Apenas dos días después de su fundación, la Superliga europea de fútbol ha sufrido un varapalo que la ha dejado herida de muerte. Los seis clubes ingleses que habían formado parte de su fundación han iniciado los procedimientos para abandonar la nueva competición liderada por Florentino Pérez. El Manchester City fue el primero en oficializar una decisión que han seguido en cascada los cinco restantes (Liverpool, Manchester United, Tottenham, Arsenal y Chelsea). Ni la reunión de urgencia convocada este martes para tratar de salvar el proyecto ni los intentos de templar las aguas a última hora han servido para evitar la desbandada.
"Como resultado de escuchar a la comunidad de fútbol durante los últimos días, nos retiramos de la Superliga. Cometimos un error y nos disculpamos por ello", ha manifestado el Arsenal en un comunicado en el que ha pedido perdón a sus aficionados. “Lamentamos la ansiedad y el malestar causado por la propuesta de Superliga. Queremos agradecer a todos los seguidores que presentaron sus opiniones consideradas", ha dicho Daniel Levy, dueño del Tottenham.
El Chelsea fue el primero en iniciar el proceso de salida al preparar la documentación necesaria para abandonar la nueva competición tras constatar el rechazo de su afición, aunque aún no lo ha oficializado como ha hecho el City. Esta noticia ha saltado apenas unos minutos después de que cientos de aficionados se hayan manifestado en los aledaños de Stamford Bridge para protestar contra la decisión de su club.
Unas protestas que han provocado que el partido el partido entre el Chelsea y el Brighton se retrasara, ya que los autobuses de los equipos no han podido acceder a tiempo al estadio, y que habrían llevado a Roman Abramovich, dueño del club, a tomar la decisión de iniciar el proceso para abandonar el proyecto. Las presiones de los hinchas, unidas a las de el primer ministro británico, Boris Johnson, han acabado precipitando los acontecimientos, que se han sucedido entre todos los clubes de las islas..
Johnson ha reaccionado en sus redes sociales y ha dado su visto bueno a los movimientos del Chelsea y del City. "Si se confirma, la decisión de Chelsea y Manchester City es la correcta y les felicito por ello. Espero que los otros clubes que participan en la Superliga europea sigan su ejemplo", ha manifestado. "Estoy encantado de dar la bienvenida al Manchester City de nuevo a la familia del fútbol europeo. Han demostrado una gran inteligencia al escuchar muchas voces, fundamentalmente a sus aficionados", ha celebrado, por su parte, Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, antes de conocerse la salida de los cinco clubes ingleses restantes.
También ha dado a conocer su postura Jordan Henderson, capitán del Liverpool, rechazando frontalmente la Superliga. "No nos gusta y no queremos que suceda. Nuestro compromiso con nuestro club y nuestros aficionados es absoluto e incondicional. Esta es nuestra posición colectiva", ha remarcado, en un mensaje compartido por toda la plantilla. Posteriormente se han unido, con diferentes mensajes, los jugadores del Arsenal y del Manchester United.
Dimisión en el United
“No me sorprende que no dure mucho. Ignoró los principios básicos del mérito deportivo. Si ignoras que matas a las ligas nacionales, los aficionados nunca lo aceptarían. Y con razón", ha asegurado el que fuera entrenador del Arsenal durante más de dos décadas, Arsene Wenger.
"Esto es un negocio y soy parte de ello, pero también sigo siendo el niño que solo quería jugar al fútbol. La palabra más importante es competir.. Sigamos inspirando a las nuevas generaciones de jóvenes futbolistas y mantengamos los sueños de nuestros aficionados", ha pedido Kevin de Bruyne, capitán del Manchester City.
La crisis provocada por el rechazo a la Superliga entre los propios clubes ha traído más consecuencias. El vicepresidente ejecutivo del Manchester United, Ed Woodward, uno de los ideólogos del proyecto junto a Florentino Pérez, ha presentado su dimisión, aunque desde el club han transmitido que su partido no tiene nada que ver con el desarrollo de la Superliga.
