Días convulsos en las oficinas del Athletic de Bilbao. A este club histórico del fútbol español se le acumulan los problemas en los despachos. En la asamblea ordinaria del pasado fin de semana los socios tumbaron los presupuestos que proponía la directiva. El actual presidente, Aitor Elizegi, ya ha anunciado que deja el club a final de temporada. Y todavía no hay fecha ni candidatos claros para las elecciones a la presidencia.
Durante la asamblea del pasado 23 de octubre, que ya se preveía tensa por otros motivos, el presidente anunciaba su marcha porque a su entender él mismo es "parte del problema para buscar consensos". Tamaña noticia no evitó, sin embargo, que los socios compromisarios tumbasen los presupuestos que el propio Elizegi proponía aprobar.
El principal motivo de ese revés de los aficionados a la junta directiva se llama "cuota covid". Los directivos bilbaínos proponían que cada uno de los socios pagase una suerte de derrama de 120 euros cada uno para hacer frente a los problemas económicos derivados de la pandemia (cifrados en pérdidas de 70 millones entre las dos temporadas). Esa propuesta, unida a las críticas por otras cuestiones al equipo encabezado por Elizegi, provocó que los socios dijeran un sonoro "no" a los presupuestos.
Demasiados varapalos
Los aficionados con derecho a voto sí aprobaron el balance del curso pasado, que arroja un déficit de 25 millones de euros, pero no ratificaron los números previstos para el año que viene, con un montante de 140,8 millones y un déficit de 5,3. Asimismo, en otra votación reprobaron la gestión de la directiva durante la temporada anterior. Demasiados varapalos para los actuales gestores.
Ahora, los dirigentes del club tienen que convocar una junta extraordinaria para buscar la aprobación. El problema es que ellos siguen defendiendo que la citada cuota es, en palabras de uno de los directivos, "absolutamente necesaria" para que el club no tenga problemas económicos en el futuro y para que pueda armar un proyecto deportivo competitivo.
Una suma de motivos
En realidad, con lo sucedido en esa difícil asamblea llovía sobre mojado. Porque en diciembre de 2020 los socios del Athletic ya tumbaron los presupuestos que proponía la directiva. Dichas votaciones dejan claro que la mayoría no aprueba la gestión de Elizegi. Por ello él mismo anunció que lo deja. Por ahora, como se ha dicho, no hay fecha para los comicios, en principio previstos para junio, ni tampoco hay candidatos.
¿Por qué los socios rechazan tanto a la actual directiva del Athletic? Parece que se trata de la suma de motivos variopintos. Pero una de las cuestiones fundamentales es que, como publicaba El Correo, Elizegi y su equipo cuentan con la explícita oposición del anterior presidente, el exfutbolista Josu Urrutia. Es un secreto a voces que los gestores del club bilbaíno se sienten torpedeados por sus antecesores.
Otra cuestión que escamó a buena parte de la afición del Athletic tiene que ver con el reparto de entradas para la final de la Copa del Rey del pasado año, en la que los bilbaínos fueron derrotados por la Real Sociedad. Y los resultados deportivos no han sido los esperados, con dos derrotas en las dos finales del pasado curso. Una crisis con demasiadas aristas y de difícil solución que se produce, paradójicamente, cuando el equipo cosecha buenos resultados en el campo.