Como si de un moderno Ulises se tratara, José Luis Mendilibar ha navegado por las temporadas de Segunda División, ha sorteado los escollos de LaLiga y ha dejado su impronta en cada puerto al que ha arribado de la Superliga de Grecia. Todo para que ahora, después de una Ilíada como jugador y como entrenador de fútbol, ocupe un trono propio en el Olimpo del fútbol europeo. Muy pocos presumen de ello.
Nacido en el corazón del País Vasco, en Zaldibar, Mendilibar ha esculpido una carrera marcada por la resiliencia y el ingenio táctico, dos cualidades que le han servido de brújula para alcanzar este año, por segunda temporada consecutiva, uno de los títulos más insignes e importantes en el continente europeo. Tras caer de primeras en la fase de grupos de la Europa League, el Olympiacos -liderado desde el banquillo por Mendilibar- de Grecia se ha proclamado campeón de la UEFA Conference League, la tercera categoría del fútbol continental.
Este logro supone el primer título de Europa en toda la historia del club y la hazaña, por si fuera poco, llega de la mano de la épica. En el minuto 116 y cuando todo el mundo ya apostaba por ver quién se alzaba con la copa en los penaltis. Entonces apareció la estrella marroquí del conjunto heleno, un Ayoub El Kaabi completamente desaparecido durante los 115 minutos anteriores. Aprovechando un balón centrado desde la izquierda y que se fue cerrando poco a poco. El delantero remató en el primer palo y mandó el balón al fondo de la red para desatar el delirio de todos los aficionados en el OPAP Arena.
Todo ello fruto, no obstante, del buen hacer del equipo de Mendilibar. Desde que llegó a las oficinas del conjunto griego -a principios de este año-, el técnico vasco suma un 70% de victorias. Antes de su aterrizaje en el Georgios Karaiskakis, el Olympiacos era en un barco difícil de manejar. Sin ir más lejos, su antecesor, el portugués Carlos Carvalhal, tan solo duró 65 días en el cargo. Tras su destitución, Mendilibar se convirtió en el cuarto entrenador de los rojiblancos esta temporada. Con el español al frente, el sol brilla más que nunca en El Pireo: el Olympiacos compitió hasta las últimas jornadas por la Superliga y, ahora, se erige como el 'Rey' de la Conference League.
Modesto jugador, exigente entrenador
Como jugador, Mendilibar optó por el centro del campo. Comenzó su carrera profesional en la cantera del Athletic Club. Sin embargo, su participación en el primer equipo de 'los leones' fue limitada, lo que lo llevó a buscar oportunidades en otros clubes "fuera de casa". Así, Mendilibar llegó a jugar en varios equipos, principalmente en la Segunda División y Segunda División B de España. Ejemplos de su legado mantienen el CD Logroñés, el Sestao SC o la SD Lemona.
Sin embargo, su carrera como jugador no alcanzó grandes éxitos, pero le proporcionó una sólida base y una profunda comprensión del juego, algo que le sería útil en su futura carrera como entrenador.
Esta otra etapa también arrancó en equipos de categorías inferiores. Su primer cargo relevante fue en el CD Basconia, un club filial del Athletic Club, donde empezó a construir su reputación como un técnico competente. Sin embargo, su primer gran éxito en los banquillos llegó con la SD Eibar. En la temporada 2004-2005, Mendilibar llevó al equipo a una destacada campaña en Segunda División, quedando cerca del ascenso a LaLiga, lo que aumentó su perfil y le permitió acceder a grandes puestos en clubes de renombre.
Así, posteriormente, el técnico vizcaíno tuvo una breve y desafiante etapa en el Athletic Club en la campaña 2005-2006. No obstante, su paso por el equipo bilbaíno fue acusado por malos resultados. Más adelante, encontraría también el éxito en el Real Valladolid, al que dirigió en dos etapas (2006-2010; 2014-2015), consolidando al club de Pucela en la máxima categoría nacional en su primera estancia.
El salto de calidad llegó entre 2011 y 2013. Entonces, Mendilibar dirigió al CA Osasuna, donde nuevamente demostró su capacidad para mantener a equipos en la élite del fútbol español, y al Levante UD. Tras ello, en 2015, regresó a la SD Eibar, donde confirmó su etapa más longeva y exitosa. Dirigió al equipo vasco hasta 2021, convirtiéndose en una figura clave en la historia de este. Bajo el mando de Mendilibar, el Eibar se consolidó en LaLiga, superando las expectativas cada temporada con un fútbol organizado y eficiente.
Mendilibar trajo la séptima a Nervión
Todo lo anterior supuso la antesala de la llamada del 21 de marzo de 2023. José Luis Mendilibar acudió al rescate de un Sevilla en peligro de descenso con el propósito inmediato de la salvación, aunque también con el aliciente en juego de la Europa League. Al de Zaldívar le apetecía y le hacía especial ilusión estrenarse en una competición europea y no sería por equipo de mayor renombre en este torneo.
Así sería posteriormente, también por estas fechas. El equipo de Nervión se proclamó por séptima vez en su historia campeón de la segunda categoría continental bajo el mandato de Mendilibar. Tras una temporada más que compleja, el técnico vasco fue capaz de sacar ese espíritu guerrero del que nunca se ha despojado. Aunque tuvo que ser llegando a los penaltis y, como no, sufriendo; igualando un gol inicial de la Roma de Mourinho con un autogol de Mancini.
