Ciencia

Para ser justo hay que saber contar

Un estudio con niños de una tribu amazónica muestra que la habilidad para contar está directamente relacionada con la capacidad de repartir con justicia los beneficios. El objetivo es comprender cuándo aprendemos a reconocer y premiar el mérito ajeno.

  • La capacidad de repartir con justicia no aparece hasta los 5 o 6 años de edad

Existen un montón de formas de repartir un plato de galletas después de hornearlas. Se puede repartir un número igual a cada persona, por ejemplo, o se puede dar un número mayor de galletas a aquellos que han contribuido más a hacerlas. Los psicólogos conocen desde hace tiempo que la capacidad de reconocer el mérito y repartir con justicia no aparece hasta los 5 o 6 años de edad, pero desconocen cuál es el mecanismo que contribuye a la aparición de esta facultad.

Los niños Tsimane aprenden a contar a las más variadas edades

La investigadora Julian Jara-Ettinger, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sospecha desde hace tiempo que la capacidad para contar puede estar relacionada con este hecho, pero medirlo resulta engañoso porque en las sociedades industrializadas las dos habilidades se desarrollan simultáneamente con la edad. Hace unos años, sin embargo, su equipo tuvo noticia de que existía una tribu en el Amazonas, los Tsimane, en la que los individuos más jóvenes aprenden a contar a distintas edades, de modo que se pusieron en marcha.

Para sus experimentos, los científicos realizaron dos visitas a los Tsimane entre 2013 y 2014 y realizaron pruebas con 70 niños de edades comprendidas entre los 3 y los 12 años. A cada niño se le enseñaban dos dibujos que representaban a dos chavales idénticos con camisetas de distinto color. A continuación se les contaba que los niños habían sido enviados por su tribu a recoger plátanos y uno de ellos había trabajado duro para recoger 18 piezas y el otro solo había traído cuatro plátanos de vuelta. Seguidamente les entregaban uan serie de papeles representando galletas, siempre en número par, y les pedían que las repartieran entre los dos niños de la historia.

Los autores estudiaron a 70 niños de entre 3 y 12 años

Los resultados indicaron que la intuición de Jara-Ettinger había sido correcta. El hecho de que el niño supiera contar - independientemente de su edad - estaba directamente relacionado con su manera de distribuir las galletas de forma justa y dar más al que más había trabajado. Sin embargo, los factores como el nivel de educación o los años, no servían para predecir ese resultado.

"Es un efecto muy fuerte", asegura Jara-Ettinger. Cuando un niño pequeño no reparte con justicia, explica Edward Gibson, coautor del estudio publicado en Developmental Science, "no es que no entienda el concepto del mérito, sino que probablemente no sepa cómo hacer el reparto". "Sabemos que entender los números es muy importante para pensar en ideas matemáticas", añade Susan Levine, profesora de psicología en la Universidad de Chicago, "pero lo que sorprende es que también sea determinante para moldear cómo pensamos si algo es justo. Eso va más allá y se introduce en el terreno social".

Otra de las coautoras del estudio, Celeste Kidd, de la Universidad de Rochester, estudia ahora si esta correlación entre la capacidad de contar y el reparto basado en el mérito aparece también en los niños estadounidenses, que aprenden a contar entre los 3 y los 4 años.

Referencia: Native Amazonian children forego egalitarianism in merit-based tasks when they learn to count (Developmental Science) DOI: 10.1111/desc.12351 | What counts as fair? (MIT News)

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