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La última derrota de Rafa Nadal: Van de Zandschulp amarga la despedida del manacorí en Málaga

Lo intentó hasta el final, pero el neerlandés cerró un reñido duelo con el que Rafa despide al tenis profesional

  • Rafa Nadal durante su partido contra Botic Van de Zandschulp -

Y llegó el Día R. El día de regocijarse. El día del regreso. El día del remate a una carrera exageradamente extraordinaria. El día de Rafael Nadal Parera. El resultado sería lo de menos. Es más, David Ferrer confió en él para abrir la eliminatoria y poder tener margen de error en caso de que el campeón de 22 Grand Slams y la mejor raqueta nacional de todos los tiempos perdiera el primer duelo ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp. Eso sí, después de un mes y medio de preparación y de la lluvia de dudas sobre su estado físico, Rafa estaba listo para una batalla más. La última.

También lo estaban las 11.000 personas que se congregaron en el pabellón Martín Carpena de Málaga para celebrar el legado de uno de los mejores tenistas de todos los tiempos. Con un sold out colgado hace meses y con precios desorbitados en la reventa, España estaba preparada para despedir por todo lo alto a Rafa Nadal. Todo el mundo sabe lo que significa para el manacorí representar a su país. No en vano, Nadal ha ganado cinco 'Ensaladeras' de las seis que tiene 'La Armada'. La misión era la misma: ganar la séptima y poner el broche dorado a una carrera llena de éxitos y reconocimientos. Un palmarés de ensueño. El reflejo para muchos tenistas. 

Pese a todo, para la gran mayoría iba a ser un día difícil, lleno seguro de muchas emociones. El primero en apuntarlo fue el propio Nadal en la presentación previa de la eliminatoria. Había que controlar las lágrimas, algo que terminó resultando imposible; y a partir de ahí disfrutar de lo que viniera. Vino lo que nadie quería que viniera: la derrota. Pero es que nadie quiere nunca perder; mucho menos cuando se trata de tu último partido -potencialmente- como tenista profesional. Nadal sabía con certeza que existía esa posibilidad y su rival hoy en la superficie malagueña no dudó en aprovechar todas sus habilidades para ello. Despistaba el ránking con el que el segundo neerlandés llegaba a la Copa Davis -número 80 de la ATP-, así como sus dos únicos enfrentamientos entre ellos, ambos sonriendo sin mucho aprieto a favor de Nadal. Pero Van de Zandschulp no logró derrotar a Carlos Alcaraz en el último US Open por gracia del Espíritu Santo. Llegó a Málaga y repitió la hazaña (4-6, 4-6).

Rafael Nadal cayó derrotado ante Botic Van de Zandschulp en Málaga | EFE

El último baile de Nadal: 4-6, 4-6 vs Van de Zandschulp

El que podría ser el último capítulo en la legendaria carrera de Rafael Nadal se zanjó a favor del neerlandés Botic Van de Zandschulp. La derrota no supuso mucho aprieto, no obstante, para el ambiente electrizante en el Martín Carpena de Málaga. Pese al apoyo masivo, el balear no logró imponerse al juego sólido y estratégico de su rival, quien controló el partido desde el principio. Con un 89% de puntos ganados con su primer servicio y un revés incisivo, el neerlandés neutralizó los esfuerzos del español, que mostró destellos de su clásico espíritu combativo, pero no consiguió revertir la situación. La esperanza no logró remar hasta tierra. Esta vez, no.

El encuentro exigió lo mejor de lo poco que le quedaba por sacar a Nadal. Tampoco fue así. "No he encontrado el nivel para dar el punto a España. He estado más acertado en los entrenamientos que en el partido de hoy", destacó el propio Nadal tras el choque. Tras un sólido inicio al saque, el tenista español cometió tres dobles faltas consecutivas, lo que dio ventaja a su rival. Aunque el español intentó recuperar terreno, Botic fue implacable, aprovechando errores puntuales y dominando desde el fondo de la pista. La derecha de Rafa pagaba la inactividad. Habían pasado 113 días de su último partido individual en la segunda ronda de los Juegos de París. Y eran muchos. Desde el banquillo lo miraba Roberto Bautista, el que había optado a ser hasta última hora el número dos de la selección nacional. Corría brisa de esperanza.

Botic Van de Zandschulp durante el enfrentamiento ante Rafa Nadal en Málaga | EFE

En el segundo set, Nadal intentó protagonizar una de sus épicas remontadas. Recuperó uno de los dos breaks que había cedido y encendió al público con su intensidad habitual. Sin embargo, el neerlandés mantuvo la calma y acabó cerrando el partido con golpes precisos y un fondo de pista impecable y casi intratable. "El público ha estado increíble, como siempre que juego en España. He intentado estar con la mejor actitud, energía adecuada fuese cual fuese el resultado, pero no ha sido suficiente. Ha habido un resquicio al final, pero no pudo ser".

