En el primer gol del Valencia, un misil excelso de Zaza, nada pudo hacer. En el segundo, salió mal e hizo un movimiento raro tirándose a ras de suelo unos segundos antes de lo conveniente. Orellana marcó y Keylor Navas se convirtió en la diana de casi todas las críticas.
De poco le sirvieron un puñado de intervenciones meritorias posteriores. El costarricense sigue sin alcanzar el nivel superior que exhibió antes de su lesión, pero convertirle en el responsable de todos los males del equipo es exagerado e injusto.
El agrio debate sobre la legendaria figura de Iker Casillas ha envenado la portería blanca. Y el frustrado fichaje de David de Gea no hizo más que perpetuar la ponzoña en un puesto tan específico y fundamental para cualquier equipo de fútbol.
Ni el desahogado liderato en la Liga –pese a la derrota en Valencia- ni la buena marcha en Liga de Campeones son capaces de acallar un runrún dañino.
Los rumores sobre el interés del club en fichar porteros "de primera talla mundial" son constantes. Y, por mucha serenidad que aparente, es imposible abstraerse de todo en una entidad como el Madrid.
En Mestalla el Madrid dio la cara, dominó en muchas fases del encuentro, pero el centro del campo no brillo como otras veces y la defensa, especialmente Varane, fue una verbena. Pues el máximo culpable y sentenciado es Keylor Navas y sólo él.
El cancerbero se convirtió en TT (asunto popular) en Twitter España durante todo el partido y más allá. Casi todos los mensajes se resumen en uno: "No es portero para el Real Madrid". Que pase el siguiente.