París no está dispuesta a apagar su llama olímpica tan rápido. El icónico pebetero que albergó la llama durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024 volverá a iluminar la 'ciudad de la luz' cada verano hasta la próxima cita olímpica en Los Ángeles 2028. Así lo anunciaron este viernes las autoridades francesas, incluyendo al presidente Emmanuel Macron y la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo.
"Volverá cada verano", declaró el propio Macron desde su perfil en redes sociales, destacando que su presencia se mantendrá viva desde la Fiesta de la Música hasta la Fiesta del Deporte. Por su parte, Hidalgo celebró la noticia, asegurando que el pebetero es parte del legado de los Juegos y que "será recordado para siempre".
Un pebetero revolucionario: tecnología, historia y ecología
El pebetero para París 2024 no fue una estructura convencional. Inspirado en los globos aerostáticos de los hermanos Montgolfier, este innovador diseño creado por el diseñador francés Mathieu Lehanneur buscaba simular una llama flotante. Este concepto, además de ser un homenaje a la historia de la aviación, marcó un hito para la sostenibilidad olímpica al no depender de los combustibles fósiles.
Equipado con 40 luces LED y 200 boquillas de alta presión, el pebetero creó una nube de vapor de agua iluminada que evocó el fuego eterno de los Juegos. Durante el día, el globo permanecía en el Jardín de las Tullerías y por la noche se elevaba 30 metros sobre la ciudad, transformándose en un emblema visible en todo París.
Lehanneur describió su creación como "un faro en la noche y un sol al alcance durante el día", subrayando la intención de convertirlo en un símbolo de fraternidad.
Un caldero clave en el relevo olímpico hacia París 2024
El pebetero también desempeñó un papel crucial durante los Juegos, sirviendo como punto de reunión en cada ciudad del relevo de la antorcha olímpica y paralímpica. El diseñador explicó que la antorcha, el caldero del relevo y el pebetero no son elementos independientes, sino varios "capítulos de una gran historia".
Vistas del pebetero olímpico durante los Juegos con la Torre Eiffel de fondo | EFE
"Si la antorcha es el fuego sagrado que se entrega, el caldero es el objeto alrededor del cual nos juntamos para unir nuestras energías", señaló Lehanneur. Su diseño de anillo circular, con 260 perforaciones para crear una llama en su centro, representa un mensaje de unidad y continuidad, tal y como apuntaba el propio Lehannuer.
El objetivo era la simplicidad: "Un niño debería ser capaz de dibujar la antorcha, el caldero o el pebetero con facilidad", comentó también Lehanneur, reafirmando la importancia de un diseño memorable y accesible incluso para ser comprendido.
El recorrido de la antorcha estuvo marcado por la participación de leyendas del deporte como Rafael Nadal, Zinedine Zidane, Tony Parker o Nadia Comaneci, quienes tuvieron el honor de portar el fuego sagrado durante la ceremonia de apertura. Finalmente, los últimos relevistas fueron los multicampeones Teddy Riner y Marie-José Perec, ambos originarios de Guadalupe, un archipiélago de las Antillas.
Riner, con 35 años, es toda una leyenda viva del judo con cinco medallas de oro olímpicas, once títulos mundiales y hasta cinco campeonatos continentales. Por su parte, Perec, de 56 años, fue una de las mejores velocistas de la década de 1990, con tres oros olímpicos en 200 y 400 metros en Barcelona 1992 y Atlanta 1996.