La justicia española ha ordenado a la UEFA y FIFA que no pongan trabas a la puesta en marcha de la Superliga de fútbol europea, presidida por Florentino Pérez, y no amenacen a sus clubs fundadores, entre ellos el Real Madrid, Atlético de Madrid y FC Barcelona, con sanciones, así como a sus directivos y jugadores.
El Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid ha estimado las medidas cautelares solicitadas por el procurador Manuel Sánchez Puelles en representación de la Superliga, que ha ordenado a FIFA y UEFA que se "abstengan de adoptar cualquier medida o acción" que, de forma directa o indirecta" dificulte la preparación de la nueva competición.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, advirtió este lunes que los jugadores que disputaran la Superliga no podrían jugar con sus selecciones ni participar en la Eurocopa del próximo verano o en el Mundial de Catar de 2022.
El juez ha tomado varias medidas para detener las acciones que pueda causar un perjuicio en el desarrollo de la nueva competición. Además de prohibir que la FIFA y la UEFA lleven a cabo acciones que entorpezcan la puesta en marcha de la Superliga, durante se mantenga abierto el procedimiento judicial, ha avisado a estos organismos de que no pueden anunciar, preparar ni iniciar medidas disciplinarias o sancionadoras frente a los clubes, directivos y personas de los clubes o jugadores que participen en la preparación de la Superliga.
Una prohibición que también se aplicaría a los “miembros asociados, confederaciones clubes licenciatarios o ligas nacionales o domésticas”.Tampoco podrían ser excluidos de torneos como la Champions los equipos que han anunciado que participarán en la nueva competición ni sus jugadores podrán ser vetados de jugar con sus selecciones.
Críticas de la UEFA
Este lunes, Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, reafirmó su rechazo a la nueva Superliga que los 12 clubes europeos anunciaron para romper con la Champions League y avisó de que "todos aquellos futbolistas que jueguen en esa competición, no lo podrán hacer con su selección". Asimismo, el máximo responsable del organismo calificó el proyecto como "un escupitajo en la cara del fútbol y de nuestra sociedad”.