Una relación que está naciendo es toda una incógnita. Nadie puede prometernos que un amor incipiente va a funcionar o va a durar toda la vida, y lo mejor siempre es tomarse las cosas con calma para no precipitarnos o hacernos ideas erróneas antes de conocer en profundidad a esa nueva persona que estamos empezando a tratar.
Cuando empezamos una nueva relación de pareja, no hay que obsesionarse con la idea de que tiene que ser la definitiva. Dejarse llevar, que las cosas fluyan solas y que todo vaya tomando forma es clave para saber si esa persona es para nosotros o sencillamente la hemos idealizado en esa primera fase de enamoramiento en que se puede ver todo de color de rosa.
Que una relación de pareja funcione y dure en el tiempo depende de muchos factores y es bueno disfrutar del presente, sin pensar en si ese amor que está naciendo va a durar unas semanas o va a ser el amor de tu vida. Conocerse poco a poco, ir revelando partes de ti a la otra persona y comunicarse para dejar claro desde un principio lo que tú quieres de la relación es fundamental para crear una relación sana, con límites claros desde el inicio y basada en la confianza y la libertad.
Hoy en día existen múltiples tipos de relaciones de pareja y conviene saber desde el principio cuál es la que tú quieres tener o la que quiere tener la persona con la que acabas de empezar a salir. Ser natural y honesto es una base que deberíamos aplicarnos en general en la vida, pero si hablamos de una relación de pareja, es una máxima que debemos aplicar sí o sí para no engañar a nadie, ni herir a otras personas. Mostrarte tal cual eres, será tu mejor baza para enamorar a alguien.
Consejos para una relación incipiente
Comenzar una relación de pareja es un momento emocionante, lleno de nuevas experiencias y expectativas pero también puede dar lugar a malos entendidos o conflictos ya que no conoces bien a la otra persona. Aquí tienes algunos trucos para establecer una base sólida y saludable en esta etapa inicial de la relación:
1. Comunicación, la base de todo. Expresa tus sentimientos y expectativas. Habla sobre lo que buscas en la relación de pareja, comparte tus valores y tus límites desde el principio para que luego nadie se haga ideas erróneas o falsas expectativas. Escucha activamente también lo que tiene que decir la otra persona. Presta atención a lo que tu pareja dice sin interrumpir y muestra interés genuino en sus pensamientos y sentimientos.
2. Conócete a ti mismo y a tu pareja. Tómate el tiempo que sea necesario para que os podáis conocer bien. No te apresures. Disfruta del proceso de descubrir más sobre tu pareja, sus intereses, pasiones y aspiraciones. Sé auténtico y muéstrate tal cual eres. No trates de impresionar a tu pareja fingiendo ser alguien que no eres porque eso no va a terminar bien. La autenticidad es clave para construir una relación genuina.
Muestra interés en las metas y desafíos de tu pareja, y ofrece apoyo emocional cuando lo necesite. Celebra los logros de la otra persona y los tuyos propios, las victorias, grandes o pequeñas, y las alegrías del día a día.
3. Establece una base de confianza que no se rompa con el paso del tiempo. Cumple tus promesas y sé coherente en tu comportamiento y con cumplir los límites que ambos tenéis. Evita los juegos mentales, la manipulación y las pruebas de lealtad como si fuera un juego ya que son perjudiciales. La confianza se construye con el tiempo, siendo transparentes y mostrando confianza en el otro. Tú debes también ser honesto.
4. Mantén la independencia aunque poco a poco te vayas enamorando de la otra persona. Sigue cultivando tus propios intereses, no abandones tus hobbies, amigos o metas personales. Es importante que ambos mantengáis una identidad individual dentro de la relación. Es saludable pasar tiempo separados y respetar la necesidad de cada uno de tener tiempo a solas o con otros amigos que no seas tú.
5. Establece expectativas realistas y no idealices a tu pareja. Reconoce que todos tienen defectos y que ninguna relación es perfecta. Acepta a tu pareja tal como es, con sus virtudes y defectos. Ten paciencia, ya que las relaciones requieren tiempo para crecer y madurar. No presiones para que las cosas avancen demasiado rápido, todo tiene su ritmo y no hay que apresurarse.
6. Disfruta el aquí y ahora y vive el momento. No te preocupes demasiado por el futuro ni compares esta relación con otras parejas que hayas tenido en el pasado. Cada persona es diferente y buscar similitudes solo hará que, o bien tengas ciertos miedos por malas experiencias pasadas, o que esas comparaciones te impidan conocer a una nueva persona que probablemente sea mejor que la anterior. Recuerda que si no estás con la pareja de antes por algo será.
Disfruta de las experiencias que estás viviendo ahora y con esa persona. Haced cosas divertidas y nuevas juntos, ya que fortalecerá el vínculo y construirá una historia común. Además, mantén la pasión y la diversión. Las sorpresas, aunque sea a través de pequeños gestos de cariño, como notas o detalles inesperados, pueden mantener viva la chispa. Probar juntos nuevas actividades o ir a nuevos lugares puede fortalecer la conexión.
7. Establece límites saludables. Define lo que es importante para ti, cuáles son tus límites y los suyos en términos de intimidad, deja claro cómo quieres que sea la relación y evitar así malos entendidos. Además, asegúrate de comprender y respetar los límites de tu pareja también.
8. Aborda los conflictos de manera constructiva. No dejes que los pequeños malentendidos crezcan, como decíamos, la comunicación lo es todo para tener una buena base en una relación sana y duradera. Es mejor discutir cualquier problema cuando aún es manejable. Cuando surjan desacuerdos, aborda la conversación de manera calmada y busca soluciones en lugar de culpar o juzgar al otro o a ti mismo.