextos de relaciones sexuales compartidas, el tiempo puede variar debido a factores emocionales, de comunicación y de estímulo, pero no hay una regla fija sobre la duración.

“Las mujeres pueden tener más de un orgasmo en una misma relación sexual”. Verdad: Es cierto que algunas mujeres pueden experimentar múltiples orgasmos durante una misma relación sexual. Sin embargo, la capacidad de tener múltiples orgasmos varía entre las mujeres y no es una medida de satisfacción o desempeño sexual. Algunas mujeres pueden tener múltiples orgasmos, mientras que otras pueden no tener ninguno, y ambas experiencias son igualmente válidas y satisfactorias.

“El orgasmo femenino está relacionado con la eyaculación”. Falso: Aunque las mujeres tienen la capacidad de poder eyacular, tanto a través de la eyaculación femenina como en squirt, el orgasmo es un proceso totalmente independiente. 

Es decir, se piensa que, debido a tener un orgasmo muy potente, se tiene en consecuencia un squirt, pero no es cierto: el orgasmo femenino, así como el masculino, y la eyaculación son respuestas separadas del cuerpo, independientemente de que se puedan tener ambas a la vez, que en muchos casos es lo que suele suceder. Sin embargo, la eyaculación puede ocurrir sin un orgasmo y viceversa. Entender esta diferencia es crucial para desmitificar la experiencia sexual femenina.

“Masturbarse puede ayudar a mejorar los orgasmos”. Verdad: Este mito es totalmente cierto. La masturbación es una herramienta poderosa para el autoconocimiento sexual. Conocer tu propio cuerpo a través de la masturbación permite identificar qué tipos de estimulación, movimientos y ritmos te resultan más placenteros, lo que puede mejorar la calidad de los orgasmos. Este autoconocimiento es fundamental para comunicar las necesidades y deseos a la pareja, mejorando la experiencia sexual compartida e individual.

“Los succionadores de clítoris pueden dificultar la obtención de orgasmos”. Verdad: El uso frecuente de succionadores de clítoris puede generar una tolerancia que requiere mayor estimulación para alcanzar el orgasmo. Esto se debe a la hiperestimulación del clítoris, que puede hacer que las mujeres necesiten una intensidad cada vez mayor para lograr el mismo nivel de placer. Para evitar esto, es útil variar los métodos y juguetes sexuales, lo que puede ayudar a mantener una respuesta orgásmica saludable y diversa.

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