La información errónea y la desinformación son dos de los grandes problemas a los que se enfrentan las sociedades de todo el mundo. Una lacra que afecta a muchos ámbitos de la vida real. Porque la información falsa o incompleta crea confusión, erosiona la confianza de las personas y afecta a sus comportamientos y a su toma de decisiones.
Y este no es solo un fenómeno al que se enfrentan las sociedades, sino también muchos sectores, como es el caso del sector del tabaco. Hay que partir de la base de que la mejor opción siempre va a ser dejar el tabaco y la nicotina por completo. Pero para aquellas personas que no lo van a hacer o que no pueden hacerlo, la ciencia y la tecnología llevan años desarrollando productos libres de humo que, si bien no están exentos de riesgos, ya han demostrado ser una mejor alternativa en comparación con los cigarrillos convencionales. Y es en este punto donde existe una gran desinformación.
Los consumidores demandan más información
Una encuesta (1) realizada por Povaddo para Philip Morris International en España sobre la posición de los ciudadanos respecto del papel de las alternativas sin humo, revela un interés general por adoptar un enfoque más avanzado tanto para reducir el daño que provocan los cigarrillos en la sociedad, como para reducir las tasas de fumadores.
La evidencia científica ha demostrado que los productos libres de humo, al eliminar la combustión, pueden ser una opción mejor para los fumadores adultos que de otra manera van a seguir fumando. Sin embargo, la confusión existente alrededor de estos productos impide que este grupo de personas los conozcan, valoren la información libremente y decidan si quieren cambiar a una alternativa sin combustión –como el cigarrillo electrónico o el tabaco calentado– o si quieren seguir fumando.
La evidencia científica y la transparencia deben prevalecer para contribuir a que los fumadores adultos tomen decisiones informadas y evitar así que se perpetúen en el uso de la forma más dañina de consumir nicotina: el cigarrillo tradicional
Si a los fumadores se les niega una información veraz y precisa sobre lo que son y lo que no son estas alternativas, la posibilidad de comprender la naturaleza de estos productos y en qué se diferencian de los cigarrillos convencionales se ve muy restringida. Según Moira Gilchrist, vicepresidenta de Comunicaciones Científicas de Philip Morris International, "la evidencia científica y la transparencia deben prevalecer para contribuir a que los fumadores adultos tomen decisiones informadas y evitar así que se perpetúen en el uso de la forma más dañina de consumir nicotina: el cigarrillo tradicional".
La existencia de alternativas libres de humo disponibles en la actualidad contribuye a visualizar un posible futuro sin cigarrillos convencionales. Pero este horizonte solo será alcanzable si la confusión y la desinformación dejan paso a la transparencia y la evidencia científica.
(1) Encuesta online realizada por Povaddo para Philip Morris International en diciembre de 2020
Contenido patrocinado por Philip Morris Spain.