Un viaje único con cinco 'Ensaladeras' de por medio

Nadal ha mantenido una relación especial con la Copa Davis, competición que siempre valoró profundamente y en la que destacó por su entrega y rendimiento, hasta que las lesiones y la exigencia del calendario le obligaron a dosificar su participación. Su periplo arrancó el 6 de febrero de 2004, a los 17 años, convirtiéndose en el jugador español más joven en debutar en la competición. Fue convocado por el "G-3", un grupo de capitanes que lideraba el equipo español, para enfrentar a la República Checa en la primera ronda del Grupo Mundial. Aunque perdió su primer partido individual, el joven manacorí asumió la responsabilidad de jugar el decisivo enfrentamiento contra Radek Stepanek, logrando una contundente victoria en tres sets (7-6, 7-6, 6-3). Un triunfo que marcó el inicio de su reinado.

Más tarde, también en 2004, Nadal fue fundamental en el enfrentamiento de semifinales al derrotar al francés Arnaud Clement y en la final, disputada en Sevilla, donde logró vencer al número uno estadounidense, Andy Roddick, para ayudar a España a ganar su segunda 'Ensaladera'. Nadal siguió participando en la Davis de forma intermitente debido a las prioridades del circuito individual. En 2008, aunque no pudo disputar la final contra Argentina por lesión, su presencia durante las rondas previas fue decisiva. En 2009, también tuvo un duelo memorable contra Novak Djokovic, a quien derrotó en la eliminatoria de cuartos de final alentado por un soberbio Alicante. En la final contra la República Checa, contribuyó con dos victorias en el aplastante 5-0 logrado por España en las pistas de Barcelona.

Los integrantes de 'La Armada' festejan la conquista de la Copa Davis 2009 en Barcelona | EFE

En 2011, volvió a ser protagonista, liderando al equipo en las tres rondas y levantando el título en Sevilla frente a Argentina. Su rendimiento incluyó una victoria clave contra Juan Martín del Potro en el partido decisivo. No obstante, las lesiones limitaron la participación de Nadal en los años siguientes. En 2012, la rodilla lo apartó de la competición y en 2014 no pudo evitar el descenso de España de categoría. Así, durante las temporadas de 2015 y 2016 jugó solo enfrentamientos puntuales. En 2019, Nadal volvió para disputar el renovado formato de la Copa Davis celebrado en Madrid. Allí, ganó los ocho puntos que disputó, incluyendo las finales contra Canadá, para asegurar la sexta y hasta el momento última 'Ensaladera' de 'La Armada'.

De este modo, en su carrera en la Copa Davis, Nadal ha jugado 43 eliminatorias de Davis, acumulando 37 victorias (29 individuales y 8 en dobles) y solo 6 derrotas. Destaca su dominio en tierra batida, donde logró 19 triunfos. Dónde sería sino.

Se cierra un ciclo: 20 años cargados de alegrías

Un total de 31 partidos como individual en la Copa Davis y tan solo dos derrotas. Desde Jiri Novak en febrero de 2004, su primer partido como individual en la competición, enmarcado con una derrota (6-7, 3-6, 6-7), hasta Botic Van de Zandschulp en noviembre de 2024. "Estoy aquí para ayudar al equipo a ganar. Es mi última semana en una competición y lo más importante es ayudar al equipo". Lo buscó por 30ª vez consecutiva, pero esta vez no pudo ser. 'Copa Davis hay muchas. Nadal solo hay uno', argumentaba al respecto en redes sociales Fernando Ruiz, narrador y comentarista en Eurosport. Eso fue así porque Ferrer lo quiso. También él sabía de la importancia de aplaudir este martes a Rafael Nadal desde la pista.

Rafa Nadal tras su enfrentamiento ante Botic Van de Zandschulp en Málaga | EFE

Porque aquel chaval de Mallorca que sostenía la bandera de España en el año 2000, año de la conquista de la primera 'Ensaladera' y soñaba con ser parte de la historia del tenis ha cerrado un ciclo impecable. Detrás quedan 22 Grand Slam (14 de ellos sobre la tierra de París), 36 Masters 1.000, las cinco Copa Davis que ha levantado con España (2004, 2008, 2009, 2011, 2019) y así hasta 92 títulos ATP levantados desde su debut en aquel 29 de abril de 2002 en el ATP de Mallorca. Increíble.

Mención aparte merece su estatus como nombre y como figura del deporte, en general. En los Juegos Olímpicos, Nadal ha ganado dos medallas de oro: en los Juegos de Pekín 2008 en individuales y en los Juegos de Río de Janeiro 2016 en dobles junto a Marc López. Eso hizo que este año, en París 2024, Francia optara por Rafael Nadal como uno de los relevistas de la prestigiosa antorcha olímpica.

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