Tres protagonistas. El primero de ellos Daniel Ceballos, posiblemente uno de los pilares del centro del campo madridista durante estos últimos meses. El de Utrera no pudo terminar el partido tras un alarmante choque de rodillas con Kubo durante el añadido de la segunda parte. Por otro lado, los nombres de Endrick y Andriy Lunin, dos suplentes en el Real Madrid que regalan una ligera ventaja a los blancos para el partido de vuelta y que claman la titularidad en una hipotética final copera.
El Real Madrid ponía a prueba el gran momento que atravesaba la Real Sociedad combatiendo en Anoeta. Partiendo como local, el cuadro donostiarra sumaba cinco victorias consecutivas -once en total en esta ecuación- y una única derrota en los últimos 13 partidos disputados. Pero precisamente el equipo madrileño ha sido uno de los pocos que esta campaña ha salido victorioso del Reale Arena: 0-2 para los blancos en el precedente más reciente disputado el pasado 14 de septiembre.
Dos penaltis sentenciaron entonces el encuentro liguero, estos anotados por Kylian Mbappé y Vinícius Junior, quien este miércoles lucía por primera vez el brazalete de capitán del Real Madrid -a sus 24 años y sumando 298 partidos a sus espaldas-.
Endrick sigue en estado de gracia en la Copa del Rey
Con Raúl Asencio como lateral derecho, Aurélien Tchouaméni compartiendo zaga con Antonio Rüdiger y con Arda Güler y Endrick como referencias ofensivas junto a Vini, el Real Madrid tuvo que amarrarse a la defensa durante el intenso inicio de la Real Sociedad. Unos quince minutos de asfixia constante, intensidad máxima y clara superioridad para los hombres de Imanol Alguacil que se saldaron, no obstante, con un gol en contra (19'). Un pase largo al espacio de Jude Bellingham para encontrar el desmarque de un '16' blanco que no falló en su mano a mano con Remiro y que se anotó el cuarto tanto para su casillero particular en la Copa del Rey -solo superado por Julián Álvarez (Atlético; 5)-. Y esta bomba podría haber estallado dos veces.
No lo permitió Remiro, desviando el intento de Vinícius que buscaba el palo largo desde el costado izquierdo. Eso sí, antes de ello la Real perdonó dos oportunidades claras que podrían haber hecho al Real Madrid echar de menos a Thibaut Courtois -descansando en Madrid junto a Mbappé y Fede Valverde-. De nuevo, Lunin salvó los muebles de Ancelotti ante Mikel Oyarzabal y tapando un potente tiro de Take Kubo.
Vinicius Jr. (7) con la pelota del encuentro y portando el brazalete de capitán | EFE
Sin la cuota de protagonismo de su compatriota brasileño y del francés, la ofensiva madridista orbitaba mayoritariamente sobre los dominios de Vini, que, como capitán, estaba crecido. El brasileño cayó en el área reclamando penalti por un derribo de Jon Aramburu que no señaló Sánchez Martínez. Y esta fue la última decisión que Anoeta celebró y compartió con el colegiado murciano, manifestando ese descontento con cánticos racistas y ofensivos hacia los jugadores merengues. Dani Ceballos avisó al colegiado de una lluvia de mofas sobre Asencio y después Vinícius insitió en lo mismo centrando ahora el foco en su persona. "No a los cánticos racistas, xenófobos e intolerantes. Ánima y apoya al equipo respetando al rival", mostraron los carteles del Reale Arena con el encuentro detenido durante unos cuatro o cinco minutos.
Solamente un aviso de Ander Barrenetxea, finalizando con un disparo buscando la escuadra del palo largo que se topó con la manopla del ucraniano, pudo resucitar un poco el fútbol de este tramo final. Todo ese alto voltaje deportivo vivido durante 40 minutos quedaron un tanto eclipsados al término del descanso, al cual los locales vencieron en posesión (54%), remates a puerta (4-2) y pases completados (86%).
Leve ventaja para el Real Madrid en la eliminatoria
Dos misiles protagonizaron la reanudación del encuentro. Primero fue Oyarzabal de cabeza y a bocajarro, topandose otra vez con Lunin y repitiéndose la historia en el rechace que cazó Kubo. Después un zurdazo potentísimo del goleador blanco que se estrelló en el travesaño. Aviso en ambos campos y a la audiencia: el partido estaba muy abierto. Mucho más de lo que parecía. Y el Reale Arena no cesaba en su ánimo.
El Real Madrid, con una ventaja escasa, empezó a jugar con fuego y la Real fue creciendo gracias a sus dos extremos muy incisivos. Pasada la hora de partido, los vascos sumaban seis remates a puerta y seguían sin el premio del gol, mientras Lucas Vázquez, recambio del amonestado y "afectado" Asencio, almacenó algo más de tranquilidad con un disparo cruzado dentro del área que se marchó arriba.
El turco Arda Güler (15) defendiendo la pelota ante Aihen Muñoz (3) | EFE
La más clara de los locales llegó en un error de Rüdiger, con un pase muy corto hacia el portero que atrapó Oyarzabal, pero llegó a tiempo Tchouaméni para taponar entonces el disparo del delantero de Eibar. Aviso contra la desconcentración de un Real Madrid que empezaba a bajar la intensidad. Ancelotti se percató y dio entrada a David Alaba. El mensaje estaba claro: había que proteger la renta y fortalecer la zaga.
La Real no apretó tanto en los minutos finales, incluso el Real Madrid pudo celebrar el 0-2 con ocasiones de Jude Bellingham, por partida doble, o del propio Tchouaméni -quien también completó un gran duelo en Anoeta- tras un córner más. Finalmente, victoria por la mínima de los blancos que cuelan medio pie en la final de Sevilla. La vuelta en el Bernabéu el martes 1 de abril será quien resuelva la eliminatoria.
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