Quién le iba a decir a Alexia Putellas, máxima goleadora histórica del Fútbol Club Barcelona, y dos veces ganadora del Balón de Oro, que su futuro profesional está más lejos que nunca de la ciudad condal, el único hogar deportivo que ha conocido la centrocampista de Mollet del Vallès.
Tras una carrera en la entidad azulgrana, donde entró siendo una niña y ahora es la mujer más importante del panorama futbolístico mundial, los problemas físicos y un bajón en su rendimiento han dinamitado por completo el complejo proceso de renovación que Putellas atraviesa con el Barça.
Por poner en contexto la situación, Alexia tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024, fruto de su última renovación en septiembre de 2021, mucho antes de su ascenso al Valhalla del fútbol con sus Balones de Oro y la consecución de la ansiada Champions League con el Barça en mayo ante el Chelsea.
Este contrato, con el reconocimiento que Alexia tiene hoy en día, se antoja escaso en comparación con los 2,9 millones de euros que la jugadora ingresa por otras vías, como puede ser la publicidad. Con todo esto encima de la mesa, club y futbolista se sentaron a negociar. Por parte de Putellas, su equipo de negociación pidió tres años más de contrato, además de un sueldo que ronda el millón de euros. Actualmente, Alexia gana una tercera parte.
El club, que repite hasta la saciedad la cantinela de la situación económica, ha ofrecido dos años, e intentan rebajar las pretensiones salariales de Putellas, o al menos escalonarlas a lo largo del contrato, como han hecho con otros jugadores y en otras secciones.
La rodilla, principal escollo de Alexia
Si bien el contrato actual de Alexia Putellas no se corresponde con el caché que tiene realmente la jugadora, la mala suerte ha querido que, en el momento de encarar un proceso tan complejo, la rodilla izquierda haya vuelto a hacer acto de presencia. Lesionada de gravedad en 2022, Putellas disputó el Mundial con España y es uno de los comodines más utilizados por Jonatan Giráldez esta temporada 2023/2024.
Sin embargo, en noviembre de 2023 se resintió de su rodilla izquierda tras un choque en el partido de Champions League ante el Benfica. Lo que aparentemente era un hematoma, ha terminado derivando en una intervención quirúrgica, la cual tuvo lugar el pasado miércoles 27 de diciembre en forma de artroscopia para eliminar cualquier rastro de dolor.
Aunque la operación es sencilla, y su recuperación aún más, desde el club tienen dudas sobre si Alexia volverá a tener el nivel futbolístico con el que asombró al universo antes de romperse el cruzado en vísperas de la pasada Eurocopa. Este interrogante asusta en la planta noble del Barça, razón por la que han decidido ofrecer sólo dos años a Putellas, además de hacerlo con un ultimátum de "o lo tomas o lo dejas".
Otro factor clave que explica el estancamiento es la salida de Markel Zubizarreta del club, dejando su puesto a Marc Vivés, persona mucho menos cercana al entorno y el día a día de las jugadoras. La futbolista, como ha comunicado en decenas de ocasiones, se debe a su amor por el Barça, lo que hace que no tome una actitud más beligerante ante lo que considera un regateo impropio de una entidad como la culé.
¿Deben los clubes algo a sus estrellas?
El nuevo paso por quirófano de Alexia ha parado por completo unas negociaciones que apuntan a ser la comidilla de la sección en este inicio de 2024, con la fecha límite de junio muy cercana en el horizonte. Pretendientes no le faltan, pero prefiere esperar a que el club recapacite, sino con los años de contrato, sí con el salario ofrecido. A Alexia no le importa que escalonen sus ganancias a lo largo del contrato como favor a la pésima situación financiera del Fútbol Club Barcelona.
La postura de la afición y del entorno del club es tajante, la continuidad de Alexia está por encima de todo. Si bien el presente y el futuro de la sección está más que garantizado con jugadoras como Aitana, Rolfo, Graham, Cata, Jana, Mapi (recientemente renovada), Bruna, Pina o Paralluelo, la imagen que proyecta internacionalmente Putellas no tiene precio.
Pero, ¿deben los clubes someterse siempre y a toda costa a las peticiones de sus estrellas? Analizando el rendimiento deportivo que a Alexia le queda por dar, está claro que ya hemos visto sus mejores años. Es muy difícil alcanzar la excelencia de nuevo tras una lesión de tamaña gravedad en la rodilla, especialmente en el caso de deportistas mujeres.
Por ello, ¿dónde se traza la delgada línea entre el agradecimiento y la complacencia? Veremos en los próximos meses, cuando Alexia vuelva a jugar tras la artroscopia, qué rendimiento ofrece y si acepta o no el órdago del club. Del mismo modo, habrá que ver si el Barça quiere su salida y solo está jugando con ella hasta que se canse de esperar.