Los aficionados españoles a la Fórmula 1 que habían madrugado para presenciar en directo el GP de Australia despertaron de la peor forma posible cuando, pasadas las 6:30 de la mañana, la televisión dejó de emitir la carrera para mostrar un coche accidentado.

Era el Haas de Esteban Gutiérrez, parado en una escapatoria de grava y con claros síntomas de haber sufrido un accidente. Lo fuerte vino a continuación, cuando las cámaras se centraron en un amasijo de hierros y fibra de carbono: el McLaren de Fernando Alonso.

Afortunadamente, los corazones apenas tuvieron tiempo de encogerse del todo porque en las imágenes apareció de forma inmediata el casco del piloto español saliendo de entre los escombros del coche. 

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Gutiérrez, consciente de la gravedad del suceso, se bajó y fue inmediatamenta a buscar a Fernando, le preguntó por su estado y ambos se dieron un emotivo abrazo.

Minutos antes, el asturiano intentó adelantar al mexicano, y la rueda derecha delantera del MP4-31 impactó con la trasera izquierda del bólido norteamericano. El McLaren se descontroló e impactó a gran velocidad contra el muro. El coche, rebotado, dio tres vueltas de campana hasta volver a estamparse contra el mismo muro unos metros más adelante.

La dirección de carrera sacó la bandera amarilla y ordenó entrar en la pista al coche de seguridad, pero la magnitud del accidente fue tal que poco después apareció la bandera roja y se suspendió momentáneamente la competición.

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Alonso se subió al coche médico, pasó los pertinentes exámenes en el hospital del circuito y, siempre por su propio pie, regresó a la sede de McLaren en Albert Park procurando sonreír y saludar de forma reiterada a los aficionados enviando así un mensaje tranquilizador al mundo.

En el momento del parón, lideraba el Gran Premio de Australia el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), por delante de su compatriota Nico Rosberg (Mercedes) y de su compañero de equipo el finlandés Kimi Raikkonen.

El otro Mercedes, el del inglés Lewis Hamilton, que había salido desde la 'pole', ocupaba la séptima posición, por detrás del otro español en pista, Carlos Sainz (Toro Rosso), que es sexto.

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