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Las claves de la Ley del Deporte que abre la puerta a la Superliga de Florentino

Retirada la enmienda que pretendía expulsar a Madrid y Barça si jugaban la nueva competición, La Liga se apunta el tanto de vetar los cambios de la RFEF en el torneo bajo su amparo.

  • El presidente de LaLiga, Javier Tebas. -

El fútbol español asiste a un punto de inflexión en su historia. La nueva Ley del Deporte encara la recta final antes de su aprobación definitiva, la cual llegará, previsiblemente, en diciembre de 2022. Lo hace habiendo polarizado por completo al balompié nacional, como se ha vuelto a comprobar este jueves en la reunión interna de La Liga en sus oficinas centrales.

En un bando está la propia patronal de los clubes, que cuenta con el apoyo de 39 de los 42, con la excepción de Real Madrid, Fútbol Club Barcelona y Athletic Club (que siguen siendo equipos deportivos y no sociedades anónimas). En el otro, los dos trasatlánticos, que han conseguido que los grandes partidos políticos de España, PSOE y PP, retiren de la nueva Ley del Deporte la enmienda que más perjudicaba sus intereses deportivos y económicos.

El pasado martes se reunió en el Congreso de los Diputados la Comisión de Cultura y Deporte para valorar el articulado del proyecto de la nueva Ley del Deporte. Este ha sido el paso previo antes de ir directamente al Congreso y al Senado, donde acabará por aprobarse el nuevo texto. Pese al giro radical de los últimos días, los partidos, en especial, el PSOE, ha templado los ánimos repartiendo concesiones a uno y otro bando. Aunque al eliminar la enmienda de la Superliga, lo cierto es que el proyecto de Florentino Pérez vuelve a tomar aire.

Las polémicas enmiendas retiradas de la Ley del Deporte

Cuando se empezó a redactar el nuevo texto legal que iba a regir al fútbol español, PSOE y PP aceptaron las enmiendas propuestas por La Liga y la mayoría de los equipos, a excepción de Real Madrid, Barcelona y Athletic. ¿Por qué las solicitaron? A su entender, el proyecto de Ley del Deporte presentado por el Gobierno ponía en riesgo los derechos de la competición y de los propios clubes.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, fueron retiradas sin explicación alguna, en común acuerdo de PP y PSOE, antes de la Comisión del pasado martes. Pese a la actitud conciliadora del Congreso, la más importante ha sido derribada y otra licuada. ¿Cuáles son estas enmiendas y en qué consistían?

Acuerdo con CVC y autonomía de derechos

La Liga, de acuerdo con los 39 clubes, solicitó la aprobación de enmiendas que blindasen la venta conjunta de los derechos audiovisuales de La Liga y le den potestad también sobre la explotación comercial. Quería seguridad jurídica de cara a la explotación de los derechos televisivos y comerciales de los clubes para iniciativas como el acuerdo ya firmado con el fondo de capital riesgo CVC de 2.000 millones -el 75%, para infraestructuras- a cambio del 10% del negocio positivo durante 50 años -el fondo ya ha inyectado 1.000 millones y los restantes llegarían antes de 2025-. Real Madrid y Barcelona defienden, por su parte, la potestad de los clubes para explotar sus derechos en la competición.

El articulado finalmente acordado daría algo más de seguridad jurídica a La Liga respecto a la venta centralizada de derechos televisivos -tomando el testigo del Real Decreto de 2015-, si bien lo haría de una forma todavía ambigua y a expensas de los tribunales -en la enmienda finalmente incluida a este respecto se alude directamente a las federaciones (RFEF) "sin perjuicio de los derechos e intereses legítimos de las entidades que participan", como podría ser La Liga al margen de cada equipo en particular, según se desprende de fuentes cercanas a la patronal.

La Superliga

El otro gran punto polémico de estas enmiendas giraba en torno a la Superliga. La patronal defendía un articulado que le dotara de poder para expulsar de la competición a los clubes que participen en otra no reconocida por la primera. Si se hubiera aprobado la enmienda, Tebas podría expulsar a Real Madrid y Barcelona de La Liga sin ningún miramiento, un extremo que desde PSOE y PP han acabado cuestionando amparándose en el juicio en marcha de la propia Superliga contra la UEFA ante el Tribunal Europeo de Justicia, que no se resolverá hasta 2023.

