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Hacia un transporte ferroviario descarbonizado

Los biocombustibles de segunda generación irrumpen con fuerza como alternativa clave para la descarbonización del transporte pesado. Como ejemplo, los proyectos en firme en el campo de la movilidad ferroviaria de mercancía

  • El tren es uno de los medios de transporte más limpios.

El tren ha sido, es y seguirá siendo una de las principales vías para el tránsito de personas y mercancías en el mundo. Según datos del último informe anual del sector Ferroviario, publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en España, el transporte ferroviario en 2022 alcanzó los 24 millones de toneladas netas de mercancías y más de 440 millones de pasajeros. Algo que confirma el buen estado de salud de un medio de transporte que no ha perdido vigencia a lo largo de sus dos siglos de existencia. 

El tren uno de los sistemas de transporte más sostenibles desde el punto de vista de la huella ambiental

Se trata además de uno de los sistemas de transporte más sostenibles si tenemos en cuenta la huella ambiental (en la Unión Europea se estima que el tren es responsable de aproximadamente 0,5% de las emisiones GEI asociadas al transporte). No obstante, a pesar de que en el sector ferroviario la electrificación está extendida, todavía existen tramos ferroviarios en los que se depende de los combustibles fósiles para propulsar las locomotoras. Y es precisamente en estos trayectos en los que ya trabajan algunas compañías con proyectos que están dando buenos resultados.

¿Cuál es entonces la alternativa con la que se trabaja para lograr la sustitución de los combustibles fósiles en el transporte pesado? Sin duda, la opción que gana más protagonismo cada día para reducir el impacto ambiental en este sector son los biocombustibles.

Hacia un transporte ferroviario descarbonizado.
Los biocombustibles pueden terminar de descarbonizar el transporte ferroviario.

También para los tramos no electrificados

Y precisamente, gracias a los biocombustibles, Cepsa, Maersk y Renfe anunciaron el pasado noviembre que habían completado con éxito la primera prueba de combustibles renovables en el transporte ferroviario desarrollada en España. El proyecto consistió en el uso de diésel renovable, en el trayecto ferroviario entre Algeciras y Córdoba, dentro de la ruta que une Algeciras y Madrid, que no está totalmente electrificada, y durante un periodo de 15 semanas.

El biocombustible de segunda generación, producido por Cepsa en su parque energético La Rábida, en la provincia de Huelva, a partir de aceites usados de cocina, permitió que los trenes de Renfe completaran un total de 100 trayectos entre las dos ciudades andaluzas. Se sustituyó - el diésel convencional que utilizan las locomotoras por más de 130 toneladas de diésel renovable (HVO). El uso de los biocombustibles evitó la emisión de alrededor de 500 toneladas de CO2 y facilitó el transporte de más de 4700 contenedores de manera sostenible. Todo ello manteniendo un rendimiento óptimo en los motores de las locomotoras.

Cepsa, Maersk y Renfe han completado con éxito la primera prueba de combustibles renovables en el transporte ferroviario desarrollada en España

Los resultados demuestran que estamos ante una alternativa viable que genera inmensas oportunidades. Y así lo ven las tres empresas participantes, que están valorando la posibilidad de continuar utilizando biocombustibles en la ruta en la que se ha probado durante estos meses e, incluso, extender su uso a otros trayectos ferroviarios que no están electrificados.

Una de las grandes ventajas de los biocombustibles de segunda generación es que pueden utilizarse en las locomotoras sin necesidad de realizar modificaciones en sus motores. Además, estos biocombustibles fomentan la economía circular, al utilizar para su producción residuos que, de otro modo, terminarían en vertederos.

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