Este 4 de abril marca la finalización de la operación marítima dedisuación llevada a cabo por el Buque de Acción Marítima Meteoro al sur del archipiélago canario. Durante 12 días, la embarcación ha recorrido más de 1.500 millas náuticas con el objetivo de reforzar la seguridad en el mar y garantizar la protección de los intereses nacionales en áreas clave.
Esta agenda de la Armada Española se suma a otras del Mando Operativo Terrestre (MOT) ha desplegado el Grupo Táctico ‘Canarias’ para continuar con sus actividades operativas a lo largo del archipiélago canario. Esta activación se enmarca en las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD), que se desarrollan de forma periódica a lo largo de todo el territorio extra peninsular de Canarias bajo control operativo del Comandante del Mando de Operaciones (MOPS).
Entre las zonas prioritarias de la misión destaca la área del Monte Tropic, ubicada más allá de la Zona Económica Exclusiva oriental de Canarias. Este monte submarino, considerado estratégico por su abundancia en minerales críticos como el telurio y otras tierras raras, ha centrado la atención de España en el marco de la defensa de sus intereses geopolíticos y económicos, en un contexto donde Marruecos también ha mostrado interés en esta región.
Durante su recorrido, el Meteoro ha realizado labores de patrullaje en colaboración con aeronaves del Ejército del Aire y del Espacio, así como con agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Este trabajo conjunto ha permitido garantizar una efectiva coordinación operativa y optimizar la protección del entorno marítimo. Antes, el BAM Meteoro efectuó una escala estratégica en el puerto de Arrecife, en Lanzarote, como parte de su labor de presencia activa en el área. Esta iniciativa reafirma el compromiso de la Armada Española por mantener una sólida vigilancia marítima, tanto para la seguridad de los recursos como para la disuasión ante posibles reclamaciones internacionales.
La misión concluye habiendo cumplido sus objetivos y reforzado la postura de España en la defensa de sus espacios marítimos estratégicos. Ahora, el Meteoro deja un nuevo precedente importante en las labores de vigilancia marítima y protección de soberanía en el entorno del archipiélago. En África occidental, este buque apoya el Plan de Diplomacia de la Defensa y forma parte del plan de Presencias Marítimas Coordinadas de la UE en aguas africanas.
El buque escuela de vela ruso Kruzenshtern
De otro, el buque escuela de vela ruso Kruzenshtern llegó esta semana al puerto de Agadir en el Reino de Marruecos, donde repondrá sus reservas de agua y alimentos en dos días. En el camino de Kaliningrado a Agadir, el velero ya recorrió más de dos mil millas náuticas, de las cuales más de 500 fueron recorridas a motor y más de 1500 a motor y vela. Ya se han celebrado más de 10 carreras de vela.
Después de esta visita, el Kruzenshtern se dirigirá al puerto de Ciudad del Cabo en la República de Sudáfrica. A bordo del velero se encuentran más de 140 cadetes de instituciones de educación superior y secundaria especializada de la Agencia Federal de Pesca de Kaliningrado, Kerch, Petropavlovsk-Kamchatsky y San Petersburgo. Junto a los cadetes de Rusia, en este viaje participaron 13 alumnos de Cuba, Marruecos, Egipto y Kazajstán, que realizan su formación en la Academia de la Flota Pesquera del Estado Báltico.
El buque Kruzenshtern está registrado en el puerto de Kaliningrado y es propiedad de la Agencia Federal de Pesca y KSTU. Fue construido en 1926 en Bremerhaven, Alemania, como barco de carga. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, el barco fue transferido a la URSS. A finales de la década de 1960 se convirtió en un buque escuela. La velocidad a vela es de 17 nudos y a motor, de 10 nudos. La altura de los mástiles desde la línea de flotación es de 56 metros, la tripulación es de 56 personas y se pueden llevar a bordo 164 cadetes.
La delimitación de las aguas territoriales entre España y Marruecos es un tema que sigue sin resolverse dos años después del acercamiento diplomático entre ambos países. Aunque se estableció un grupo de trabajo para avanzar en este asunto, las conversaciones no han producido resultados concretos, lo que genera inquietud, especialmente en Canarias.
Marruecos aprobó en 2020 leyes para delimitar su mar territorial y su Zona Económica Exclusiva (ZEE), lo que entra en conflicto con las delimitaciones españolas en torno a Canarias. Además, las maniobras militares marroquíes en aguas cercanas al archipiélago han intensificado las preocupaciones en la región. El Gobierno español insiste en que estas actividades se desarrollan lejos de aguas españolas y aboga por resolver el conflicto mediante el diálogo y la cooperación, en el marco de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Otro aspecto delicado es la inclusión de las aguas del Sáhara Occidental en esta delimitación, un territorio que la ONU considera no autónomo y que Marruecos reclama como propio. La disputa también está vinculada a los recursos pesqueros y posibles yacimientos de hidrocarburos en la zona, lo que añade complejidad a las negociaciones.