La elección del presidente de la FIFA, que se producirá en el día de hoy, tiene como claro favorito al jeque de Bahrein, Salman Al-Khalifa. Una decisión que tiene un efecto colateral en la persona del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar. El bilbaíno ha apoyado la candidatura europea, la que lidera el fontanero de Michel Platini, Gianni Infantino, lo que deja a Villar en una posición incómoda. De hecho, ni siquiera Infantino le defiende con mucho ímpetu, más allá del proceso de inhabilitación que afronta por supuesta administración desleal en los ‘casos Recre y Marino’.
La FIFA ha prohibido los teléfonos móviles en el congreso para evitar que los delegados con derecho a voto se vean obligados por sus federaciones a mantener disciplina de voto con una fotografía de su papeleta como prueba
El jeque Salman ha compartido durante la última década vicepresidencia con Villar, a quien considera un hombre de Blatter y no cuenta con él en sus planes de futuro. La inhabilitación en España de Villar pondría en bandeja al árabe su relevo como vicepresidente, aunque aún podría seguir formando parte de la Comisión Jurídica de la FIFA. Parece, por tanto, que la influencia de Villar se debilita en la institución, ya que Salman parte como favorito en todos los pronósticos por delante de Infantino. Salman tiene el apoyo de las confederaciones de Asia (44 votos) y África (54). Si no se rompe la disciplina de voto, Salman sólo necesitaría recaudar seis sufragios más entre los de Europa (53), CONCACAF (35), Oceanía (11) o Sudamérica (10) para resultar elegido por mayoría simple en una segunda vuelta.
Al presidente lo eligen los miembros de sus 209 federaciones, aunque en Zúrich sólo votarán 207, al estar suspendidas Kuwait e Indonesia. Para ser elegido presidente en la primera ronda se necesitan dos tercios de los votos de la federaciones (138) y en las siguientes rondas basta con una mayoría simple (104 votos). El favorito es Saldam, seguido de Infantino y en tercer lugar el jordano Ali bin Hussein. Muy por detrás aparecen el sudafricano Tokyo Sexwale y el francés Jérome Champagne.
La FIFA ha prohibido los teléfonos móviles en el congreso para evitar que los delegados con derecho a voto se vean obligados por sus federaciones a mantener disciplina de voto con una fotografía de su papeleta como prueba.