El Real Madrid no volverá a Australia y China la próxima pretemporada. Después el agotador periplo que ha vivido el equipo y diferencias de temperatura que han oscilado entre los 7 grados de Melbourne y los 32 en China, la próxima campaña regresarán a Estados Unidos. El viaje no ha convencido a jugadores y técnicos, porque la lejanía y el cambio de temperatura no parecía lo más indicado para una pretemporada de la que luego depende el rendimiento físico del equipo durante los próximos 10 meses.
Cierra así el Real Madrid su efímera visita a Australia, mercado de escaso interés futbolístico, pero en el que Florentino Pérez tiene una especial preocupación al encontrarse allí localizada Leighton, la filial australiana de ACS. Esta empresa se había convertido en un quebradero de cabeza para el grupo por su elevado endeudamiento y el deterioro de sus resultados, lo que le ha hecho perder capacidad para llevarse contratos.
Florentino no ha pisado Australia, pero no ha hecho falta, ya que designó como cabeza de la expedición del Real Madrid al único directivo que además es consejero de ACS, Pedro López Jiménez. Quien se ha reunido con numerosas autoridades locales en Melbourne, que han quedado encantadas por la visita del club, que ha reportado unos ingresos a la cuidad cercanos a los 70 millones de euros. Cumplido el trámite, el Real Madrid ha hecho la maleta y se ha marchado a China, donde ha firmado algunos acuerdos publicitarios que le permitirán ingresar parte del dinero que finalmente no llegará de Abu Dhabi por la remodelación del Bernabéu. No obstante, Florentino sabe que el mercado asiático está copado por Manchester United y Barcelona, y el chino dominado por el Atlético desde el desembarco de Jianlin Wang.
Por lo que el año que viene, el Real Madrid volverá a localizar su pretemporada en Estados Unidos si no se producen cambios de última hora. Allí los blancos son el equipo más seguido, especialmente por la comunidad sudamericana. Pérez quiere expandir ese dominio del mercado a la población estadounidense con la ayuda de Beckham o Bale, quien tiene muchos adeptos en territorio yankee tras ser designado imagen de la Premier League en EEUU durante su estancia en el Tottenham.