Ciencia

El terreno se “licuó” bajo Ciudad de México

El terreno esponjoso formado por cenizas volcánicas poco consolidadas aumentó el efecto de la onda sísmica . En el seísmo de intensidad 7’1 que golpeó este martes Ciudad México el suelo se comportó como un fluido, un fenómeno llamado licuefacción.

  • Un fuerte terremoto sacude los cimientos de Ciudad de México

El “efecto local” sobre Ciudad de México es lo que ha producido la mayor devastación en el terremoto de 7.1 registrado el martes por la noche (hora española) en el centro del país y que ha dejado mas de 200 muertos. Así lo valora Nieves Sánchez Guitián, secretaria del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG).

Según la experta, ese efecto local tiene que ver con que el terreno sobre el que se asienta Ciudad de México “está formado por cenizas volcánicas poco consolidadas, con líquido intersticial (entre los poros) que le da al terreno un comportamiento fluido, reduciendo su resistencia”. Técnicamente el fenómeno es conocido como licuefacción. “El terreno actúa como si fuera una esponja, con el nivel de agua entre los poros, y al producirse las vibraciones por la onda sísmica, el líquido se mueve y se genera un riesgo mayor”, apunta Nieves.

“Esa esponja provoca que el terreno se desmorone y el edificio cimentado se cae”

Por tanto los edificios cimentados de manera superficial se hunden en cuanto reciben el impacto de las ondas sísmicas. “Precisamente esa esponja provoca que el terreno se desmorone y el edificio cimentado se cae”, añade la secretaria del Colegio de Geólogos.

Uno de los problemas en Ciudad de México es que muchos de los edificios no han tenido en cuenta ese factor en su diseño. Nieves aboga por invertir en prevención y revisar la normativa sismorresistente teniendo en cuenta el efecto local. “Si se construye barato y sin una cimentación adecuada a las condiciones locales, a la larga se acaban cayendo los edificios”, señala.

Reajuste energético entre placas

Este nuevo terremoto registrado en México “no se puede considerar una réplica” del que se produjo hace unas semanas en Chiapas de 8.1 en la escala de Ritcher, pero “efectivamente hay un reajuste energético que tiene efecto sobre otras fallas próximas”, comenta. También parece que va ligado a una reactivación volcánica de la zona.

Coincide con el 32 aniversario del devastador terremoto que se produjo en México en 1985 donde murieron alrededor de 10.000 personas. Para Nieves esta efeméride va a hacer que mucha gente lo achaque a algo divino. “Este tipo de casualidades originan que se crea más en lo divino que en lo científico como forma de prevención”, lamenta la secretaria del Colegio de Geólogos.

Fuente: Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG)

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