Cumpliendo el protocolo de la Federaión Internacional de Automovilismo (FIA), Fernando Alonso acudió por la noche a un hospital de Abu Dabi después de haber soportaado una fuerza de 28G en el salto que dio su Ferrari durante el polémico adelantamiento a Vergne en la vuelta 44.
Alonso: "Por supuesto fue un gran golpe, pero con suerte estaré bien para Austin e Interlagos"
Antes de esa obligatoria revisión médica, el propio piloto español había ilustrado el incidente con detalle y humor ante los periodistas: "Todavía tengo todos los dientes después del salto y la espalda me duele un poco ahora porque ha sido un golpe fuerte"
"Tenemos una alarma en el chasis que, a partir de una determinada cantidad de fuerzas G, salta para avisar de golpes grandes al coche médico y demás. Y el coche tiene esa alarma encendida ahora en el parque cerrado (donde quedan recluidos todos los bólidos para ser revisados por los comisarios). Así que, por supuesto, fue un gran golpe, pero con suerte estaré bien para Austin e Interlagos".
Vergne: "Ha evitado un accidente entre los dos que podía haber sido muy grave. Yo iba más lento y no le vi llegar"
Los pilotos de F1 se entrenan duro, sobre todo el cuello, para soportar fuerzas de hasta 5G en algunas frenadas y en las curvas más rápidas del Mundial. Y Robert Kubica, en su brutal accidente del GP de Canadá de 2007, sufrió un pico de 75G durante un milisegundo.
Tras salir lanzado de boxes, Alonso iba a una velocidad superior a los 240 km/h cuando se encontró con Vergne. Tuvo que esquivarlo saliéndose de la pista y al volver piso un piano y dio un pequeño pero espectacular salto, más propio de los rallis que de la F1.
Alguno quisieron ver ilegalidad en la maniobra del español, pero los comisarios lo consideraron un lance de carrera. Y el propio Vergne, lejos de afear la conducta de Alonso, agradeció la maniobra: "Ha evitado un accidente entre los dos que podía haber sido muy grave. Yo iba más lento y no le vi llegar", declaró el piloto de Toro Rosso.
