El objetivo de lograr una economía plenamente descarbonizada para 2050 ocupa los esfuerzos de todos los estamentos sociales, económicos y políticos del mundo, concentrados estos días en la cumbre climática COP26, que se está celebrando en la ciudad escocesa de Glasgow. En ese inmenso esfuerzo colectivo, la búsqueda de fuentes de energía renovables alternativas que favorezcan la circularidad de los recursos y reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles es una prioridad irrenunciable para todos los agentes implicados.
España acaba de lograr un destacado hito en este terreno, con la puesta en marcha en la localidad burgalesa de Villalonquéjar de la primera instalación industrial privada de producción de biometano con conexión a la red gasista española. UNUE, que es como se llama el proyecto, tiene como objetivo producir e inyectar aproximadamente 20GWh anuales de biometano en el sistema gasista español, lo que supondríá una reducción de emisiones de alrededor de 30.000 toneladas equivalentes de CO2.
El proyecto prevé producir e inyectar 20GW anuales de biometano en el sistema gasista español, lo que supondría un ahorro de emisiones de alrededor de 30.000 toneladas equivalentes de CO2
UNUE es fruto de una alianza de colaboración entre Enagás, a través de su filial Bioengas, y la gestora independiente especializada en fondos orientados al crecimiento empresarial y al desarrollo sostenible, Suma Capital. También participan en el proyecto la compañía especializada en gases renovables, AGF Ingeniería de Procesos, que se ha encargado del diseño y ejecución de la instalación de upgrading, además de diseñar, construir y operar la planta de biogás; y la empresa gestora de residuos orgánicos, Biogasnalia, propietaria de la planta y que será la encargada de generar biogás en la instalación.
“Proyectos como UNUE reflejan nuestro propósito de ser motores del cambio hacia una sostenibilidad que sea compatible con la competitividad de las industrias y la creación de empleo, así como hacer extensible la transición energética a todos los territorios, sin dejar a nadie atrás”, señaló Marcelino Oreja, CEO de Enagás, durante el acto de presentación.
Energía limpia
El biometano es una fuente de energía renovable, local, almacenable y que presenta unas tasas de continuidad superiores a las de cualquier otra fuente renovable. Es una de las soluciones energéticas más eficientes que existen en cuanto a circularidad, impacto ambiental y eficiencia energética, ya que que permite reducir significativamente las emisiones a la atmósfera. Otras de sus ventajas es que puede ser transportado por las infraestructuras gasistas existentes y que tiene múltiples aplicaciones, por ejemplo, en la industria energéticamente intensiva (de alto consumo energético) o como combustible sostenible para vehículos.
El proceso de generación de esta energía limpia comienza con la obtención de biogás a partir de la descomposición anaerobia de residuos orgánicos biodegradables procedentes de la industria, la agricultura o la ganadería. Tras depurarse, a través de un proceso tecnológico llamado upgrading, este biogas se convierte en biometano.
Un proyecto circular
UNUE se inició en septiembre de 2020 con la construcción de una planta que permitirá transformar biogás en biometano. Tras un año de trabajos y la realización con éxito de las primeras inyecciones a la red española de gasoductos, la planta ha empezado a operar. La primera inyección de biometano en la red gasista se realizó en el mes de septiembre de 2021, concretamente en la de Nedgia, distribuidora de gas del grupo Naturgy. Según sus responsables, la planta aspira a convertirse en un referente de economía circular para la región ya que va a ser capaz de convertir un residuo en un recursos energético 100% renovable.
La nueva planta se une así a la única instalación industrial de estas características que existe en España, la planta de biometanización del Parque Tecnológico de Valdemingómez (Madrid), de titularidad pública.