Un corazón sano late normalmente en reposo de 60 a 100 veces por minuto. Se producen unos impulsos eléctricos que hacen que el corazón se contraiga. Las arritmias tienen lugar cuando el corazón produce latidos irregulares, no se contrae correctamente. Estas pueden tener lugar por varias razones. Por ejemplo, porque los impulsos eléctricos que coordinan los latidos del corazón no funcionan correctamente, o bien porque estos no se originan o generan en el sitio adecuado.
Algunas arritmias no provocan síntomas ni dan problemas de salud; mientras que otras sí necesitan ser tratadas. Los principales síntomas que pueden generar son, según detalla la Fundación Española del Corazón (FEC): dolor torácico, pérdida de conocimiento, palpitaciones, mareos, o síncopes.
En concreto, el objetivo de los tratamientos de las arritmias es el de restablecer el ritmo normal de los latidos, asegura el doctor Tomas Datino, jefe de la Unidad de electrofisiología y arritmias del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
El objetivo de los tratamientos de las arritmias es el de restablecer el ritmo normal de los latidos, algo que en ocasiones se consigue mediante un marcapasos
En estos casos, puede ser necesaria la medicación, o bien la consecución de procedimientos con catéter. En otros casos es conveniente el empleo de marcapasos, unos pequeños dispositivos que se insertan en el pecho del paciente para estimular el corazón. Estos le envían impulsos o señales que hacen que este vuelva a latir correctamente.
“Los marcapasos se colocan en el ventrículo derecho del corazón para ayudarle a latir a un ritmo constante. Pesan apenas 28 gramos y constan de dos partes, el generador con la pila y la información para controlar el ritmo de los latidos; y por otro, los ‘cables’ que conectan el corazón con el generados y por los que se le envían las señales”, afirma el electrofisiólogo.
Los marcapasos evolucionan
Ahora bien, este experto destaca que una evolución de la colocación de marcapasos es la técnica de resincronización cardiaca, “que logra que las cavidades cardiacas se contraigan de forma organizada y eficiente”, explica. Consiste concretamente, según indica el experto, en implantar un tipo de “marcapasos especial” que dispone de dos electrodos: uno estimula el ventrículo derecho del corazón y otro el izquierdo.
“La estimulación de los dos ventrículos a la vez es más fisiológica, más adecuada, y está indicada principalmente en pacientes con insuficiencia cardiaca por fallo de la función de bombeo del corazón (insuficiencia cardiaca sistólica); y muy recomendada en los que tienen un retraso en la conducción eléctrica en la rama izquierda del corazón”, añade.
La estimulación de los dos ventrículos a la vez es más fisiológica, más adecuada, y está indicada principalmente en pacientes con insuficiencia cardiaca por fallo de la función de bombeo del corazón
Estimular de forma directa al corazón
Pese a su efectividad, y a que los marcapasos se están diseñando para lograr una mejor función cardíaca y restaurar la conducción eléctrica cardíaca a través de una estimulación cada vez más fisiológica, alrededor de un 30 por ciento de estos pacientes no mejoran con esta técnica.
En consecuencia, para tratar a estos pacientes no respondedores, el electrofisiólogo de Quirónsalud Madrid dice que se ha desarrollado una “estrategia alternativa”, que consiste en la estimulación directa del sistema de conducción del corazón, o resincronización a través del sistema His-Purkinje.
Según detalla este experto, es una técnica “relativamente novedosa y prometedora”, que se ha popularizado bastante en las últimas décadas, y en la que se fija un electrodo del marcapasos en el septo del ventrículo derecho para estimular el sistema de conducción eléctrica, en la zona denominada ‘haz de His’ o en la parte más proximal de la rama izquierda del corazón.
El método más fisiológico para estimular al corazón
Subraya que esta técnica está sobre todo indicada en aquellos pacientes no respondedores a las terapias clásicas, dado que su ritmo de estimulación se ha considerado como el método más fisiológico de estimular al corazón.
Cuenta con sus propias desventajas, si bien el doctor Datino celebra que esta técnica ha mejorado “mucho” con el desarrollo de nuevos materiales que elevan la tasa de éxito: “Al estimular directamente el sistema eléctrico del corazón esta clase de marcapasos consigue una estimulación más fisiológica y natural, y ha demostrado ser mejor tolerada que la estimulación clásica de los marcapasos e incluso mejor que la resincronización cardiaca convencional”.
A su juicio, la estimulación fisiológica del sistema de conducción está ofreciendo nuevas oportunidades de mejora para los pacientes con problemas cardiacos. En el caso concreto de pacientes no respondedores a la resincronización cardiaca clásica, este especialista defiende que la estimulación del sistema de conducción es “claramente” una alternativa que está ofreciendo resultados prometedores.
