El Guadalajara confirmó tras una conversación telefónica con representantes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), la querella que le pusieron el pasado 8 de febrero en el juzgado 1 de la capital alcarreña. El club morado está acusado de presunta apropiación indebida, estafa y administración desleal en el proceso de ampliación de capital realizado el pasado verano.
El presidente del Guadalajara, Germán Retuerta, admitió sentirse preocupado y expectante por la querella presentada contra el club y los dirigentes, pero al tiempo fuerte porque "hoy por hoy" no piensan que hayan "cometido ninguna irregularidad" y añadió que "adrede" no han "hecho nada mal". "Creemos que todos los requisitos que nos pidió, en su día" la LFP" los cumplimentamos bien, y si algo se ha hecho mal será por error o desconocimiento", afirmó Retuerta.
"Había que cumplir más requisitos, que se cumplieron, y estamos jugando en Segunda división desde el mes de agosto", defendió el máximo rector del club guadalajareño, quien sin embargo reconoció estar expectante ante lo que les comunique el Juzgado "tanto si la admite como si no". En todo caso, Retuerta entendió que en ningún caso esta querella pueda conllevar el descenso del club a Tercera división.
El presidente del club morado fue rotundo al negar cualquier atisbo de duda sobre el deposito inicial de 3 millones de euros de capital y una posterior retirada, que negó de plano: "desde luego, el dinero, lógicamente, está en el club". A preguntas sobre si tiene miedo a las consecuencias que pueda traer consigo dicha querella, Retuerta fue muy claro: "En la vida no tengo miedo a nada, salvo a la enfermedad o a que le pase algo a mi familia, pero no al trabajo ni a nada ni a nadie", dijo.
Mientras, tras el expediente abierto por la LFP que podría suponer un descenso inmediato, el CSD ha dado de plazo 72 horas al club alcarreño para que presente todos los documentos que demuestren que no hubo irregularidades en la ampliación de capital.
