El segundo regreso de Aduriz al Athletic -esta vez procedente del Valencia previo pago de 2.5 millones, la primera desde el Valladolid, por 3- no fue fácil para el delantero donostiarra. Coincidió con el día que Marcelo Bielsa montó el follón por las famosas obras de Lezama. Quizás dejándose llevar por su enfado, el argentino arremetió contra la directiva bilbaína por los fichajes y que su equipo no se hubiera reforzado en los puestos que él pidió. “Nunca hice una solicitud de jugadores, señalé las posiciones que se debían reforzar, que no son las de Aduriz e Isma López”, declarób El Loco, para lugar matizar que ambos fichajes eran “importantes”.
Antes de salir a rueda de prensa y promulgarlo, Bielsa le quiso dejar claro al propio Aduriz que él no había pedido su fichaje y que, de hecho, apenas le había visto jugar. Las declaraciones de Bielsa, además de un palo anímico para Aritz Aduriz, tuvieron tal repercusión que desde el propio Valencia telefonearon al delantero para, no sólo darle ánimos, sino incluso brindarle la posibilidad de regresar a Mestalla si pensaba que no iba a contar para su nuevo técnico. El ariete agradeció el gesto de su ex equipo, pero en ningún momento se planteó dar marcha atrás.
De hecho, y en la demostración de que el Athletic acertó con su fichaje, poco ha tardado Bielsa en cambiar de opinión. Bien es cierto que las circunstancias de Fernando Llorente, ausente por haber disputado la Eurocopa (aunque sin jugar un solo minuto), enfrentado al técnico desde el final de la temporada pasada y haciendo oficial el club su negativa a renovar, han jugado a favor de Aduriz. El donostiarra marcó dos goles al HJK Helsinki en Liga Europa y se estrenó en Liga ante el Valladolid con el 1-0.
Bielsa ya conoce a Aduriz y empieza a confiar en él. Por más que Urrutia se empeñe, Llorente tiene muy claro que no seguirá la próxima temporada en el Athletic, de ahí que su participación durante lo que le resta de contrato dependerá del rendimiento que ofrezca Aduriz y no al revés.
