La escudería Mercedes revalidó este domingo, gracias al triunfo del inglés Lewis Hamilton y a pesar de la retirada del alemán Nico Rosberg en el Gran Premio de Rusia, el título Mundial de constructores de Fórmula 1 logrado la temporada pasada.
La escudería alemana, con sede en Brackley (Inglaterra) hubo de esperar, no obstante, para festejar su segundo título de constructores, a que se confirmase la sanción del finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), quinto en meta pero penalizado con treinta segundos que le bajaron hasta el octavo.
Mercedes iba a ser matemáticamente campeona este domingo si sumaba tres puntos más que Ferrari. Con la victoria de Hamilton, pero con la segunda plaza del alemán Sebastian Vettel y la quinta provisional de Kimi no hubiese sido así, ya que ese resultado daba tres más a la escudería de Maranello.
Finalmente, los 531 puntos que suma Mercedes le otorgan una insuperable ventaja de 172 sobre Ferrari y, con ello, un nuevo título de constructores.
Por idéntico motivo, Fernando Alonso (McLaren), que había acabado décimo la carrera, perdió un puesto y, por tanto, se quedó fuera de los puntos al ser sancionado con cinco segundos "por no respetar los límites de la pista en la curva 16".
De tal manera, Alonso, doble campeón del mundo (en 2005 y 2006, con Renault) acabó undécimo y el holandés Max Verstappen (Toro Rosso), al beneficiarse de la sanción al ovetense, avanzó un puesto y concluyó décimo.