Inglaterra ha alcanzado una final de la Eurocopa por segunda vez en su historia, haciéndolo además de forma consecutiva. La generación de Jordan Pickford, John Stones, Kyle Walker o Harry Kane, entre otros, parece haber encontrado la fórmula para, al menos, luchar por su primer título continental. Si a ello le sumamos nombres "nuevos" como Jude Bellingham, Phil Foden, Bukayo Saka o Cole Palmer, es lógico y coherente que las apuestas situaran a los ingleses como uno de los favoritos a levantar el título. Pero no es oro todo lo que reluce.
Hace unas semanas, antes de que diera comienzo la Eurocopa 2024, la siempre temida Francia y Alemania, bajo la condición además de ser anfitriona, eran las dos que se predisponían a lucharle el cetro de Europa. Sin embargo, una vez iniciado el torneo, tanto ingleses como galos se han mostrado lejos de esa dominancia que su talento les exigía, destacando un tanto más los germanos, que fueron incapaces de regalarle a toda su afición una alegría el pasado viernes 5 de julio.
Ninguno ha sido capaz, ni siquiera, de igualar el juego ni el entramado táctico de la selección española, quien ha ido sumando enteros en la carrera hacia su cuarta Eurocopa. Los hombres de Luis de la Fuente se enfrentarán este domingo a Inglaterra en el postre. El todo o nada.
España llegará con la moral por las nubes, con un bloque definido y haciendo disfrutar a toda Europa con ello. Inglaterra, sin embargo -y a ello remitimos-, se consolida como una de las grandes decepciones de esta edición. Y eso que han llegado a otra final. Y eso que es un equipo construidos con jugadores de la talla de Bellingham o Foden, que ambos fueron nombrados como los mejores jugadores de esta última temporada en dos de las mejores ligas del mundo, LaLiga española y la Premier League inglesa respectivamente. Y eso que su clasificación dejó sensaciones positivas y un juego muy llamativo.
Pero ha sido llegar a tierras alemanas y los 'Three Lions' han dejado de ser tan "leones". Sobre todo teniendo en cuenta al control de los pulsos y la conexión de la que suelen presumir. Inglaterra ha sido incapaz de desplegar un juego "medianamente bueno" a lo largo de estas semanas. Un rendimiento pésimo que, principalmente, se ceba con tres personajes. El primero de ellos es el técnico inglés, Gareth Southgate, mientras que los otros nombres son Jude Bellingham y Phil Foden, desaparecidos en Alemania. Dos mirlos desafinados.
Bellingham no puede con el carro inglés
La temporada de Jude Bellingham, la más especial sin duda en su carrera deportiva, ha sido brillante, en cuanto a rendimiento con su club se refiere. En 42 partidos con el Real Madrid, sumando así más de 3.600 minutos, el joven talento inglés ha marcado 23 goles y ha repartido 13 asistencias. 21 años tiene. Carlo Ancelotti lo colocó en una posición mucho más cercana al área y él respondió con una actuación sobresaliente, regalando además a la afición merengue un título de LaLiga más -el 36º- y la décimo quinta Champions League.
Compartir el carro con otros jugadores que empujan y te toman el relevo de vez en cuanto es mucho más sencillo. Pero en Inglaterra ha tenido que usar su espalda para poder moverlo. Ha anotado dos tantos importantísimos para sus aspirados en esta Eurocopa, pero su juego deja mucho que desear. Es el líder del centro del campo y un pilar importante para Southgate, pero Jude Bellingham no consigue alcanzar el alto nivel que presentó en la campaña con el Real Madrid.
Físicamente se le ve cansado, llegando al tramo final de los partidos fatigado y sin ideas claras. Además, Bellingham tiene una luxación en el hombro -cuya operación está en el aire- que lo limita algo más.
Foden, lejos de la versión más 'citizen'
Por su parte, el centrocampista de Stockport llegaba a la Eurocopa como una de las grandes estrellas de la competición. Su temporada a las órdenes de Pep Guardiola en el Manchester City también fue excepcional. Acumuló 27 goles y 11 asistencias. Además, Foden fue condecorado como el mejor jugador de la Premier League. Pero en Europa, su brillo también se ha apagado. E Inglaterra lo necesita.
El centrocampista ha disputado los cinco partidos como titular, pero aún no ha sido capaz de sumar registro ofensivo alguno. Además, tuvo que abandonar momentáneamente la concentración británica para asistir al nacimiento de su tercer hijo, la única buena noticia para el jugador el último mes. Sus actuaciones, lejos del rendimiento real de Foden, no consiguen casar con el resto de sus compañeros, aunque su posición algo más rezagada ofensivamente propuesta en los últimos encuentros ha sido elogiada por muchos expertos. Pero en ellos Foden podría haber dado más de sí. Al menos un poco más.
En este sentido, como ejemplo, el exjugador del FC Barcelona, Gary Lineker, mencionó que el escaso protagonismo del centrocampista del Manchester City venía propiciado por el mal planteamiento de Southgate. "Es uno de los mejores 'número 10' del mundo, siempre y cuando juegue a su manera", espetó el comentarista de la BBC. A ello Foden responde frustrado: "No fui el mejor jugador de la Premier League como para venir aquí y no poder demostrarlo. Siento que en cada partido doy pequeños pasos adelante y espero poder hacer una gran actuación en la final con España", destacó el inglés por último.
Una conexión sin cobertura en Inglaterra
Otro de los problemas que se ha encontrado Southgate con ambos es su escasa conexión. El futbolista del Real Madrid había ocupado la zona de la mediapunta en los primeros partidos, la demarcación preferida de Foden y parecen no conectar en su juego. Una situación que quiere sentencia a Inglaterra en el tramo decisivo de la Eurocopa.
El propio Foden lo defendía. "Esta temporada he demostrado que me he movido más por el centro, he marcado más goles y he influido más en los partidos. Siempre he sido honesto sobre mi posición y siempre me he visto jugando en el centro del campo", explicó el futbolista tras los primeros duelos de esta cita. También se atrevió a decir que se veía encajando sistemáticamente con Bellingham. Las oportunidades llegaron, pero los resultados, finalmente, escasearon.