Por su parte, Gonzalo Montiel anotó el penalti decisivo en la cuarta ronda, justo después de que tuviese que repetirlo por adelantarse el meta del equipo italiano. Ya había errado dos la Roma, con un Bono que se agiganta siempre en estos momentos. El Sevilla volvía otro año más a mostrar sus credenciales y a coronarse como lo que es: uno de los reyes de Europa. Esta vez era Mendilibar quien manejaba un timón que llegó a parecer algo oxidado y atascado por momentos.
Mendilibar II de Europa
La misma historia vuelve a escribirse un año después. No repiten los mismos protagonistas, ni el mismo estadio ni la misma dinámica competitiva. Pero ambos episodios no pueden compartir mejor hilo conductor. Se trata de la pieza angular del puzle, un técnico que consolidó sus ideas y lleva años plasmando un juego efectivo. José Luis Mendilibar llevó a Olympiacos y al fútbol griego a su primer título a nivel internacional. El vasco conquistó la Conference League tras una igualadísima final en el estadio del AEK de Atenas que se decidió en el minuto 116 con un gol del marroquí Ayoub El Kaabi.
Olympiacos. History makers ?
— UEFA Europa Conference League (@europacnfleague) May 29, 2024
The first Greek side to win a UEFA club competition ?@johnsportraits x #UECLfinal pic.twitter.com/Dq3B8TSA5N
La cruel cruz, propia de este deporte, fue de nuevo para la Fiorentina y su entrenador Vincenzo Italiano, que perdieron su tercera final consecutiva tras caer la pasada temporada en la Coppa de Italia y también en la anterior edición de la Conference League ante el West Ham United (1-2), con otro tanto in extremis de Jarrod Bowen.
Sangre española al frente del Olympiacos
El Olympiacos es un club con una larga tradición de técnicos españoles en lo que va de este siglo. El pionero fue Pep Segura, que había llegado al fútbol griego de la mano de Serra Ferrer y dio el salto al Pireo como segundo de un técnico local, Takis Lemonis. Destituido éste en el mes de marzo 2008, Segura pasó a ser el máximo responsable. Ganó seis de los siete partidos y se proclamó campeón. También ganó la Copa. Aunque tenía un año más de contrato, el técnico catalán fue destituido en beneficio de otro español, Ernesto Valverde (2008-09), que ganó también la Liga y la Copa en una final que se decidió tras 34 lanzamientos de penalti.
Valverde regresó a España para fichar por el Villarreal. En esa temporada, 2009-10, por el banquillo del Olympiacos pasaron cinco entrenadores, entre ellos Zico. El técnico vasco, aclamado a su llegada, regresó a El Pireo para los cursos 2010-11 y 2011-12 y volvió a ganar las dos Ligas y las dos Copas que disputó, anunciando su marcha por motivos personales y renunciando a una renovación.
El buen recuerdo del trabajo del Txingurri abrió las puertas del club a otros técnicos españoles. En febrero de 2013, recién salido del Sevilla, llegó José Míguel González Martín del Campo, ese mismo Míchel que ha guiado al Girona hasta Europa esta campaña. Un mes después se proclamó campeón de Liga con cinco jornadas de adelanto. También ganó la Copa. En su segunda temporada, volvió a conquistar el campeonato con un gran comportamiento en la Champions League, eliminado en octavos por el Manchester United.
La vía del entrenador español quedaba abierta de par en par, hasta el punto que para comenzar la temporada 2016-17, el club rojiblanco llamó a Víctor Sánchez del Amo, que había trabajado con Míchel en la etapa anterior. Su experiencia fue efímera. La eliminación en la fase previa de la Champions le costó el puesto. Óscar García fue el siguiente inquilino español de ese banquillo. Tampoco tuvo suerte, dos meses a principios del 2018, disputando apenas 13 partidos.
Misma fortuna para Carlos Corberán, que en el verano de 2022 fue fichado por el Olympiacos tras su gran trabajo en el Huddersfield inglés, al que estuvo a punto de subir a la Premier. Sin embargo, solo dirigió once partidos. Su sustituto fue, en una segunda etapa siete años después, Míchel, pero su segunda parte no fue buena y el técnico madrileño presentaría su dimisión por problemas personales.
Tras otra breve estancia de un español, de Diego Martínez, aterrizaba Mendilibar en el club del Pireo. La exigencia era máxima. Todo lo que no sea ganar es un problema vital para el club y ello supondría la destitución del entrenador. Al club le avalan 79 títulos nacionales: 47 Ligas, 28 Copas y cuatro Supercopas; un total de 17 dobletes y 34 temporadas participando en la Champions. A su currículum hay que añadirle ahora una nueva hazaña europea, la primera en su historia.
Agárrense ahora, forofos del fútbol griego e hinchas del Olympiacos, porque en España está muy de moda decir que "no hay dos sin tres".
Ismaelruiz
¡¡Qué gran artículo!! A la altura de la competición que han realizado Olympiacos y Mendilibar.
mateo100
¡Qué buen artículo! Enhorabuena para Mendilibar, se lo merece.