El babuino oliva o papión de Anubis (Papio anubis) es un primate muy jerárquico. En las relaciones de grupo, el macho alfa tiene una gran autoridad y desplaza a los individuos más jóvenes a la hora de alimentarse o aparearse. Por eso parecía lógico prever que los movimientos del grupo dependieran de las decisiones individuales del líder, aunque hasta ahora resultaba difícil medirlo.
Los babuinos se inclinan siempre por la dirección que ha tomado el subgrupo más numeroso
El equipo de Ariana Strandburg-Peshkin presenta esta semana en la revista Science los resultados del seguimiento detallado mediante GPS de un grupo de 25 babuinos en la reserva Mpala de Kenia durante las 24 horas del día. Y para su supresa, lo que emerge del análisis de los datos es un patrón parecido al de los bancos de peces o las bandadas de pájaros: los babuinos actúan como colectivo y las decisiones de cada individuo, de seguir o no a determinado grupo, determinan el comportamiento global.
"A pesar de su estatus social, no son necesariamente los machos alfa los que tienen la mayor influencia en la dirección que toma el grupo", asegura Margaret Crofoot, coautora del estudio. "Nuestras observaciones sugieren que muchos de los demás miembros del grupo pueden tener una voz, incluso en sociedades altamente jerarquizadas".
Lo que los científicos han visto, en concreto, es que en determinados momentos hay pequeños grupos que se separan de la manada principal y actúan como "iniciadores", de modo que el gran grupo les siguen y toman la misma dirección. En otras ocasiones, cuando se separan dos grupos "iniciadores" en un ángulo menor de 90 grados, los primates tardan más en reaccionar y se mueven por "la calle de en medio", sin favorecer a ninguno de los dos. Por último, si los grupos "iniciadores" están separados en ángulos de más de 90 grados, se inclinan siempre por la dirección que ha tomado el grupo más numeroso y, si son de tamaño similar, deciden el camino al azar.
La solución de babuinos en la mayoría de estas situaciones, escriben los autores, es sorprendentemente simple: siempre siguen al subgrupo más numeroso y eligen la dirección que toma la mayoría. Esto sugiere, en su opinión, que las decisiones "democráticas" y distribuidas se pueden dar incluso en grupos tan jerarquizados como los de estos primates, lo que puede ayudar a comprender mejor comportamientos de otros grupos complejos.
Referencia: Shared decision-making drives collective movement in wild baboons (Science)