Un paciente acude a su neurólogo porque desde hace varios años presenta un dolor de cabeza inusual caracterizado porque le despierta por las noches y además siempre suele hacerlo sobre la misma hora, en torno a las tres o cuatro de la mañana. El dolor es capaz de despertarle y lo puede sentir en los dos lados de la cabeza. Suele ser pulsátil y puede favorecer la fotofobia o no soportar los sonidos durante unos periodos determinados de tiempo. Su exploración neurológica y su resonancia magnética craneal son normales, por lo que se diagnostica de una cefalea hípnica.
“Se trata de un fenómeno que fue descrito por primera vez en 1988, como una cefalea primaria muy infrecuente y caracterizada por episodios de cefalea leve, moderada o severa, y que ocurren exclusivamente durante el sueño, despertando a quien la padece”, destaca el Dr. Alex Jaimes Sánchez, especialista de la Unidad de Cefaleas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
Así, apunta a un dolor inespecífico que puede estar localizado en uno o en ambos lados de la cabeza, ser opresivo o pulsátil y adicionalmente estar asociado a síntomas característicos de migraña como las náuseas o la sensibilidad a la luz o al ruido. “Usualmente los episodios duran entre 15 minutos y 3 horas”, agrega este neurólogo. Desde la Sociedad Española de Neurología añaden que la frecuencia de aparición es variable (generalmente más de 15 días al mes).
Esta dolencia suele ser pulsátil y puede provocar fotofobia o no soportar los sonidos durante unos periodos determinados de tiempo
Habitualmente, prosigue el especialista de Quirónsalud, los ataques de dolor se agrupan en el tiempo, ocurriendo a diario durante varias semanas, seguido de períodos de remisión. “No obstante, se han descrito casos crónicos en los que los pacientes no tienen noches libres de dolor. Típicamente, se presenta en personas mayores de 50 años, aunque puede ocurrir en más jóvenes”, advierte este especialista. Y aunque lo habitual es que se relacione con el sueño nocturno, puede ser desencadenado también por el sueño diurno, como las siestas, apostilla en este sentido la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Según la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), aunque la cefalea hípnica no se acompaña de otros síntomas, sí puede generar hipersensibilidad a la luz (fotofobia) o al sonido (fonofobia). “Este dolor de cabeza suele ser benigno y fácil de diagnosticar. Es necesario descartar, mediante las exploraciones adecuadas, otros tipos de cefalea que pueden aparecer de noche, como el síndrome de apneas nocturnas o las crisis hipertensivas”, añade la asociación.
Posibles causas
Mientras, desde la Fundación Jiménez Díaz, el Dr. Jaimes Sánchez añade que en la actualidad se desconoce la causa de este tipo de cefalea, si bien precisa que, dado que los ataques siguen un patrón circadiano, ocurriendo casi siempre a la misma hora en cada individuo, los expertos postulan que el hipotálamo, la región del cerebro que funciona como un marcapasos de los ritmos biológicos, podría estar involucrado en este fenómeno.
Desde la SEN añaden en este punto que en ocasiones han sido descritas formas sintomáticas de esta forma de cefalea en relación con lesiones intracraneales. Se cree igualmente que podría estar relacionada con alguna disfunción de los ritmos biológicos.
Sobre el diagnóstico, el Dr. Jaimes Sánchez mantiene que se basa en las características clínicas del dolor, si bien reconoce que es importante descartar causas de cefalea durante el sueño como la cefalea en racimos, la cefalea secundaria a apneas del sueño ola hipertensión arterial nocturna, entre otras. “Adicionalmente, es recomendable la realización de una prueba de imagen cerebral (preferiblemente una resonancia magnética)”, según resalta el especialista de la Unidad de Cefaleas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid como menciona en CefaBlog.
Tratamientos
Dado que es una enfermedad relativamente rara, el Dr. Jaimes Sánchez ve difícil la realización de ensayos clínicos para evaluar la eficacia de los fármacos. “No obstante, se han publicado múltiples series de casos que evidencian que la cafeína en una dosis de 40-60 miligramos antes de dormir puede ser eficaz para evitar el dolor, o bien para tratarlo una vez que ha despertado al paciente”, añade. De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), una taza de café contiene 90 miligramos de media, “con lo que una taza antes de dormir podría ser suficiente. Otras alternativas incluyen suplementos nutricionales como la melatonina y algunos fármacos como la indometacina o el litio”, agrega el especialista. Algo en lo que coincide la AEMICE, que también señala que el carbonato de litio es el fármaco que más eficacia ha demostrado.
