“Parar el crecimiento no es la solución para el cambio climático. La única salida es la tecnología”. Es una de las conclusiones de la octava edición de Energy Prospectives, el ciclo de conferencias sobre el futuro del sector energético, organizado por Fundación Naturgy y el IESE Business School, celebrado en el recién inaugurado campus de la escuela de negocios en Madrid. Una convocatoria que ha centrado el debate en cuestiones como los riesgos financieros asociados al cambio climático y la transición energética, y que ha contado con la participación de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, y Martin Wolf, editor adjunto y columnista de Economía del Financial Times, como ponentes. El evento estuvo moderado por el profesor del IESE, Jordi Canals.
Riesgo medioambiental, riesgo financiero
“El cambio climático y la necesaria transición hacia una economía sostenible son dos de los grandes retos a los que se enfrenta la comunidad internacional”, aseguró el gobernador del Banco de España. Respecto a la implicación del sector financiero en ese proceso, Hernández de Cos señaló que, aunque su incidencia directa en el medio ambiente no es significativa, sí “se trata de un sector muy expuesto a los riesgos medioambientales en la medida en que financia otros sectores económicos que sí la tienen”. Por esta razón, apuntó, es imprescindible “evaluar muy bien el impacto del cambio climático en la estabilidad financiera”.
Hernández de Cos se mostró convencido de que la transición energética en curso traerá “maneras más verdes de producir” e impactará en “la regulación, los impuestos y en las preferencias de consumidores e inversores”. El gobernador remarcó que la tecnología jugará un papel determinante en la mejora de los costes a futuro, pero, advirtió, "también incrementará el apalancamiento de las empresas y los hogares debido a los costes de sustitución que implicará esa evolución tecnológica”. Al respecto, el máximo responsable del órgano regulador de la banca española subrayó la importancia de una “adopción temprana de políticas que impulsan la transición a una economía neutra en carbono que compensan los costes a corto plazo de esta transición”.
"Es imprescindible evaluar muy bien el impacto del cambio climático sobre la estabilidad financiera” (Pablo Hernández de Cos)
“La estabilidad financiera es un requisito previo a la estabilidad de los precios”, recordó. Por esta razón, "los bancos centrales deben ocuparse de los riesgos asociados al cambio climático”. Unos riesgos que, comentó, también podrían convertirse en un instrumento para el control de la inflación. “Es probable que las políticas destinadas a promover la transición a una economía neutra en carbono, como los impuestos al carbono, afecten a la volatilidad de la inflación general, que incluye los precios de la energía”. Hernández de Cos también recalcó la importancia de adoptar un enfoque holístico que involucre a todas las partes en esta transición.
Los plazos se agotan
Por su parte, el periodista Martin Wolf recordó que cada vez queda menos tiempo para revertir la grave crisis climática que vive el planeta. “Para poder mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales, las emisiones deben reducirse un 40% para 2030. Si no hacemos nada, nos arriesgamos a un Armagedón climático”, advirtió.
“Hace ya casi tres décadas años de Kyoto y en todo ese tiempo ha habido mucha palabrería y poca acción. ¡Pero nuestros hijos y nietos necesitan que hagamos algo ya! Es la primera vez en la historia que se exige a una generación que actúe. Porque en 30 años ya no habría vuelta atrás”, reclamó.
“Tecnología al rescate”
Este especialista incidió en que la tecnología es parte de la solución, ya que es la que “está permitiendo reducir considerablemente los costes de las energías limpias y alternativas”. Sin embargo, a corto plazo las inversiones necesarias serán costosas. ¿Cómo se pueden compensar los costes de esa transición? Par Wolf habrá que crear un maco regulador y un tipo de incentivos muy diferentes a los actuales. “Las empresas necesitan saber que les va a compensar el esfuerzo y que van a contar con incentivos creíbles, claros y a largo plazo”. Entre esos incentivos, Wolf mencionó medidas como subsidios temporales para nuevas tecnologías o plazos para la sustitución gradual de los vehículos contaminantes.
“Las empresas necesitan saber que les va a compensar el esfuerzo de abordar la transición energética y que van a contar con incentivos creíbles, claros y a largo plazo” (Martin Wolf)
Otra de las palancas necesarias para completar ese cambio es la política. Un sistema político que, según el analista británico, tiene que hacer frente a una serie de "tragedias" como "la incapacidad para tomar decisiones a largo plazo, los desequilibrios entre naciones o la tradicional falta de confianza entre los distintos países”, dijo.
“Solo con que Estados Unidos, China, la Unión Europea, Japón e India se pusieran de acuerdo tendríamos gran parte del problema resuelto”, afirmó.. Y es que, continuó, “nuestro reto es hacer una revolución energética en solo una generación manteniendo el crecimiento económico. Y eso requiere de mucha cooperación”.