Era uno de esos días en los que la vida te hace un guiño, te centra el balón frente a la puerta vacía y tan sólo hay que acariciar el momento y celebrarlo. El PP optó por desdeñarlo. Quizás es demasiado civilizado, como decía Robert Towne

Apenas aguantó Sánchez veinticinco minutos en el escaño. Se le veía incómodo, como afectado de urticaria en el colodrillo, que movía sin cesar. El ambiente de la Cámara le resultaba tan inhóspito que optó por evaporarse de la sesión control. Le es

Iba a hablar de Europa y optó por el enaltecimiento del sanchismo. Anunció que haría balance del semestre europeo y dedicó cinco horas a ciscarse en la oposición. Convocó a los señores diputados para entonar un himno a la UE y optó por la autobeatif