En un fútbol cada vez más inventado. En un deporte que, a pesar de que reina por encima de todos los demás, cada vez tiene menos interés para muchos de sus aficionados todavía hay algunos rayos de esperanza. Unos haces de luz en un túnel cada vez más oscuro por la soberbia.

Este 2024 España se ha vuelto a sentar en el trono del balompié mundial. Y es que, no solo nos hemos coronado como campeones de Europa este verano. Para nada. También hemos vuelto a nutrir, una vez más, a este deporte de jugadores de talla mundial. De esos admirados y que están llamados a ser los herederos de los Cristiano, Messi y compañía.

Nuestro combinado nacional mostró al fútbol mundial lo que nosotros ya sabíamos. Nada más y nada menos que a esos locos jóvenes de Lamine Jamal, Nico Williams, Pedri y demás. Y también a unos viejos roqueros como son los Morata, Carvajal, Nacho... Pero, todos estos, junto con los demás seleccionados, necesitaban un poco de orden y cordura. A un comandante que les haga bailar al ritmo que el partido requiere y, afortunadamente también lo tenemos en nuestro País. Hablo nada más y nada menos de Rodrigo Hernández Cascante.

'Rodri', como popuparmente se le llama es un jugador de los que ya no quedan. Una 'rara avis' en el fútbol que se aleja de los cánones actuales para labrar su carrera 'a lo bajini'. Este mediocentro ha sido el nombre propio del fútbol este 2024, y es que, sorpresivamente para muchos, ha sido premiado con un Balón de Oro cuando todo el mundo ya se lo había entregado a Vinicius Júnior. Este premio es, sin duda alguna, un reconocimiento a algo más que a su excelso juego. Es un galardón a la humildad, a los valores originales del fútbol que cada vez se están perdiendo más y más en favor de las 'rock stars futbolísticas'

Ni redes ni malas formas: el éxito de 'Rodri'

Rodrigo, como se ha comentado, es una persona totalmente atípica en un mundo cada vez más mediatizado. Este pivote defensivo carece de redes sociales, vive alejado del ruido mediático y, sobre todo, vive por y para el fútbol. Este es una de las claves del éxito de nuestra 'Roja' y también del Manchester City, equipo en el que actualmente milita. A la vista está de su importancia en el juego de los de Guardiola que, desde que se lesionó gravemente de su rodilla, los 'sky blue' no están ganando apenas partidos y la brillantez del equipo entrenado por el técnico catalán ha desaparecido. 

¿Qué tiene de especial el juego de 'Rodri'? Sin duda alguna su versatilidad y equilibrio. El que fuera canterano del Atlético de Madrid es esencial en cualquier equipo por esa calma e inteligencia que rebosa en su estilo de juego. Es de esos que antiguamente llamaban los 'coche escoba', defiende a campo abierto a las mil maravillas pero, además, durante estas dos últimas temporadas le añadió a su fútbol la capacidad de llegada al área rival. Esta última característica le hace un jugador completo a más no poder e imprescindible.

Asimismo, otra de las cualidades de este jugador que brillan con luz propia son sus dotes de liderazgo. Le da luz al esférico cuando las cosas están feas. Él quiere el balón cuando nadie lo quiere recibir y le da sentido al juego. Es ese futbolista que hace sentir seguros a sus compañeros porque es el pase de seguridad cuando no hay otra opción. Sin malas formas, aspavientos ni salidas de tono, Rodrigo Hernández da órdenes a sus compañeros y les hace de perro pastor para llegar a la victoria.

De julio que ganó la 'Euro' con España, a noviembre que se alzó con el máximo galardón individual del fútbol, la imagen de Rodri en el balompié mundial ha cambiado radicalmente. Cierto es que ha sido un premio muy disputado e incluso ha puesto en entredicho a la FIFA, puesto que para una gran porción del mundo del fútbol pensaba que 'Vini' sería el claro ganador. No obstante, uno de los motivos para que el madrileño haya sido 'bañado de oro' fue, por encima de todo, su humildad y sus valores. Es más, muchos expertos apunta que este fue el verdadero motivo que inclinó la balanza en favor del mediocentro.

Ahora, Rodri, está sumergido en una larga y ardua recuperación del ligamento cruzado de su rodilla derecha. El fútbol le echa de menos e incluso trata de buscarle alguien similar. Pero no. No hay nadie como él ya en este deporte. 

Por todo esto, Rodrigo Hernández Castante, es, sin lugar a dudas, el personaje del fútbol en el 2024. Un capitán de la humildad y del trabajo en la sombra que devolvió a España un Balón de Oro muchos años después.

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