Curioso que en este apartado, La Liga ha contado con el apoyo del Atlético de Madrid, a pesar de que los colchoneros forman parte de la empresa de la Superliga. Real Madrid y Barcelona defienden que el nuevo torneo será una competición abierta de 20 equipos, a la que se accederá por los méritos propios que se logren en las distintas ligas nacionales. Además, los dos clubes apuntan que se cuadruplicarán los ingresos, lo que acabaría revirtiendo en el resto de equipos de La Liga.

Esto choca frontalmente con el nuevo modelo de Champions League de 36 equipos que quiere lanzar la UEFA a partir de 2024. Se aumentaría la facturación global -hasta los 5.000 millones por temporada-, a costa de aumentar drásticamente el volumen de partidos. Por otro lado, lo cierto es que el dinero se repartiría, al menos a corto plazo, entre muchos más clubes.

La Liga preserva autonomía sobre la Federación

Pese al varapalo que ha supuesto para La Liga la eliminación de la enmienda de la Superliga y la todavía ambigua situación con CVC, la patronal ha obtenido también una clara concesión a su favor.

Y es que el texto definitivo finalmente garantizará el dictamen previo y favorable de La Liga frente a cualquier reforma estatutaria que afecte al deporte profesional a iniciativa de la Real Federación Española de Fútbol. De este modo, Tebas ha preservado su autonomía frente al presidente de la RFEF, su 'enemigo' Luis Rubiales; ambos se han enfrentado repetidamente en los tribunales.

De hecho, el organismo que preside Rubiales ha impugnado el acuerdo de CVC: esgrime podría perjudicar ilegalmente al fútbol no profesional que eventualmente pueda ascender a la segunda división y se encuentre supeditado a un acuerdo de cuya firma no participó. También ha cuestionado la Superliga pero sin dejar de reclamar un cambio de modelo en la estructura de La Liga para volverla, a su juicio, más atractiva.

Posiciones enfrentadas entre los partidos políticos

La nueva Ley del Deporte no solo ha supuesto un enfrentamiento jurídico entre clubes e instituciones, también ha dejado patente la diferencia de posturas entre los partidos políticos de nuestro país.

El PSOE y el Partido Popular han acordado finalmente dejar la puerta abierta a iniciativas como la Superliga de Real Madrid y Barcelona; el partido en el Gobierno habría obtenido el compromiso de Madrid y Barça de organizar una competición completamente abierta a las ligas.

JxCat también ha defendido férreamente los intereses del Barça y ha abogado por una financiación alternativa a la de CVC, al tiempo que el PNV y EH Bildu han conseguido que se abra la puerta a que puedan participar en competiciones internacionales selecciones autonómicas de deportes de "arraigo histórico" en sus respectivas comunidades como la pelota vasca.

Por su parte, Ciudadanos, Vox y Unidas Podemos han permanecido más cercanos a las posturas y peticiones de La Liga y los demás clubes.

El futuro económico de La Liga

Según los cálculos internos de La Liga, el riesgo de la inseguridad jurídica en torno a sus derechos televisivos los devaluaría en un 10% a nivel nacional y un 25% a nivel internacional en un plazo de diez años; si se contabiliza el riesgo de una nulidad del acuerdo con CVC -que podría reclamar la devolución de todo lo invertido en 15 años con un interés del 6%-, el coste podría rondar los 10.000 millones. Actualmente, La Liga mueve en torno a 5.000 millones anuales en total, de los que unos 2.000 millones corresponden a derechos televisivos.

Desde que comenzó la venta centralizada con unos criterios que buscan fomentar la competitividad del conjunto de los clubes -sin llegar a los niveles de paridad de reparto de la Premier-, los ingresos televisivos del Madrid y el Barça crecieron un 9%, mientras que los del resto, un 124%. Atendiendo a cálculos de la patronal a partir de un estudio de la consultora KPMG, la Superliga supondría un tajo para La Liga de hasta 20.000 millones en 10 años.

Real Madrid y Barça, que representan el 40% del negocio patrio, han judicializado su lucha contra el acuerdo de La Liga que preside Javier Tebas con CVC; estiman que el fondo podría llevarse, bajo un escenario óptimo pero no el más optimista, alrededor de 12.000 millones de euros en ganancias de la competición nacional. En su lugar, han propuesto a los demás clubes un crédito de 2.000 millones -de libre disposición- a devolver en 25 años que gestionarían bancos como JP Morgan, uno de los financieros de la Superliga.

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